Читать книгу Yoga y Psicoterapia Gestalt - Andrea Álvarez Sánchez - Страница 8
PROBLEMÁTICAS DEL CRECIMIENTO PERSONAL
ОглавлениеAlgunas problemáticas que este estudio plantea como fundamentales desde la perspectiva de la psicoterapia Gestalt en su correlación con el bienestar del individuo, son las siguientes:
a) El insuficiente autoconocimiento y awareness (“darse cuenta” o toma de conciencia).
El autoconocimiento es indispensable para el equilibrio biopsicoemocional del individuo, fundamental para el óptimo funcionamiento personal, social, e incluso para la preservación de la especie. Un aspecto clave para el desarrollo humano es la adquisición de habilidades sociocognitivas y emocionales para enfrentar problemas (OPS, 2001:6).
El tema es una parte clave de la iniciativa internacional “habilidades para la vida en las escuelas”, promovida por la OMS, un programa que ofrece herramientas psicosociales para acceder a estilos de vida saludables. Las diez habilidades son autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, solución de problemas y conflictos, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo de emociones y sentimientos, y, por último, manejo de tensiones y estrés (Montoya Castilla y Muñoz Iranzo, 2009:1).
El autoconocimiento y dominio interno nos acerca a la coherencia, la estabilidad y el fluir sabiamente con la vida. Francisco Huneeus, director de la Editorial Cuatro Vientos, afirma en el libro El darse cuenta que su opuesto es el dejarse llevar. Por las olas de pensamiento incesante, por las creencias negativas, por lo que dicen otros, por no saber escuchar al cuerpo, por vivir a marchas forzadas llevando al límite la capacidad física, por ascender en la pirámide de la competencia social a costa de lo que sea, por vivir en una falta de respeto hacia uno mismo. El awareness o “darse cuenta” es el agente curativo más importante.
Lo anterior implica el proceso de estar alerta; de tomar conciencia; percatarse y saber diferenciar entre lo mío y lo que proviene del exterior; lo real y lo que es fantasía; lo que vale la pena y lo que no; qué es recuerdo y qué es aquí y ahora; qué es emoción y qué intelectualización; lo que soy yo y lo que eres tú (Huneeus en Stevens, 2011:10). El darse cuenta sirve justamente para tomar conciencia de la energía que se emplea y puede llegar a usarse para el autosustentamiento; el individuo descubre la posibilidad de hacer cosas por sí mismo que antes necesitaban una guía. Todo el mundo dispone de un enorme potencial en desuso y el “darse cuenta” puede activarlo. John O. Stevens afirma que “El modo de ayudar verdaderamente a alguien no es ayudándolo a hacer algo, sino ayudarlo a darse más cuenta de su propia experiencia” (Stevens, 2011:164).
b) La falta de contacto consigo mismo es un obstáculo para el bienestar y el equilibrio.
Sin un contacto auténtico consigo, se vuelve complejo encontrar respuestas sobre las necesidades personales. “El contacto es un concepto básico en la terapia Gestalt: entrar en contacto con. Cotidianamente gastamos mucho de nuestro tiempo evitando el contacto; ésa es una manera, entre otras muchas, para utilizar en forma inadecuada nuestra energía” (Castanedo Secadas, 2007:83). Según Margherita Spagnuolo Lobb, “la psicopatología se trata de una interrupción habitual de la capacidad de contactar, que lleva a la acumulación de situaciones inconclusas” (Spagnuolo Lobb, 2009:122). Dejar de escucharse a sí mismo atrofia el sentido común, provoca actitudes autodestructivas y obstaculiza la atención profesional cuando es requerida. Pese al impacto de los trastornos psicoemocionales, una considerable proporción de personas no acude a su tratamiento o retrasa mucho la búsqueda de ayuda. María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, informó que en México menos de 20% de quienes presentan un trastorno afectivo buscan algún tipo de ayuda, y se estima que quienes lo hacen tardan hasta 14 años en conseguir un tratamiento especializado. México es una de las naciones que muestra mayor retraso en la búsqueda de atención (Rodríguez, 2014:1).
Es con la pérdida de la salud cuando el individuo emprende un cuestionamiento existencial y se detiene para escuchar a través del síntoma un mensaje. Algunas personas inician un cambio de conciencia a raíz de alguna enfermedad, lo cual implica una mayor relación de contacto consigo mismos.
c) La desconexión cuerpo-mente-emoción impide al individuo vivirse como un ser completo y esto conduce a la neurosis, el estancamiento y la patología.
