Читать книгу Historias malditas y ocultas de la historia - Francisco José Fernández García - Страница 16
ОглавлениеLa envidia y aún la apariencia de la envidia es una pasión que implica inferioridad dondequiera que ella se encuentre.
Plinio el Joven
PLINIO EL JOVEN Y LA CASA ENCANTADA
Cayo Plinio Cecilio Segundo nació en Como (Novum Comun), en el año 62, y era sobrino e hijo adoptivo de Plinio el Viejo (famoso naturalista que falleció mientras investigaba la erupción volcánica del Vesubio, debido a la inhalación de gases tóxicos desprendidos por éste). Fue un personaje excepcional, culto —tuvo como tutor a Quintiliano, un gran orador de la época—, honesto, moderado y según todas las fuentes compuso su primera obra a los 14 años, destacando en la poesía, la oratoria y el derecho, carrera que comenzó a cursar con 19 años. En el transcurso de su carrera política llegó a ejercer importantes cargos, como los de cuestor, pretor o cónsul. Su labor intelectual fue fructífera, creó nueve libros, en los que se recogen cartas y epístolas que mandaba a sus amigos y en las que los alababa, como en el caso del emperador Trajano, al que admiraba. Uno de sus libros posee un gran valor historiográfico porque en él se hace mención a una figura especial, Jesús de Nazaret, algo que puede tomarse como una prueba de su existencia.
Según los expertos, el lenguaje utilizado por Plinio es sencillo y aporta gran información sobre la historia y la vida cotidiana de sus días. En uno de sus escritos nos cuenta la historia de un noble que fue asesinado mientras se bañaba, en otros, trata temas políticos y de leyes o reglas a seguir en determinadas circunstancias críticas. Sobre su vida privada se dice que era una de las personas más ricas del momento y que llegó a poseer 500 esclavos a los que trataba con gran respeto y estima. Estuvo casado en tres ocasiones y su última mujer fue un ejemplo de dama culta, discreta y cariñosa.
El asunto que le trae a estas páginas es un hecho insólito que nos cuenta en una de sus obras y que está relacionado con los espíritus y el más allá. Se ve que Plinio se sintió muy atraído por el misterio que rodeaba este caso por lo que dejó constancia de ello, como si se tratara de un notario del tiempo. Se puede decir con todo derecho que éste es el primer testimonio escrito de una casa encantada de la historia, serio y bien documentado, elevando a su autor a la categoría de uno de los primeros investigadores de lo imposible o paranormal.
Según cuenta Plinio, la acción se desarrolla en Atenas, donde una casa estaba siendo el centro de un suceso sobrecogedor e inaudito que traía de cabeza a los propietarios, pues en ella vagaba impunemente un fantasma o espíritu, llámesele como se quiera, y todos rehusaban aproximarse o vivir en ella. Según prosigue contándonos, la noticia de las apariciones llegó a oídos del filósofo Atenodoro, que dispuesto a descubrir la verdad del asunto decidió dirigirse a la citada casa, donde previo pago de un alquiler irrisorio —normal, en vista de la fama que acarreaba la vivienda— pasó la noche. Estando Atenodoro dormido plácidamente, fue despertado por los sonidos fantasmales que emitía la aparición. Atenodoro lo describe de la siguiente forma:
El espectro está encadenado de pies y manos, la figura es de un viejo de luengas barbas y delgado.
La aparición le hizo señales a Atenodoro para que le siguiese y éste, sin pensárselo dos veces, le siguió por toda la casa hasta un patio, donde la aparición le indicó un lugar con el dedo y desapareció de su vista.
A la mañana siguiente Atenodoro mandó que se excavase en el patio, en el lugar que la aparición le había indicado, y todos quedaron muy sorprendidos por lo que encontraron. Ante los atónitos ojos de los presentes quedaron al descubierto los restos óseos de un cuerpo sepultado hacía bastante tiempo y que tenía la particularidad de estar encadenado de pies y manos. Como vemos, otra prueba sobre el interés por lo sobrenatural y extraño.