Читать книгу Me respiré lo bueno del mundo - Amalio González Ramírez - Страница 5
EL SIRIO NO SERIO
ОглавлениеImpresionados por la magnificencia
de la ciudadela Castillo de Alepo,
callejeamos distraídos
entre sus vistosas ruinas
yo y mi pequeño grupo
de españoles viajeros.
Éramos adultos maduros,
excepto la adolescente que lucía
su juvenil belleza y alta figura
entre las miradas curiosas
de los musulmanes reprimidos.
Su foulard rojo anaranjado,
cruzado, cual beduina,
sobre su sonriente cara,
realzaba aún más su atractivo,
antes de occidente
y ahora oriental.
Entramos en una casa
vacía de personas
pero llena de historia,
con despensa y pozo,
ahora cueva obscura
con columnas negras,
mientras escuchábamos,
aburridos, la monótona voz
de Antoine, nuestro guía.
Percibí entre sombras
la presencia de un sirio,
que se desplazaba
detrás de nosotros,
escuchando detrás de las columnas.
Usaba un traje caqui,
cual soldado,
sin botas ni insignias.
No supe descifrar
su procedencia,
guía, portero o guardián.
Pero lo que sí vi,
entre la obscuridad
del lugar desierto,
fueron sus ojos,
ávidos de deseo
que enfocaban certeros
las hermosas caderas
de nuestra crecida Lolita.
Pero igual que apareció
de forma misteriosa,
desapareció de igual modo,
dejando en el aire
un halo de deseo insatisfecho.