Читать книгу La certificación forestal: un instrumento económico de mercado al servicio de la gestión forestal sostenible - Fernando García-Moreno Rodríguez - Страница 26
I.3.1.C. La dimensión sectorial: Hacia un nuevo paradigma sistémico en todos y cada uno de los ordenamientos jurídicos de los países integrantes de la Comunidad Internacional como consecuencia de haber asumido e implementado (al menos, teóricamente) en los mismos la sostenibilidad y el desarrollo sostenible.
ОглавлениеOtra dimensión (dimensión sectorial) e implicación de la sostenibilidad y más específicamente dentro de esta última, del desarrollo sostenible, que no es, tal y como ya he reiterado en diversas ocasiones a lo largo del presente apartado, sino la derivación o aplicación de dicho concepto (sostenibilidad) al necesario y debido desarrollo de la humanidad, es aquella que puede establecerse en relación con los diversos ámbitos, sectores o disciplinas de la sociedad dentro de las cuales se puede materializar o concretar el perseguido desarrollo sostenible. Desde dicha óptica, o como he venido denominando, dimensión, el desarrollo sostenible puede clasificarse en virtud de los múltiples sectores estratégicos y no estratégicos donde tiene encaje dentro de la sociedad, que, vaya por delante, es en prácticamente todos, como resulta del todo lógico y cabe presumir. Así y sin ánimo de exhaustividad, puede encontrarse el desarrollo sostenible, que todo lo inunda y condiciona, en la Ordenación del Territorio, en relación con la cual se persigue que sea lo más sostenible posible desde el punto de vista medioambiental, social y económico, en el Urbanismo, y más concretamente dentro de éste, en las ciudades respecto de las cuáles se busca que se conviertan lo antes posible en ciudades sostenibles, en la Agricultura y la Ganadería, respecto de las cuáles se predica que por encima de todo deben caracterizarse por ser sostenibles, para con ello subrayar que deben ser especialmente respetuosas con el medio ambiente y lo más compatibles posibles con este último.
Junto a las actividades anteriormente relacionadas, se puede encontrar también la presencia del desarrollo sostenible en otras muchas, también sumamente importantes para el necesario funcionamiento de la sociedad, como por ejemplo, en el ámbito del Transporte, respecto del cual se exige que sea lo más sostenible posible, particularmente desde el punto de vista medioambiental, lo que también se hace extensible como es del todo lógico y esperable a otro tipo de actividades primordiales, como la Industria o la Energía, en relación con las cuales se insiste en la necesidad de cambiar su tradicional funcionamiento, precisamente insostenible –en particular en relación con el medio ambiente, por los desastrosos e irrecuperables efectos que muchas veces en este último producían–, para pasar a ser sostenibles.
Pues bien, dentro de tales ámbitos, disciplinas o sectores donde se implementa el desarrollo sostenible en aras a lograr la pretendida sostenibilidad, otro más donde igualmente se aplica el desarrollo sostenible es en el ámbito forestal, al exigirse cada vez en mayor medida por la Comunidad Internacional que sea sostenible, máxime teniendo en cuenta la destacadísima importancia y transcendencia que en relación con el medio ambiente a efectos de asegurar la preservación y continuidad del mismo desempeñan los bosques y más allá de tan beneficiosa acción, para la propia supervivencia del ser humano. Esta imperiosa exigencia de que todos los bosques sean sostenibles ha dado lugar a lo que se ha venido a denominar como Gestión Forestal Sostenible, que no deja de ser sino la específica y concreta materialización del desarrollo sostenible dentro de dicho sector, y a la cual aludiré en un apartado específico (concretamente, en el apartado I.4.), habida cuenta de la gran importancia y relación que tiene con el objeto de la presente obra, ya que si bien es cierto que la Certificación Forestal surgió, en un primer momento, únicamente con la finalidad de evitar la deforestación que tradicionalmente venían sufriendo los bosques tropicales, más tarde, con el devenir de los años, ha terminado convirtiéndose, como expondré más adelante, en un instrumento económico de mercado de primer orden que coadyuva, además, de manera muy eficiente y notable, a la consecución de la gestión forestal sostenible54. Pero no queda ahí la cosa, ya que en muchas ocasiones se erige la Certificación Forestal, casi, casi, en el único medio a través del cual puede verificarse, acreditarse o garantizarse que un determinado bosque o grupo de bosques efectivamente son gestionados de manera sostenible. Bien puede decirse por ello, que la sostenibilidad se concreta por lo que al modelo de crecimiento se refiere en el desarrollo sostenible, y que éste, aplicado al ámbito forestal, termina concretándose en la denominada gestión forestal sostenible, a la cual contribuye decididamente la Certificación Forestal y no sólo eso, sino que esta última se encarga de testar.