Читать книгу Yoga y Psicoterapia Gestalt - Andrea Álvarez Sánchez - Страница 13
VISIÓN HOLÍSTICA DEL SER HUMANO
ОглавлениеTanto el yoga como la psicología humanista conciben al ser humano de manera holística. El holismo es una teoría según la cual el organismo biológico, como el social, suponen algo más que la suma de sus partes, cuya yuxtaposición no reproduce el todo. Esta concepción se reveló especialmente significativa en los niveles neurológico, epistemológico, psicopatológico y psicológico (Galimberti, 2014:567). La raíz de la palabra proviene del griego holos, que significa “todos”, “la totalidad”, “el entero” y se refiere a la integración total y global en una situación, concepto o cosa. Holos pasa a otras lenguas y deriva en diferentes palabras; por ejemplo, en latín solidus, que significa “entero”, “sólido”, y salvus, que significa “intacto”, “sano”. En inglés whole es “todo”; to heal es “curar”; holy es “santo”. El término holismo está relacionado con la sanación, lo integrado o unido, y con lo sagrado o divino (Ginger y Ginger, 2012:15). A través de la visión holística se pueden apreciar procesos, interacciones y singularidades que conforman el todo y que no se perciben si se estudian por separado. Su definición según la Real Academia Española (RAE) es: “Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen” (RAE, 2017).
El término holismo aparece por primera vez en el título de la obra Holism and Evolution, de Jan Christiaan Smuts (1870-1950), líder militar, ministro, naturalista y filósofo sudafricano. Smuts, hombre de ideas humanitarias, abogó contra el apartheid, sistema de segregación racial que existió en Sudáfrica, e impulsó la formación de las Naciones Unidas, organización internacional para la paz. Smuts también fue un estudioso de la naturaleza. Por medio de las ciencias y la historia natural observó el medio ambiente y concluyó que los organismos constituyen más que la suma de sus partes. A principios del siglo XX, Smuts acuña este concepto con su significación moderna y ejerce a partir de allí una perdurable influencia en los campos de la psicología, la neurología, la biología y la filosofía. Para Smuts, el holismo es la tendencia en la naturaleza y a través de la evolución creadora a constituir sistemas o conjuntos que, en muchos aspectos, son superiores y más complejos que la suma de sus partes (Smuts, 1936:ix, 96, 102, 116, 120, 123, 339).
En Holismo y evolución, Smuts proponía un programa de investigación denominado holismo. Según tal programa, la ciencia debería interesarse no tanto en las características atómicas de los fenómenos estudiados, sino por la configuración global formada por ellas. Sin embargo, tal configuración no correspondía al resultado de la suma de sus partes. Más bien se trataría de una organización autónoma que no por eso sería indiferente a aquellas partes. Si una de ellas se alteraba, todas las demás también, hasta que se restablecía una nueva estructura unificada (Muller Granzotto, 2009:28).
Sin embargo, fue Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.), filósofo de la antigua Grecia, quien en su libro Metafísica dice que el todo es mayor que la suma de sus partes, con lo que define el principio general del holismo. El “todo” presenta propiedades y características que no se encuentran en cada una de sus partes, al analizarlas aisladamente. Es como el mecanismo de un reloj: no funciona cada parte de forma aislada, pero dentro del todo cada una resulta en el funcionamiento de la globalidad (Aristóteles, 2014:23, 27, 61, 76, 114).
Las relaciones entre los elementos que componen al todo son: a) disciplinario: una; b) multidisciplinario o pluridisciplinario: más de dos; c) interdisciplinario: interacción entre varias de ellas; d) transdisciplinario: lo que cruza varias disciplinas y va más allá: “La disciplinariedad, la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad son las cuatro flechas de un solo y mismo arco: el del conocimiento” (Nicolescu, 1996:37). Estos términos comienzan a delinearse cuando a mediados del siglo XX se manifiesta un imperio de nexos entre las diferentes disciplinas. La pluridisciplinariedad concierne al estudio de un objeto de una sola y misma disciplina, por varias disciplinas a la vez. La investigación pluridisciplinaria aporta aun más a la disciplina en cuestión (la historia del arte o la filosofía en nuestro caso), pero un “más” al servicio exclusivo de esa misma disciplina. Dicho de otra forma, su avance desborda las disciplinas, pero su finalidad permanece inscrita en el marco de la investigación disciplinaria.
La interdisciplinariedad tiene una ambición diferente a la pluridisciplinariedad. Concierne a la traslación de métodos de una disciplina a otra (Nicolescu, 1996:34-35). La palabra “transdisciplinariedad” es frecuentemente confundida con las nociones anteriores. Ésta concierne, como el prefijo “trans” lo indica, a lo que está a la vez entre y a través de las diferentes disciplinas, y más allá de toda disciplina. Su finalidad es la comprehensión del mundo presente en donde uno de los imperativos es la unidad del conocimiento. “La visión transdisciplinaria nos propone considerar una Realidad multidimensional, estructurada a varios niveles, que reemplaza la Realidad unidimensional, a un solo nivel, del pensamiento clásico” (Nicolescu, 1996:39). La transdisciplinariedad complementa el enfoque disciplinario. Hace emerger de su confrontación resultados que se articulan entre sí para ofrecernos una nueva visión de la Naturaleza y de la Realidad. No busca el dominio de varias disciplinas, sino la apertura de todas a lo que las atraviesa y las sobrepasa (Nicolescu, 1996:121).
La concepción holística existe a partir de lo multidisciplinario. Lo holístico tiene varias caras, y la cuestión no es sólo mezclarlas, sino tener en cuenta las repercusiones que tienen unas sobre otras. Lo holístico supone la relación y la interacción. El desarrollo integral, lo multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario son conceptos posmodernos que pertenecen al nuevo paradigma holístico. El modernismo disciplinar pertenece, pues, al paradigma científico.
Por último, me gustaría explicar el concepto de armonía y su relación con el holismo. El concepto de armonía al interior del holismo explica cómo el universo está compuesto por partes que se corresponden, como las notas de un acorde musical. Las cosas más diversas del universo llegan a relacionarse en una armonía perfecta. Todo está ligado con todo; cuando una cosa se mueve, las otras le hacen sitio, en orden, sin conflicto. En el Tao-Te-King o Camino de la virtud se menciona que en este sendero se nivelan los opuestos para volver a la Gran Armonía inicial, al origen (Racionero, 2000:62).
El mundo de la forma demuestra la armonía a través de la cohesión molecular, la atracción electromagnética o lo que Newton llamaría gravitación para el caso particular de la materia: “esa misteriosa simpatía llamada ‘resonancia’ por los chinos y que Dante poetiza como ‘l’amor che muove’l sol e l’altre stelle’ ” (Racionero, 2000: 64). En el canto xxxiii de la Divina Comedia, Dante narra cómo estando en el Paraíso entra en contacto directo con Dios y afirma que para continuar “no bastaban las propias alas”. Tras un inexplicable rayo de comprensión, su alma entra en total armonía con el amor divino; Dante entiende que fue “el amor que mueve al Sol y las estrellas” el motivo de su iluminación (Alighieri, 1922:602).