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Desafíos seculares y oposición renovada: 1976-1984

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Desde Life of Mrs. E. G. White, de Canright,505 la publicación más importante que rechaza la revelación especial y la autoridad por la inspiración es Prophetess of Health: A Study of Ellen G. White (1976), de Ronald Numbers. Este escribió su libro mientras servía como profesor de historia en la Universidad de Loma Linda. Atribuyó a los contemporáneos de Elena de White la mayoría de sus ideas sobre salud y sugirió que ella había ocultado esta dependencia. Numbers, a priori, marginó lo sobrenatural en las visiones y las enseñanzas de salud de Elena de White.506 Revisó y amplió su libro Prophetess of Health en 1992, y otra vez en 2008, pero su orientación fundamental permaneció sin cambios.507

En 1976, el personal del Patrimonio Elena G. de White preparó una crítica del libro de Numbers, de 127 páginas y con apéndices que contenían material de fuentes primarias.508 A Critique of the Book Prophetess of Health llegaba a la conclusión de que Numbers defendía supuestos “naturalistas”. En su prefacio, Numbers reconocía que los “discípulos” de Elena de White creían que ella recibió “revelaciones genuinas de Dios” y que “le concedían un estatus igual al de los profetas bíblicos”. Al intentar ser objetivo, Numbers “evitó usar la inspiración divina como una explicación histórica”. Al rechazar varios “supuestos” providenciales, él adoptó un enfoque histórico-crítico de los escritos de Elena de White, similar al enfoque de los historiadores seculares y de muchos eruditos bíblicos modernos que critican la Biblia.509

Los evangélicos protestantes adoptaron en gran medida las conclusiones de Numbers respecto de Elena de White, aunque no todos sus supuestos seculares. Fue William B. Eerdmans, un editor protestante e históricamente evangélico, quien imprimió la tercera edición de Prophetess of Health, de Numbers.

A mediados de la década de 1970, llegó a la Iglesia Adventista un tipo de evangelismo nuevo. Los principales impulsores de esta perspectiva fueron Robert Brinsmead y Desmond Ford. Su énfasis en la justificación forense restringía la expiación a la muerte de Jesús en la Cruz. Ellos definían la salvación como un evento estrictamente legal y vicario, separado de la santificación o la vivencia personal. Brinsmead evaluó los escritos de Elena de White a través del lente de su propia perspectiva de “justificación por la fe” y su interpretación de los escritos pasó por tres etapas. Estas se encuentran reflejadas en tres publicaciones. La primera, de 1975, fue The Theology of Ellen G. White and an Evangelical Reflection.510 Sin embargo, a raíz de muchas declaraciones de Elena de White, Brinsmead abandonó su “esclarecedora” mirada de la perfección milagrosa del pueblo de Dios en el tiempo del fin, y argumentó que Elena de White sostenía una justificación estrictamente forense y una visión de expiación vicaria de la salvación.511 Cuatro años después, en 1979, publicó 1844 Re-Examined, y argumentó que los elementos distintivos de la doctrina adventista del Juicio Investigador y del Santuario se oponían a la expiación vicaria, no se basaban en la Escritura y dependían de los escritos de Elena de White.512 Su opinión de Elena de White estaba escindida. Mientras afirmaba que ella era evangélica en sus puntos de vista de la salvación, él rechazaba sus opiniones sobre el Santuario. Brinsmead seguía mayormente el principio apotelesmático de Desmond Ford, que veía a 1844 como una restauración del evangelio del Nuevo Testamento, como lo definía él. El libro 1844 Re-Examined expresaba una postura intermedia que pronto, en 1980, pasó a sostener la opinión de que los escritos de Elena de White eran necesarios para establecer la doctrina adventista del séptimo día. En Judged by the Gospel, Brinsmead abandonó todo intento de armonizar el evangelio de la expiación sustitutiva forense con las posiciones adventistas y de Elena de White sobre la doctrina del Santuario.513 Él consideraba que la expectativa del 22 de octubre de 1844 fue un “fiasco” y una “fantasía apocalíptica”.514 A su vez, Brinsmead cuestionó la ética de Elena de White en su uso de fuentes y no podía armonizar la práctica de ella con el punto de vista de la inspiración que él tenía.

