Читать книгу Papel pintado - Javier Milei, Diego Giacomini - Страница 12

d) ¿Cómo justifican la estafa?

Оглавление

En la Argentina (y en otras partes del mundo) existe todo un andamiaje educativo tendiente no solo a ocultar toda la realidad que explicamos más arriba, sino también a adoctrinar en el sentido contrario. La educación pública, ya sea de gestión estatal o de gestión privada, busca inculcarnos que la moneda debe ser cien por ciento estatal y monopólica. Se nos adoctrina en la religión del Estado desde pequeños, enseñándonos que los políticos gobiernan para el bienestar general, y que el dinero es algo demasiado importante para ser dejado en manos de los privados. Se nos enseña que el dinero solo puede ser estatal y monopólico porque es soberanía.

Sostener que el dinero estatal y monopólico hace a la soberanía es una de las mentiras más inmorales que escuchamos desde pequeños. Ese dinero es funcional a un Estado más grande y a un negocio mayor para la política y sus burócratas, lo cual implica mayor impuesto inflacionario, más violación a la propiedad privada, menos ahorro, inversión, acumulación de capital, crecimiento y prosperidad. En suma: menos soberanía. Todo lo contrario de lo que nos enseñaron. La soberanía no pasa por tener la cara de San Martín en los billetes, sino por una economía que crece, que ofrece prosperidad y libertad.

También nos mienten cuando nos enseñan que si el dinero no fuera estatal habría menos crédito, subiría la tasa de interés y por ende bajaría la tasa de crecimiento. De acuerdo con este mito, evitar que el BCRA y los bancos creen dinero de la nada hará subir la tasa y lesionará el crecimiento. Pero es una ficción que ante la escasez de ahorro genuino se pueda inventar crédito expandiendo artificialmente la oferta y bajando la tasa. La inversión nunca puede ser mayor que el ahorro voluntario de la sociedad. El ahorro y la inversión siempre terminan siendo idénticos. La inversión está obligada a converger en la cantidad de ahorro genuino que haya, mucho o poco. Cuando los bancos inventan crédito y financian inversión por encima del ahorro existente, los empresarios tienden a invertir mal, en proyectos desproporcionados que tarde o temprano son liquidados, obligando a la inversión a converger en los niveles de ahorro genuino y voluntario que hayan en el sistema.

Papel pintado

Подняться наверх