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Obras citadas

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Lastarria, José Victorino. Miscelánea histórica y literaria. Valparaíso: Imprenta de La Patria, 1868.

--------------------------. Recuerdos literarios. Santiago: Zig-Zag, 1968.

Pinilla, Norberto. La generación chilena de 1842. Santiago: Manuel Barros Borgoño, 1943.

Sarmiento, Domingo Faustino. «Recuerdos de provincia». Obras completas. Tomo III. Buenos Aires: Luz del día, 1948.

22 Más tarde se sumará el gobierno de Manuel Montt (1851-61), antiguo condiscípulo de Lastarria. En este período de holgura y crecimiento económico, Lastarria y Montt quedarán en bandos enemigos. Curiosamente, Sarmiento, quien eligió no sumarse a las filas de los liberales, optó por adherir y aliarse con Montt mientras este era ministro de Bulnes, comandando una verdadera modernización cultural y política. Lastarria, al contrario, agudizó los enfrentamientos con Montt, y viceversa, teniendo como consecuencia un progresivo aislamiento del abogado rancagüino.

23 Según Domingo Faustino Sarmiento, en sus Recuerdos de provincia (1850), «desde 1841, la prensa de Chile fue adquiriendo en el Pacífico mayor reputación y Chile ganó mucho en ello, por la vivacidad de su polémica y por el combate de las ideas que trajeron todos a la discusión» (209).

24 El discurso leído por Gutiérrez llevaba por título «Fisonomía del saber español cual deba ser entre nosotros».

25 Según relata Norberto Pinilla (1943, 117), el 16 de abril de 1841 se publicó en El Araucano, periódico dirigido por Andrés Bello, un texto del boliviano Pedro Buitrago, donde se da cuenta de la fundación de la Sociedad Literaria de Bolivia. En ese texto se puede encontrar la unanimidad de los americanos en torno a las ideas de «adelantar la enseñanza y popularizar la razón, que es el único medio de establecer esa preciosa igualdad, base necesaria del gobierno republicano».

26 Lastarria interpela a su audiencia y la felicita por su iniciativa: «Todo lo espero del entusiasmo que ha despertado en mí vuestra dedicación, tan digna de elogio, tan nueva entre nosotros. Sí, señores, vuestra dedicación es una novedad, porque os conduce hasta formar una academia para poner en contacto vuestras inteligencias, para seros útiles recíprocamente, para manifestar al mundo que ya nuestro Chile empieza a pensar en lo que es y en lo que será» (s: 97).

27 El mismo discurso de Lastarria se inicia con la cita del aristocrático Lamartine, poeta romántico francés, anterior al romanticismo de Victor Hugo: «Quand nous ne sommes plus, notre ombre a des autels, / Où le juste avenir prépare à ton génie / Des honneurs inmortels».

28 Para Lastarria, «lo exótico» es aquello que «menos convendría a nuestro ser» (113).

29 Para la relación entre esta minoría gobernante y los sectores populares, ver el instructivo capítulo III del libro de Romero, Luis Alberto. ¿Qué hacer con los pobres? Elite y sectores populares en Santiago de Chile 1840-1895. Buenos Aires: Sudamericana, 1997.

30 Concretamente afirma: «Fundemos, pues, nuestra literatura naciente en la independencia, en la libertad del genio…» (112).

31 Es el caso del radical Federico Varela (1826-1908), que financió varias de las iniciativas culturales de Lastarria, entre otras el Certamen Varela (1887), donde el premiado sería nada menos que Rubén Darío, con Azul... (1888).

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