Читать книгу La práctica de la preparación física - Estélio H.M. Dantas - Страница 11
1.4. PREPARACIÓN TÉCNICO-TÁCTICA
ОглавлениеEs el técnico, o entrenador, el responsable de la preparación técnico-táctica. Su mayor responsabilidad, sin embargo, será el liderazgo de los deportistas. De nada vale un perfecto sistema de entrenamiento si no hay una íntima relación técnico/deportista.
El entrenador, en primer lugar, es un profesor que irá a enseñar una determinada actividad deportiva. Para eso es deseable que posea sólidos conocimientos de pedagogía y psicología. Debe tener también las siguientes características comportamentales y cualidades humanas que lo capaciten para tal tarea:
Figura 1.3. Actividades de entrenamiento total distribuidas entre los miembros de la comisión técnica.
Figura 1.4. Esquema de la interacción en el entrenamiento total.
puntualidad | aseo |
vestuario compatible | ponderación |
lenguaje preciso | persuasión |
entusiasmo | calma |
energía |
Además debe presentar:
capacidades de evaluación de sí mismo y de sus deportistas
actitudes respetuosas con sus deportistas
accesibilidad al diálogo
utilización fácil de los principios pedagógicos del aprendizaje
capacidad para mantener a sus deportistas atentos, motivados y alegres
posicionamiento siempre abierto a la reflexión y al análisis crítico
capacidad para liderar al grupo de deportistas
Además de estas características, el entrenador debe poseer un perfecto conocimiento de su deporte, estando plenamente familiarizado con las minucias de los gestos deportivos específicos. Es deseable que tenga algún conocimiento de biomecánica y cinesiología.
El perfil del profesional que ha de ocupar la función del técnico y los límites de esta función se presentan a continuación:
Formación
Licenciado en Educación Física.
Especializado (en nivel de posgraduado) en la modalidad específica.
Área de actuación
Preparación técnico-táctica.
Prerrogativa
Control directo de los deportistas.
Plan del entrenamiento del deporte
Selección y convocatoria de los deportistas.
Selección de las competiciones.
Familiarización con las alteraciones de las reglas.
Responsabilidad
Familiarizar a la comisión técnica con las particularidades del deporte.
Preparación técnica.
Conducción del equipo en las competiciones.
Auxiliares técnicos
Coreógrafo.
Pianista.
Armero.
Entrenadores asistentes.
Con estas características, el entrenador estará satisfactoriamente habilitado para ejecutar su trabajo en busca de la excelencia técnica.
Técnica es el conjunto de procedimientos y conocimientos capaces de propiciar la ejecución de una actividad específica, de complejidad variable, con el mínimo de desgaste y el máximo de resultados.
La técnica óptima se consigue a través de la preparación técnica, que se define de la siguiente manera:
La preparación técnica es el conjunto de actividades y aprendizajes que el deportista asimila, buscando la ejecución del movimiento con un máximo de eficacia y un mínimo de esfuerzo.
Al buscar la perfección del gesto deportivo y la obtención del automatismo en su ejecución, se le están facilitando al deportista fundamentos técnicos que harán posible que él, en el futuro, desarrolle su estilo personal.
El camino para alcanzar el automatismo del perfecto gesto deportivo pasa por infinidad de repeticiones durante meses de entrenamiento, soportando crecientes exigencias de corrección de detalles.
Durante el proceso de la preparación técnica, el entrenador necesita estar atento al hecho de que debe mantener a su deportista en un nivel de motivación adecuado a la tarea que está ejecutando, y también vigilar exigir más allá de su límite natural para prevenir la aparición de una “inhibición reactiva”de efecto contraproducente.
Basándose en los preceptos psicológicos, el entrenador debe actuar de forma diferente con cada deportista. Deportistas extrovertidos o con tendencia a serlo aceptan bien las críticas, los desafíos y obstáculos. Los introvertidos o ambivertidos, con tendencias a la introversión, deben ser elogiados, exaltados y enaltecidos para que consigan mejorar su rendimiento.
Es errónea la idea de que la motivación es un factor que se debe ir aumentando progresivamente. El aumento de la motivación elevará los niveles de atención, concentración y tensión (activation y arousal).
Ausubel, Novak y Hanesian (1980) enseñan que “un nivel óptimo de motivación o de relación con el ego (ni muy alto ni muy bajo) existe, aparentemente, para los tipos complejos de aprendizaje (Inverson y Reuter, 1956); estados motivacionales intensos pueden romper el aprendizaje significativo genérico por enfatizar excesivamente la particularidad de conceptos recién aprendidos, las tareas recién aprendidas”. Continúan diciendo que: “en términos de una hipótesis de base fisiológica, para la motivación, se podría decir que una cantidad moderada de activación o arousal parece tener un efecto óptimo sobre el aprendizaje”. (Malmo, 1958)
Estas constataciones encuentran respaldo en la Ley de Yerkes-Dodson al decir que: “la motivación óptima de aprendizaje decrece con la creciente dificultad de la tarea, determinando la existencia de un nivel ideal de motivación (nivel de arousal) para determinada persona al realizar una tarea”.
