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Capítulo 1 Neocolonialismo, software y arte
ОглавлениеSolo el hombre culto es libre. 1
No nos falta comunicación; al contrario, tenemos demasiada. Lo que nos falta es creación. Nos falta resistencia al presente. 2
La cultura, la economía y la política son factores importantes de la neocolonización que opera en los países en vías de desarrollo. Este proceso involucra de cerca al arte, aunque, por el desinterés o la superficialidad de los artistas, este se haya convertido en algo vacío (Paul Virilio argumenta que el silencio del arte es el silencio de aquel que, hablando demasiado, habla de nada)3 y, por lo tanto, en la necesidad de replantearse como práctica y discurso. Pero, como yo lo veo, son precisamente los problemas de la cultura globalizada y de sus tecnologías los que podrían permitir al arte recuperar sentido y actualidad.
El objetivo de este capítulo será, pues, analizar el papel del arte y de las tecnologías de la información en la neocolonización cultural, ya que arte y bits son los medios de transporte a través de los cuales los mecanismos del poder y del control alcanzan su dimensión global. Aquí es necesario anticipar que el medio tecnológico que desplaza al poder y sus sistemas informativos es el software, y que la naturaleza de este, de las redes y de sus aparatos es inmaterial y estética, a pesar de no tenerse claro, por ahora, lo que esto signifique con exactitud. Con ello espero demostrar la necesidad de explorar los aspectos culturales y mediáticos del software y de investigar cómo este desarrolla su influencia en la ciencia, en el arte y en la educación. Por cierto, haremos una lectura de la neocolonización y de la crítica poscolonial4 restringida a lo que pertenece a lo digital, sobre todo abordando el problema del digital divide,5 algo que se pretende resolver, un poco burdamente, regalando computadoras de cien dólares. Haremos también una crítica a los que rechazan la modernidad y la tecnología, puesto que así se debilita el valor de la creatividad y se favorece la piratería y el hacking sin causa. En general, el error principal radica en creer que lo digital pertenece a la ingeniería, cuando en realidad se mueve en el dominio del lenguaje y de la estética; es decir, lo digital es un entorno más vinculado a las humanidades que a la ciencia y a la técnica.