Читать книгу Atropos - Federico Betti, Federico Betti - Страница 3
ОглавлениеEl hombre descendió del autobús 19 en la plaza Bracci, en San Lazzaro di Savena, llegó hasta el quiosco, compró un ejemplar de Il Resto del Carlno y comenzó a hojear las páginas.
Se sentó en uno de los bancos que habÃa en los laterales de la plaza para leer el periódico y no encontró ninguna noticia interesante: las primeras páginas estaban se ocupaban de los sucesos mientras que en el interior estaban aquellas dedicadas a la economÃa, además de las páginas locales con noticias relativas a la comarca boloñesa, a la ciudad y a toda la provincia.
Echó una ojeada incluso a los anuncios publicitarios sin encontrar ninguno interesante.
Dobló el periódico y, mientras lo mantenÃa debajo del brazo, se dirigió, desplazándose por la vÃa Emilia, en dirección a Ãmola.
Llegó a la entrada del banco en el cruce con la vÃa Jussi, unos cientos de metros más adelante, empujó la pesada puerta principal de metal, después la segunda, y entró.
A aquella hora de la mañana habÃa muy pocos clientes y a los pocos minutos de llegar consiguió presentarse en la primera ventanilla que quedó libre de las tres que estaban abiertas en ese momento.
âBuenos dÃasâ, lo saludó la empleada, â¿en qué puedo ayudarle?â
âQuerrÃa hablar con el director, si no está ocupado.â
âComo desee. ¿Tiene algún problema?â preguntó la mujer de la que emanaba un perfume afrutado tan fuerte que resultaba nauseabundo.
âNo, no se preocupe. Pensaba solamente en la mejor manera de invertir y querrÃa hablar con él, o con ella en el caso de que sea una mujer, para poder tomar una decisión.â
âPara estas cosas tiene a su disposición nuestros asesores financieros. Creo que usted podrÃa hablar tranquilamente con uno de ellos: son todas personas muy capaces. A menos que usted desee expresamente intercambiar unas palabras con el director o tenga motivos muy particulares para hacerloâ explicó la mujer.
âQuiero hablar expresamente con el director.â