La desconexión mente-cuerpo-emoción se asemeja a tener una brújula interna descompuesta. Percibir los mensajes del cuerpo suena natural; sin embargo, este fenómeno a menudo es ignorado por el ser humano de nuestros días. El cuerpo tiene un lenguaje, el problema es no saber escuchar ese lenguaje. En las ciudades, estímulos externos como el ruido ambiental y la tendencia a reducirse únicamente al entorno hacen que este lenguaje corporal se ignore.
Para poder escucharlo hay que poseer cierto grado de sensibilidad y silencio. Cuando el cuerpo habla a través de un síntoma y no se le hace caso, termina adoptando medidas más drásticas. Estas medidas a veces alcanzan grados de enfermedad severa con daños irreversibles. Muchas veces ésta es la única forma que el cuerpo tiene para pedir ser escuchado. Establecer una escucha es esencial para una vida sana. Al respecto, Dethlefsen y Dahlke comentan:
Enfermedad significa, pues, la pérdida de una armonía o, también, el trastorno de un orden hasta ahora equilibrado […] la pérdida de armonía se produce en la conciencia, en el plano de la información, y en el cuerpo sólo se muestra […] el cuerpo material es el escenario en el que se manifiestan las imágenes de la conciencia. Por lo tanto, si una persona sufre un desequilibrio en su conciencia, ello se manifestará en su cuerpo en forma de síntoma […] El síntoma puede decirnos qué es lo que nos falta —pero para entenderlo tenemos que aprender su lenguaje— […] El lenguaje es psicosomático, es decir, sabe de la relación entre el cuerpo y la mente (Dethlefsen y Dahlke, 2012:1822).
La mente es un misterio y lidiar con ella requiere práctica, constancia y firmeza. Muktananda dice que “La mente es el misterio de la vida humana. Puede ser el jardín de la alegría, o el camino secreto a la muerte. Nos puede mostrar el cielo, o llevarnos al infierno” (Muktananda, 2000:1). El dominio de la mente es todo un camino que conduce a la dicha última. El yoga ofrece varias formas de volverse maestros de la mente. Al respecto, Durgananda comenta: “Nuestras dificultades surgen de nuestra falta de habilidad para manejar los productos de la mente. Por lo tanto, su prescripción [de Swami Muktananda] para la confusión y la infelicidad era muy simple: nos dijo que nos volviéramos maestros de nuestra mente” (Durgananda en Muktananda, 2000:XV). Muchas veces, aunque la corporalidad nos indique una determinada dirección, la mente, condicionada por las creencias, nos dicta ir en otro sentido.
d) Las creencias o introyectos.
Son parte importante de la raíz del problema, que implica liberarse de las ataduras que limitan una expansión del potencial humano en su mayor capacidad. Castanedo Secadas afirma que:
Introyezctar significa poner adentro […] Los diferentes sistemas socioculturales a los que pertenecemos y que nos moldean, como la familia, la escuela, la religión, el contexto social, económico y político nos lanzan en nuestro interior estilos de vida, reglas, principios, costumbres y prohibiciones (Castanedo Secadas, 2007:93).
Asimiladas por el individuo, estas creencias se convierten en parte importante de la estructura de su personalidad, pero otras más no son digeridas y se convierten en un cuerpo extraño dentro del organismo que perturban su funcionamiento. El introyector está gobernado por los “debería” morales de los otros. Perls dice que “el hombre que introyecta nunca tiene oportunidad de desarrollar su propia personalidad y por otra parte la introyección contribuye a la desintegración de la personalidad” (Perls, 2011:44), ya que el introyector es un neurótico y “el neurótico no puede ver claramente sus propias necesidades y por lo tanto no las puede satisfacer” (Perls, 2011:39).
e) La falta de movimiento físico es peligrosa para la salud.
Quien no practica algún ejercicio es más susceptible de enfermarse y de vivir con menor calidad de vida y morir antes que quien sí practica actividad física; esto se sustenta con el reporte “Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud” de la OMS en 2010: “La inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial). Sólo la superan la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) y el exceso de glucosa en la sangre (6%). El sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad mundial” (OMS, 2010:10).
