Читать книгу El libro negro del comunismo - Andrzej Paczkowski - Страница 11
ОглавлениеPRIMERA PARTE
UN ESTADO CONTRA SU PUEBLO
Violencias, temores y represiones en la Unión Soviética por Nicolás Werth
Traducción: César Vidal
ADVERTENCIA DEL TRADUCTOR
Harold Shukman, el gran especialista en historia rusa y profesor de Oxford, señalaba al traducir la biografía de Stalin escrita por D. Volkogonov que «es virtualmente imposible transliterar todos los nombres rusos de manera consistente, excepto mediante una variedad de anotaciones especializadas que requerirían su propio glosario» (Stalin. Triumph and Tragedy, Londres, 1991). El hecho de que, efectivamente, la lengua rusa posea un alfabeto que no se corresponde exactamente con el castellano, así como la circunstancia de que en buen número de casos las transliteraciones se han realizado siguiendo el modelo alemán, francés o inglés pero no el castellano, incorpora una dificultad añadida a esta cuestión. En la misma versión original en francés de la presente obra coexisten diversas transliteraciones del ruso que no solo aparecen en partes distintas del libro sino incluso en el mismo capítulo según se refieran al cuerpo principal del texto o a las notas. En la presente versión al castellano hemos juzgado más conveniente unificar las transliteraciones siguiendo los criterios que detallamos a continuación: 1. Cuando un nombre o término cuenta con una transliteración universalmente aceptada la hemos mantenido aunque no se corresponda con la más exacta. Así, hemos preferido Lenin a Lienin o Moscú a Moskvá. 2. Cuando el nombre o término carece de esa universalidad hemos preferido la transliteración correcta del alfabeto cirílico al castellano v. g.: Yezhov es preferible a Ejov o a Yejov, por la sencilla razón de que, a diferencia del francés o del inglés, la transcripción zh se asemeja más al sonido castellano que la j. De la misma manera, es más adecuado Ojrana que Okhrana, ya que el sonido de la letra rusa es similar al de nuestra j y distinto de la kh en castellano. 3. Hemos mantenido asimismo términos que, pese a su origen incorrecto, han adquirido también carta de naturaleza en nuestra lengua v. g.: el tovarish (compañero) ruso que se convirtió en camarade al ser traducido al francés, pasó luego al castellano como camarada. Su utilización es, sin embargo, tan popular que la hemos mantenido. 4. En los nombres de autores consignados en notas, hemos utilizado la transliteración correcta si se trataba de obras en ruso. Si, por el contrario, se trataba de obras traducidas a otras lenguas, hemos utilizado asimismo la transliteración correcta al ruso pero añadiendo entre paréntesis la señalada en el libro para no obstaculizar la búsqueda ulterior de bibliografía. 5. Finalmente, los textos inicialmente escritos en ruso hemos preferido traducirlos del original para no debilitar su fuerza, que en algunos casos resulta realmente extraordinaria.