Desmond Ford y la reunión de 1980 en Glacier View Ranch, Colorado, fueron una gran experiencia de zarandeo para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.515 Muchos pastores dejaron la Iglesia Adventista porque no podían armonizar el evangelio con los escritos de Elena de White y la visión adventista del Santuario. Desde entonces, la mayoría de los oponentes a Elena de White creen erróneamente que sus escritos, y no la Biblia, son la base de las doctrinas distintivas adventistas del séptimo día. En el ínterin, la Comisión de Daniel y de Apocalipsis, y el Instituto de Investigación Bíblica publicaron una cantidad de libros para establecer la base bíblica de la doctrina adventista del Santuario. El tomo 5 de los siete de la Serie de la Comisión de Daniel y de Apocalipsis proveyó un estudio de la historia de la doctrina del Santuario en el adventismo temprano, y dio una respuesta al documento de Desmond Ford presentado en Glacier View.516 Además de este tomo, se publicaron otros capítulos que trataban sobre Elena de White, y cuestiones doctrinales o interpretativas.517 En 1981, una publicación separada del Instituto de Investigación Bíblica abordó, desde la perspectiva bíblica, teológica e histórica las temáticas del Santuario y de la expiación.518 Un estudio cuidadoso del desarrollo de la teología adventista del séptimo día muestra que Elena de White no dio origen a ninguna de las doctrinas adventistas. Aun así, es cierto que sus primeras visiones apoyaban la constante importancia de los períodos proféticos descritos en Daniel basados en un modelo historicista. A lo largo de su vida, los escritos y el ministerio de Elena de White estuvieron vinculados inseparablemente al marco profético adventista.

Donald R. McAdams era un erudito más paciente y conciliador que Ron Numbers y otros que insistían en sus conclusiones sin importarles las consecuencias. McAdams buscó trabajar dentro de las estructuras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y del Patrimonio White para comprender mejor el uso que Elena de White había hecho de las fuentes en El conflicto de los siglos. Se le dio acceso a los materiales del Patrimonio White y preparó un estudio que documentaba el uso de otras fuentes históricas por parte de Elena de White. McAdams creía que la educación superior, en particular la Universidad Andrews donde él enseñaba, podía lograr cambios positivos. Sus materiales de investigación los distribuyeron solo a académicos de confianza, a líderes de la Iglesia Adventista y al Patrimonio White. Luego, a pedido de McAdams, sus materiales y su correspondencia fueron salvaguardados en el Centro del Patrimonio Adventista de la Universidad Andrews; y él también conservó personalmente algunos materiales. Finalmente en 2008, Benjamin McArthur, profesor de historia de la Universidad Adventista del Sur, obtuvo permiso de McAdams y reveló más detalles sobre la historia de esa investigación y la experiencia de McAdams a principios y mediados de la década de 1970.519

En 1982 Walter Rea, un pastor adventista del séptimo día del sur de California, publicó The White Lie, que ampliaba la afirmación de Numbers de que Elena de White dependía en gran medida de otros autores y usaba material sin darles crédito. El libro de Rea demostraba paralelos literarios entre Elena de White y autores contemporáneos. Él concluyó que ella plagiaba gran parte de lo que escribía.520 La suposición subyacente de este libro era que la inspiración, en esencia, funciona independientemente de fuentes externas no inspiradas. Por lo tanto, como Elena de White usaba fuentes literarias “ampliamente”, su autoridad no se basaba en la revelación especial sino más bien en los escritos de otros. Además, Rea argumentaba que ella, de forma poco ética, encubría su uso de fuentes y atribuía ese contenido a sus visiones. Numbers y Rea sí demostraron que Elena de White había recurrido a fuentes literarias más de lo que la mayoría se había dado cuenta. Sin embargo, la investigación subsiguiente, como el “Proyecto de investigación ‘Vida de Cristo’ ”, de Fred Veltman,521 ha demostrado que Elena de White claramente desarrolló ideas y líneas de pensamiento propias e independientes, y que no dependía tan ampliamente de fuentes literarias en El Deseado de todas las gentes como Rea había propuesto. Se ha estudiado un poco el entorno literario de la época de Elena de White; pero es necesaria una mayor investigación sobre las características y la interdependencia de la literatura piadosa del siglo XIX.