“Lo que no se mueve, se atrofia”, es un dicho que proviene de la teoría de la evolución de Jean Baptiste PierreAntoine de Monet de Lamarck (1744-1829), quien expone en la primera ley de su libro Filosofía zoológica la ley de uso y desuso, el cual implica que todo órgano sin utilizar, se atrofia, mientras aquel que se utiliza, se fortalece (Lamarck, 1986:175).
La práctica física de yoga, al mover cada parte del cuerpo, es integral porque involucra distintos procedimientos corporales: sistema respiratorio, cardiovascular, óseo, muscular, linfático; da oxigenación y movimiento a órganos importantes como el hígado, el colon, los riñones, los intestinos, y hasta los dedos de los pies, los ojos, las orejas y las uñas. Campbell sostiene que el yoga ha sido aceptado por la sociedad occidental como una práctica física benéfica que ayuda al practicante a estar más saludable y feliz. A esta conocida tendencia social se le ha nombrado “yogaización de Occidente” (Campbell, 2007:V-IX).
La práctica es física, cerebral y emocional; brinda mayor capacidad de atención, concentración, mejor manejo de emociones negativas, aumento de las positivas, un descanso de las actividades cotidianas, alineación de la postura corporal, y ayuda a desbloquear el sistema nervioso: “La práctica de āsanas diversas descongestiona el sistema nervioso, hace que la energía fluya en el sistema sin obstrucciones y asegura una distribución armoniosa de esa energía” (Iyengar, 2011 [2003]:232).
La Gestalt es un tipo de psicoterapia que integra al cuerpo en su metodología de trabajo, es decir, no es puramente intelectual, coloca afuera lo que está adentro para poderlo identificar. Ginger y Ginger comentan al respecto que la Gestalt es una terapia holística, lo cual significa que toma en cuenta a todo el organismo; el síntoma corporal es tomado como la puerta de entrada y a veces se sugiere amplificar este sentimiento o síntoma para llegar al awareness (Ginger y Ginger, 2012:185187). Conviene estar en conexión y conciencia con la sensación corporal: esto es un cimiento para el trabajo interior terapéutico. James I. Kepner afirma que una buena cimentación es justamente establecer un buen contacto con las sensaciones en el cuerpo: “Sin una sensación clara de nosotros mismos y de nuestro entorno perdemos nuestra base en el mundo” (Kepner, 2000:95). En terapia Gestalt se pregunta por la sensación corporal y se fomenta la conexión con ella; esto ayuda a entrar en contacto profundo con uno mismo, lo cual lleva al “darse cuenta” o awareness, que se aproxima a la integración psíquica interna.
La disciplina del yoga coincide en esta finalidad: yoga significa literalmente “unión”: “Unión o integración desde la capa más exterior hasta el sí mismo más interior, es decir, de la piel a los músculos, huesos, nervios, mente, intelecto, voluntad, conciencia y sí mismo” (Iyengar, 2011 [2003]:94).
El camino para llegar a esta unión o vivir en ella implica una filosofía y una práctica. La práctica nos trae al presente, al aquí y ahora, y esto apacigua la mente y clarifica las emociones. Desde hace siglos la ciencia del yoga se ha abocado a aquietar el pensamiento, pues de ahí nace la verdad que se anhela conocer sobre sí mismo y el universo. Iyengar, maestro yogui de la India, asegura que:
El yoga ofrece los medios para comprender el funcionamiento de la mente, y ayuda a serenar sus movimientos, conduciéndonos hacia un imperturbable estado de silencio que mora en la sede de la conciencia. El yoga es pues, el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente (Iyengar, 2011 [2003]:95).
Esta disciplina nos permite vivir en equilibrio, flexibilidad y coherencia: “El yoga es un arte, una ciencia y una filosofía. Afecta a todos los niveles de la vida humana, tanto física, mental como espiritualmente. Es un método práctico para dar sentido a la propia vida y convertirla en útil y noble” (Iyengar, 2011 [2003]:21).
Este estudio aborda las coincidencias expuestas entre la psicología humanista y el yoga, y propone usar la práctica de esta última como estrategia psicoterapéutica en el proceso gestáltico, por ser una excelente herramienta para incrementar las formas de llegar al darse cuenta, unificar la desconexión mente-cuerpo-emociones; incluye una práctica física que ofrece múltiples beneficios al cuerpo y su conservación, y es una forma de promover un estilo de vida saludable, congruente y en equilibrio físico, mental y emocional.
La propuesta para mejorar la salud psicoemocional y física es usar tanto la psicología humanista como el yoga.