Читать книгу El arte de argumentar: sentido, forma, diálogo y persuasión - Enrique Dussel - Страница 9

La argumentación en los últimos años

Оглавление

Después de que cerramos la investigación de El arte de argumentar se ha desarrollado un despliegue más amplio de la teoría de la argumentación en el mundo bajo la hegemonía o dentro del contacto con occidente. Cada año se multiplican los congresos y publicaciones en Japón, en la Europa ex socialista, en América Latina. Se despliega como un nuevo pensar hegemónico.

Dado que la argumentación sigue el modo de la producción social, cada vez vemos más esfuerzos ligados a la sistematización formal de la argumentación para los programas de cómputo.

En la lógica no ha habido despliegues notables y se permanece en la difusión y discusión de las falacias. Pero hubo en 2013 una discusión que muestra cierta crisis terminológica sobre la lógica informal, el pensamiento crítico y la teoría de la argumentación, que sin ser sustancial no deja de ser relevante. En Europa, el congreso de referencia sigue siendo el de la International Society for the Study of Argument cada cuatro años. Y además de la revista Argumentation de la pragmadialéctica destaca el Journal de Informal Logic. Pero los nombres han hecho crisis. Sabemos que el término lógica informal es en extremo inadecuado, pero también se ha puesto en cuestión la «teoría de la argumentación», sin construirse todavía un nuevo consenso. El lógico ecléctico canadiense Douglas Walton, por ejemplo, ha propuesto para la asociación mundial la fórmula sustituta «Asociación para el Estudio Normativo de la Razón y la Argumentación» o «Asociación para los Métodos de la Argumentación». Ya antes se había hablado también del término posible «filosofía de la argumentación». Y es claro igualmente que al centrarse estas corrientes en lo formal no salen del vericueto del hecho de que el único criterio válido para juzgar en el fondo es el de la lógica estándar.

Una parte significativa de la crisis es que no hay claridad en que los cursos de pensamiento crítico sirvan suficientemente para desarrollar las habilidades racionales. Lo que atañe sobre todo a la práctica de profesores y corrientes con un enfoque reductivo de la argumentación, en lugar del enfoque verdaderamente contextual, integral y complejo.

El ámbito de la argumentación visual se consolida cada vez más en el campo. Y en el ámbito de la argumentación emocional quizá el avance más notable es el libro de Christian Plantin, Les Bonnes Raisons des émotions. Principes et méthode pour l’étude du discours émotionné, bajo el enfoque del estructuralismo y de la interacción comunicativa.

En nuestro subcontinente, las corrientes que ya se desplegaban siguen su curso, pero se inició después de que planteamos con otros la iniciativa de una red latinoamericana (LASSA), un congreso periódico que se ha centrado en Chile, pero ha tenido una influencia eurocéntrica predominante, bajo la hegemonía de la pragma-dialéctica. También se ha expandido el estudio retórico.

México sigue estando bajo fuerte influencia del pensamiento crítico y la lógica informal estadounidense-canadiense. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) prácticamente está copada por un pensamiento de raigambre totalmente eurocéntrica y de visión en extremo limitada. En la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Silvia Gutiérrez ha seguido más bien el modelo francés de Christian Plantin. En Jalapa, Ariel Campirán hace esfuerzos desde el horizonte dominante pero buscando también caminos propios. En la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) se sigue el modelo imperante, con algunos contactos con colegas en el mismo horizonte en América Latina. Más interesante quizá resultó el volumen sobre la introducción a la argumentación realizado por la Universidad de Guadalajara, o el esfuerzo de Eduardo Harada en las preparatorias del Distrito Federal en torno a diversas actividades de lógica, argumentación y filosofía para niños. Y donde sí aparece una visión más propia es en los estudios discursivos y en los trabajos de las jornadas de retórica, que incluso han dado lugar a estudios de la retórica originaria y el libro La palabra florida con aportes centrales de Gerardo Ramírez Vidal y Helena Beristáin.

No podemos enumerar todos los demás aportes en detalle y ofrecemos disculpas por ello; sin embargo es necesario mencionar, en el terreno de la argumentación visual, la tesis doctoral de Josefina Guzmán Díaz (UNAM, 2007), que aporta el modo lúdico de argumentar y lo analiza en la publicidad; la tesis doctoral de Julieta Haidar; el libro coordinado por ella misma y Adrián Gimate-Welsh (La argumentación. Ensayos de análisis de textos verbales y visuales, Universidad Autónoma Metropolitana, 2013), y el trabajo realizado en el seminario dirigido año tras año por la misma Haidar en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que integra la argumentación con el análisis del discurso y la semiótica de la cultura.

Aunque es preocupante que no exista una orientación propia latinoamericana y que poco se trabaja todavía en una perspectiva decolonial, creemos que existen condiciones para desplegar ese movimiento, que empieza por la asimilación del estado del arte mundial y los barruntos de asunción de lo propio.

El arte de argumentar: sentido, forma, diálogo y persuasión

Подняться наверх