Читать книгу Discursos privados I - Demóstenes - Страница 33
TESTIGOS
Оглавление[27] Así pues, aunque podemos presentar tantas alegaciones de derecho, y aun cuando estamos dispuestos a recurrir a las pruebas más decisivas en la cuestión de los testimonios, éste, a pesar de haber rehuido todos los medios citados, cree que, colmándome de calumnias y acusaciones respecto del proceso pasado, logrará persuadiros a que condenéis al testigo, después de haber urdido la intriga, creo, más inicua y [28] engañosa de todas. En efecto, se ha provisto de testigos falsos sobre los referidos puntos, con Onétor, su cuñado, y Timócrates 7 como coregos 8 , mientras que nosotros, por no haberlo sabido de antemano y considerando que el proceso versaría sobre este testimonio, no tenemos ahora preparados los testigos en materia del lucro derivado de la tutela. Con todo, aunque este tipo haya actuado con tanta sofistería, refiriendo los hechos en sí creo que os demostraré fácilmente que éste ha incurrido en condena con más [29] justicia que ningún otro hombre, no porque yo haya impedido que torturara a Milias, ni porque él le haya reconocido como libre y los testigos, aquí presentes, atestiguado tal condición, sino porque fue convicto de haberse apropiado de muchos bienes míos y porque no arrendó el patrimonio, a pesar de ordenarlo así las leyes y las disposiciones testamentarias de mi padre, como yo os demostraré con claridad; pues a todos fue posible ver eso, las leyes y la cuantía de caudales que estos sujetos habían depredado, mientras que nadie sabía quién era Milias. Por los cargos conoceréis que esos hechos son así.
En efecto, jueces, yo ejercité una acción de tutela [30] contra este sujeto no con una estimación global, como habría hecho quien intentara acusar con falsía, sino con asentamiento de cada artículo, en virtud de qué lo había percibido, a cuánto ascendía el montante y cuál era la fuente, y en ninguna parte hice mención de Milias como persona sabedora de eso. Bien, [31] el principio de la demanda es: «Estas reclamaciones formula Demóstenes contra Áfobo: Áfobo retiene haberes míos que posee en virtud de su tutela: ochenta minas, dote de mi madre que percibió a tenor del testamento de mi padre.» Éste es el primero de los bienes de que afirmo haber sido desposeído. ¿Qué ha sido depuesto por los testigos? «Atestiguan haber estado junto al árbitro Notarco cuando Áfobo reconoció que Milias era libre, manumitido por el padre de Demóstenes.» Considerad, pues, entre vosotros mismos [32] si os parece que podría existir una persona, orador, sofista o hechicero tan singular y ducho en la oratoria como para, con este testimonio, demostrar a cualquier ser humano que Áfobo retiene la dote de su madre. ¡Por Zeus!, ¿diciendo qué? ¿La frase «reconoció que Milias era libre»? ¿Por qué iba a tener por eso la dote? No, sin duda por esto no podría parecerlo. ¿Con base en qué fue probado eso? Primero: [33] Terípides, que era cotutor, depuso en su contra habérsela entregado; segundo: Demón, que era tío suyo, y otros testigos presenciales atestiguaron que este sujeto acordó dar alimentos a mi madre en su calidad de tenedor de la dote. Y no atacó a éstos evidentemente porque sabía que habían atestiguado la verdad. Todavía más: mi madre, ofreciéndose espontáneamente, quiso añadir un juramento por mi vida y la de mi hermana de que este individuo percibió su dote a tenor del testamento de mi padre. ¿Diremos [34] que tiene estas ochenta minas, o no? ¿Que incurrió en condena por culpa de estos testigos, o por culpa de aquéllos? Pues yo creo que por culpa de la verdad. Pues bien, aunque ha explotado éstas durante diez años, y sin haberse resuelto a devolverlo a pesar de que fue condenado, dice que ha sufrido un trato inicuo y que ha perdido por culpa de estos testigos. Y ciertamente, ninguno de éstos ha atestiguado que él poseyera esa dote.
[35] Bien, en cuanto al préstamo marítimo, los fabricantes de lechos, el hierro y el marfil que se nos dejaron y la dote de mi hermana, que fraudulentamente ha hecho pasar a otras manos para seguir él en posesión de cuantos bienes míos quisiera, escuchad y ved con cuánta justicia ha sido condenado y que Milias no debía ser sometido a tortura sobre estos puntos. [36] En efecto, respecto de los bienes que fraudulentamente has hecho pasar a otros, hay una ley que dice claramente que los sigues debiendo igual que si los tuvieras tú mismo. En consecuencia, ¿por qué la tortura? A su vez, en cuanto al préstamo marítimo, después de haberos puesto de acuerdo con Juto, repartido el dinero, destruida la documentación, amañado todo del modo que quisisteis y falsificado los registros, como atestiguó Demón contra vosotros, estáis engañando a estas personas y pretendéis desviarlas [37] del recto camino. Bien, respecto de los fabricantes de lechos, si tú, que te apropiaste de mi dinero e hiciste particularmente pingües negocios dando a préstamo sobre mis bienes, tú que hubieras debido impedirlo a los demás, si los has hecho desaparecer luego, ¿qué pueden hacerte los testigos? Pues éstos, al menos, no han depuesto que reconocías dar préstamos sobre mis bienes y haber llevado a tu casa los esclavos, sino que esto lo anotaste tú en tus cuentas y los [38] testigos lo declararon contra ti. Por otra parte, en la cuestión del marfil y del hierro, yo afirmo que todos los criados saben que este tipo los vendía y que ya entonces, y también ahora, estaba yo dispuesto a entregarle el que quisiera de éstos y a que, tomándolo, lo sometiera a tortura. Pues bien, si dice que yo no quiero entregar al que está informado y sí ceder a los carentes de información, mucho más evidente será que le convenía haberlos aceptado, pues si quienes ofrecía yo como conocedores de los hechos hubieran negado que él tuviera ninguno de estos bienes, habría quedado, sin duda, libre de la acusación. Mas no hay tal, sino que hubiese sido convicto claramente [39] de la venta y de que había cobrado el precio. Por eso, rechazados los unánimemente reconocidos como esclavos, pretendía torturar al libre, a quien no hubiese sido pío entregar, no porque buscara someter a prueba la verdad, sino porque, al no recibirlo, quería aparentar que su alegación era razonable. Pues bien, respecto de todos estos puntos, en primer lugar respecto de la dote, después acerca de los bienes que fraudulentamente ha hecho pasar a otras manos y de lo demás luego, os leerá las leyes y los testimonios, para que tengáis un conocimiento cabal.