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NOSODES
ОглавлениеLos nosodes son remedios preparados con componentes corporales, productos metabólicos, microorganismos previamente esterilizados. Sin embargo, este proceso no hace perder al preparado la información proteica del microorganismo, pero sí, en cambio, patogenicidad.
Hoy día la nosodoterapia es un campo acreditado y mucho de ella se ubica dentro de la medicina biológica y, de un modo preciso, en el territorio de la homotoxicología. Su base clínica y teórica guarda una vinculación directa con la inmunología.
Del todo separado de la terminología que usa Bach, modernamente se habla de preparaciones isopáticas cuando los medicamentos se refieren a preparados a partir de la propia secreción patológica del paciente. Es decir, es un producto generado a partir del propio paciente. Los nosodes, en cambio, se elaboran a partir de otro enfermo (heteronosode). De modo que cuando en homotoxicología se habla de isobáticos se están refiriendo a los nosodes autógenos de Bach.
Ahora bien, la idea de tratar las enfermedades con productos patológicos es muy antigua, y por lo menos puede fecharse en 1638 cuando Robert Fludd, un profesor de anatomía, aconsejaba la utilización de la flema de los tuberculosos para el tratamiento de los tísicos. Por su parte en la homeopatía, Hering en 1831 había recomendado curar la viruela y la rabia usando su propio veneno dinamizado, y dos años más tarde dio a conocer un remedio (Lyssin) preparado con la saliva de un perro rabioso. Podríamos seguir citando antecedentes, pero lo cierto es que existe una larga tradición en la homeopatía en relación con los nosodes y su uso en la clínica.
En la época de Bach existía una preocupación por la enfermedad crónica, y muchos homeópatas habían dedicado esfuerzos a su comprensión y al uso de nosodes para tratarlas. En general, el consenso en esa época, en términos prescriptivos, era que el nosode se usase cuando el remedio homeopático administrado previamente ya había producido su efecto o detuviera su acción a causa de la presencia de un factor miasmático. Para destrabar la situación se requería, entonces, la ingesta de un nosode. Por otra parte, el nosode no es un simillimum universal ni un reemplazo para un remedio semejante, y es posible que algunos homeópatas contemporáneos de Bach teniendo en cuenta este comentario mantuvieran una actitud crítica a la forma en que él proponía su uso. Esto explica que en varios textos presentados, ante colectivos de médicos homeópatas, Bach justifica reiteradamente el carácter homeopático de los nosodes.
28 Esta técnica, conocida como drenaje, es un instrumento terapéutico utilizado desde los albores de la medicina con el objeto de asegurar la eliminación regular de las toxinas que dañan y perjudican el organismo de una persona. (Nota de los comps.)
29 El conjunto de órganos (hígado, riñones, intestino grueso, piel, sistema linfático y aparato respiratorio) responsables de la limpieza del cuerpo es denominado “sistema emuntorial”. Es decisivo que todos los integrantes de este sistema hagan su trabajo de limpieza de un modo simultáneo e integrado, ya que el mal funcionamiento de uno de ellos recargara en el mayor esfuerzo del resto. Por ejemplo, cuando esto ocurre la piel suele necesitar drenar el exceso de toxinas que no drenan adecuadamente el hígado, el riñón o el intestino grueso, exonerando a través de la superficie cutánea como granos, eczemas, acné, etc. Otro tanto ocurre con los pulmones, que para eliminar toxinas produce mucosidad. Esto muestra como la enfermedad es en realidad una maravillosa respuesta de la capacidad adaptativa de nuestro organismo en el intento de mantener el equilibrio para hacer frente a las innumerables agresiones que el individuo sufre tanto del medio ambiente como de sí mismo. (Nota de los comps.)