Читать книгу Filosofía y software - Fondo editorial Universidad de Lima - Страница 20
3.6 Desde la violencia a la justicia epistémica
ОглавлениеPara completar el razonamiento, diría que el digital divide es el producto de carencias educativas y que se soluciona por medio de la distribución del saber, esto es, por la educación. La crítica poscolonial define el logro de niveles equitativos en lo que se refiere al saber, como justicia cognitiva o epistémica.
Entre los obstáculos para una justa distribución del conocimiento deberíamos considerar, sobre todo, la educación como negocio y la ilusion de la superioridad de la cultura científica sobre la humanística; en ambos casos se difunde una visión cuantitativa de la cultura, que permite valorar solo lo que se puede medir en publicaciones, informes y estadísticas. Como dice van der Velden:
El hecho de definir el conocimiento en términos de unidades medibles, como libros, productos tecnológicos, derechos de autor, número de graduados, etc., implica que los que no tienen una educación formal no tienen conocimientos válidos; ignora lo que no puede ser patentado, como el saber que no es comercial o que es el producto de una comunidad; en suma, ignora todo saber que la gente expresa en formas que no son medibles según los indicadores formales.54
Volvemos a la cuestión que planteamos inicialmente, es decir, si los avances científicos y tecnológicos deben considerarse más importantes que el progreso humano en general. Y, además, ¿la cultura académica de importación es siempre mejor y debe necesariamente imponerse a los saberes y a las tradiciones indígenas? Por responder superficialmente a estas interrogantes, a menudo las instituciones educativas de los países en vías de desarrollo, como el Perú, producen obreros tecnológicos, en lugar de formar seres humanos y ciudadanos conscientes, responsables y, sobre todo, creativos y proactivos. Van der Velden señala, muy a propósito, que la categoría que establece la conexión entre la creatividad y la identidad social y cultural es la autopoiesis:
Desde un punto de vista autopoiético, proponen no mirar a lo que es el conocimiento en sí, sino a cómo este es socialmente producido y posicionado. En la teoría autopoiética, “conocer es una acción concreta, esto es, que opera efectivamente en la existencia de los seres vivos”, o, en otras palabras, “todo saber es hacer y todo hacer es un saber”. Según la propuesta de Maturana y Varela, el saber se define como una valoración proyectada por algún observador. No hay saber sin un ser que conoce.55