Читать книгу Daría mi vida por volver a vivir - Germán Agustín Pagano - Страница 8
El papel sobre la casa vieja
ОглавлениеEn una casona vieja con moho destinada a la destrucción, había hojas de papel en blanco. Mientras la humedad carcomía las paredes de madera, él pensaba su historia para completar esos espacios vacíos. Colocaba una gran pluma sobre el tintero, que al mojarse guardaba la tinta sobre la punta final. Y mientras los pensamientos se descubrían, él tomaba ese gran objeto y comenzaba a escribir. Al finalizar cada párrafo, el escrito desaparecía por completo. ¿Cómo podía ser posible si la tinta no era transparente? Enloquecido se levantó y comenzó a caminar por los pasillos rotos de la pobre casa. Su locura había superado lo esperado: pensar, sentir, saber (pensar, sentir, saber); sus sentidos le hablaban al oído. Desesperado y atontado, le surgió una idea inesperada. La paz llegó a su mente. Agarró las hojas de papel en blanco y las comenzó a pegar sobre las paredes de la estructura. En unos días retiraría, hoja por hoja, con escritos diferentes; su contento destellaba sobre la humildad de unas esporas lumínicas y, en ese preciso momento, armó su gran libro llamado El papel sobre la casa vieja. El hogar destruido fue quien escribió tan dichoso libro.
Las ruinas del pasado y del presente trabajaban como renovación del futuro vivencial; al tomar esos conceptos tan básicos como complejos, él escribía y le transmitía a esas ruinas sus ideas. Luego le devolvían el problema ya resuelto, pero sin un final, siendo tan relativo como ella la casa vieja. Es más que todo lo que puede ser visto sobre lo observado. Lo llamaban “el viejo” y justamente su sostén era la vieja casa.