Singer (1977) afirma que “los entrenadores frecuentemente llevan a sus deportistas a un extremo febril de excitación. Ellos incitan, exhortan, vociferan o gritan constantemente, usando términos entusiastas e innobles”. Se ha dicho anteriormente que tal procedimiento no es correcto y el propio autor continúa: “si una persona participa en una competición de natación o de atletismo, probablemente su motivación podrá ser máxima. El golf requiere una cantidad de motivación más comedida”.
Estos conceptos están sintetizados en la figura 1.5.
En cuanto a la motivación, es importante desmentir un concepto que existe, obviamente erróneo, del significado de este vocablo. Las motivaciones son impulsos subconscientes y, como tal, van de dentro afuera, al contrario de lo que cree la mayoría. Expresiones como “voy a motivar a este deportista” carecen de cualquier sentido de la realidad, pues, en cuanto a este fenómeno, lo máximo que se puede hacer es incentivar la motivación.
Además de liderar al grupo de deportistas, mantenerlos convenientemente partícipes y atentos, y realizar la preparación técnica, concierne al entrenador ocuparse de la parte táctica.
Para ello es importante conocer perfectamente las características y peculiaridades del adversario. Haciendo una analogía entre la competición y la guerra, se puede evocar la sabiduría de Sun Tzu, quien en 500 a.C. decía: “si conocéis al enemigoya vosotros mismos, no debéis temer el resultado de cien batallas; si os conocéis pero no al enemigo, por cada victoria alcanzada sufriréis una derrota. Si no conocéis ni a uno ni a otro, seréis siempre derrotados”.
Figura 1.5. Niveles deseables de motivación y grado de complejidad de la actividad.
La táctica es el arte de disponer de nuestros propios recursos (deportistas, técnicos, materiales deportivos, etc.) de manera que se exploren al máximo los puntos flacos del adversario, al mismo tiempo que se minimizan nuestras propias deficiencias.
La perfección táctica se obtiene a partir de la preparación táctica, que debe ser realizada paralelamente a la preparación técnica.
Preparación táctica es el conjunto de procedimientos que aseguran al deportista o al equipo la utilización de los principios técnicos más adecuados a cada situación de competición o al adversario.
Matveev (1981) establece como finalidades para la preparación táctica los siguientes ítems:
La asimilación de los fundamentos teóricos de la táctica deportiva (adquisición de los conocimientos relativos al arsenal de recursos tácticos y acerca de cómo y en qué condiciones deben ser aplicados).
El estudio de las posibilidades del adversario y de las condiciones de las competiciones previstas.
La asimilación de los recursos tácticos, de sus combinaciones y variantes, hasta llegar al dominio de destreza y los hábitos tácticos perfectos.
El desarrollo de la racionalización táctica y de otras condiciones necesarias para el dominio completo de la táctica.
Dependiendo del tipo de deporte, la preparación física tendrá mayor o menor importancia. La diferencia entre un partido de fútbol y una competición de gimnasia artística, en relación con la influencia de la táctica, es obvia. Sin embargo, en todos los deportes habrá obligatoriamente un componente táctico que no se bebe descuidar.
El técnico, en cuanto integrante de un equipo multidisciplinario, debe planear su trabajo dentro de la periodización de la temporada establecida por el preparador físico, a partir de las decisiones de la comisión técnica sobre las competiciones en las cuales se participará, de los deportistas seleccionados y de las características tácticas que predominen.
En este planteamiento se enfatizará el entrenamiento de los fundamentos técnicos al inicio de la fase básica, aumentando progresivamente la dificultad técnica de sus exigencias hasta llegar a la preparación táctica.
En la figura 1.6 se presenta la periodización del entrenamiento técnico-táctico para un equipo de gimnasia olímpica.
Finalizando este tema, se transcribirá, en lo que respecta al entrenador, el manifiesto sobre el “fair play” elaborado por el Comité Internacional al “fair play” (CIFP) de la UNESCO.
“Sobre los entrenadores recaen pesadas responsabilidades porque el espíritu y el comportamiento del competidor son, a menudo, el fiel reflejo del grado de convicción del entrenador respecto al fair play.
El entrenador influye poderosamente en la formación del carácter del competidor, especialmente del joven competidor, generalmente impresionable. Por tanto, es fatal que el participante, cuya necesidad de aprendizaje técnico le une directamente a su entrenador, sea influido por él en su comportamiento y en sus valores éticos.
Figura 1.6.
Normalmente se tiene la idea de que el entrenador sólo debe ocuparse de la habilidad y la condición física del competidor; éste es un punto de vista totalmente erróneo. Tanto en el deporte profesional como en el amateur su actitud ha de estar presidida por el fair play, debiendo esforzarse, sin descanso, para demostrar al competidor cómo, para él, el fair play es sinónimo de integridad y dignidad.
El entrenador, incluso con riesgo de perder un partido o tal vez el campeonato, debe tomar medidas contra cualquier competidor que deliberadamente intente burlar el fair play. Por otra parte, debe hacer que esté a su alcance para proteger al competidor de las influencias que lo podrían incitar a violar las reglasoa traicionar de alguna manera el fair play. Ha de observar también todas las normas que rigen el deporte, por ejemplo, las que prohíben el uso de estimulantes y las que se refieren a la contratación de los jóvenes competidores.”