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II.3. Impacto socioeconómico del desmantelamiento nuclear en España
ОглавлениеPrevio a hacer un estudio concreto sobre la Central Nuclear de Santa María de Garoña, se expone a continuación la situación en el panorama nacional y las previsiones ante el cese de toda actividad nuclear.
La caída en la demanda de las energías convencionales es consecuencia de la reducción de la demanda de energía nuclear, del aumento de la energía producida con gas (ciclos combinados) y de un aumento de la demanda de energías renovables. Este escenario de cambio en la producción eléctrica, como aseguran CÁMARA y otros7, requerirá de un aumento en la potencia de las energías renovables con un coste de aproximadamente 17.200 millones de euros.
Se prevé que en esta nueva década (2021-2030) cese la explotación de las Centrales aún activas mencionadas anteriormente, y comience su posterior desmantelamiento al que ENRESA atribuye un presupuesto de, aproximadamente, 4.400 millones de euros8, por lo que la oferta de energía nuclear en el panorama nacional se verá reducida a cero.
En lo que respecta al desmantelamiento de las centrales nucleares en España y su impacto socioeconómico, las estimaciones que se van a exponer a continuación han sido realizadas por CÁMARA y otros9 en función de las licitaciones realizadas en el desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera de Guadalajara, puesto que dicha central está en una fase lo suficientemente avanzada para poder considerar que la estructura de sus inversiones puede ser representativa para los restantes procedimientos de desmantelamiento en nuestro país.
En cómputo global, el desmantelamiento de las centrales va a conllevar una serie de inversiones, de las cuales la más grande es la requerida para el aumento de potencia en las fuentes de energía renovables (aproximadamente un 76-80% de la inversión total), seguida de las inversiones para llevar a cabo el desmantelamiento de las centrales (19%) y, por último, el almacenamiento temporal de los residuos (2-5%).
Este conjunto de actuaciones se espera que cree unos 300.000 puestos de trabajo, 210.000 asociados a la instalación de nueva potencia en las energías renovables y 90.000 empleos relacionados con el desmantelamiento.
De estos empleos, se calcula que el 42% serán puestos de trabajo de alta cualificación, un 23% contará con una educación secundaria no obligatoria y el 35% restante se estima que serán trabajadores con educación primaria y secundaria obligatoria10.
Sin embargo, la otra cara de la moneda muestra que el cierre de las centrales supondría una pérdida de casi 7.000 puestos de trabajo, teniendo en cuenta los empleos directos e indirectos de las centrales nucleares y sus sectores proveedores, así como los empleos inducidos que son aquellos de otros sectores que se verían afectados por el cierre de las centrales. Sin embargo, dicha inversión en renovables, como ya se ha mencionado, lleva aparejado un incremento notorio de alrededor de 210.000 empleos contando los directos, indirectos y los inducidos11.