La influencia y las publicaciones de estas cuatro personas –Numbers, Brinsmead, Ford y Rea– llevó a que los estudios de Elena de White adquirieran un nuevo enfoque. Varias publicaciones y documentos de los archivos del Patrimonio White (SDoc) aparecieron como respuesta a los conceptos presentados por estos hombres. En marzo de 1981, Rober W. Olson publicó su muy leído e influyente One Hundred and One Questions on the Sanctuary and on Ellen White.522 Este cuadernillo de Olson abordaba un amplio espectro de cuestiones relacionadas con las acusaciones de Brinsmead y de Ford. En 1983 George Rice, luego secretario asociado del Patrimonio White, publicó Luke, a Plagiarist?523 En este libro, Rice propuso un modelo de inspiración bíblica basado en el Evangelio de Lucas. Él argumentó que Lucas era, en esencia, un compilador que recurrió a distintas fuentes y que, si se comprendiera el modelo de Lucas, “podrían no haber surgido las acusaciones de plagio que se realizan hoy contra Elena de White”.524 Aun antes de que Rea publicara su libro, John Robertson, otro pastor del sur de California, publicó The White Truth. Aunque el autor nunca tuvo la intención de que su libro fuera una respuesta a The White Lie, la editorial lo tituló y lo adaptó para responder a artículos en la prensa pública y a las presentaciones hechas por Rea.525

Durante la década de 1980, los periódicos y revistas regulares de la iglesia y el Patrimonio White respondieron a varias cuestiones por medio de numerosos documentos de estante (SDoc) y publicaciones sobre temas relacionados con Elena de White.526 Estos incluían discusiones como: Elena de White y el Santuario;527 la manera en que Elena de White escribía, fuentes literarias y plagio;528 la puerta cerrada;529 Elena de White y la Escritura;530 Elena de White y la doctrina adventista del séptimo día;531 inspiración y autoridad;532 y hermenéutica.533 En su mayoría, los documentos de estante del Patrimonio White (SDoc) no fueron publicados, pero se los puso a disposición en general y, por lo tanto, se los trata como publicaciones a los fines de este ensayo.

Muchos de los artículos y los documentos de estante (SDoc) con fecha de 1982 fueron elaborados en conexión con el Congreso Internacional de Orientación Profética de 1982, realizado en la Asociación General. El Patrimonio White, bajo la dirección de Robert Olsen, realizó una compilación de artículos relevantes de periódicos y la tituló Periodical Articles Concerning Inspiration, Ellen G. White, and Adventist History.534 Roger Coon, que dictó la clase de Escritos de Elena G. de White en el Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews durante las décadas de 1980 y 1990, desarrolló una antología de dos tomos de artículos publicados sobre cuestiones actuales. Este recurso útil cubría el período entre 1980 y 1992.535 Coon también publicó una obra útil, que describía las visiones más importantes de Elena de White, y tres folletos más.536

En 1983, Ron Graybill completó su tesis sobre Elena de White y otros fundadores de religiones del siglo XIX.537 Como uno de los investigadores más capaces del Patrimonio White y escritor eficaz, Graybill desarrolló una cantidad de estudios valiosos que se continúan usando hasta hoy. Infelizmente, falseó el contenido de su tesis para ocultar que usó, sin autorización, material inédito de la colección Lucinda Hall. Hacía poco que el Patrimonio White había comprado la colección Hall en el mercado abierto y, como las cartas revelaban tensiones maritales entre James y Elena de White, por el momento decidió mantenerlas fuera del sistema regular de archivo. Por un tiempo, circularon diferentes versiones de la tesis de Graybill según quiénes iban a leer, si en el Patrimonio White o en su comisión de tesis en la Universidad John Hopkins. Como resultado de este encubrimiento, el Patrimonio White despidió a Graybill.

Ellen G. White, obra de seis tomos escrita por Arthur L. White, es por lejos la biografía definitiva más extensa de Elena de White. En total cuenta con 2.917 páginas, y fue publicada entre 1981 y 1986.538 En el 2000, estos tomos se resumieron en uno solo, Elena de White: Mujer de visión, en parte para facilitar la traducción a otros idiomas.539 Esta biografía sigue siendo la mejor fuente general sobre la vida de Elena de White y, de manera eficaz, conecta su historia con el desarrollo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día hasta 1915.

La biografía más reciente de Elena de White fue escrita por Ciro Sepúlveda, profesor de historia de la Universidad de Oakwood. Ellen White: The Troubles and Triumphs of an American Prophet, escrita en estilo popular, enfatiza el papel de Elena de White en el desarrollo del ministerio para los afroamericanos y la Universidad de Oakwood, en el marco de la historia estadounidense.540

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