Читать книгу Kundalini yoga para embarazadas - Gurmukh - Страница 16
ОглавлениеMareos matutinos
Es cierto que la comida puede ser un problema en estos momentos. Una bajada del nivel de glucosa en sangre provocada por el esfuerzo que el cuerpo hace para crear al bebé bastará para que te sientas fatigada, irritable y emotiva. Tu sentido del olfato será más delicado y es posible que no te apetezca nada ponerte a cocinar. Puede que solamente con oler el café, tengas que ir corriendo al baño.
La enfermera y comadrona Davi Kaur Khalsa, que imparte conmigo los cursos de educación para el parto en Golden Bridge, siempre recomienda a las mujeres en estado que coman algo cada dos horas, a poder ser proteínas y frutas y verdura pero si solo dispones de pasta, tómala y ¡procura no sacarla! Por ahora, come lo que puedas y no te dejes condicionar por una lista de cosas que «deberías»… Ya sabes, «debería hacer esto y aquello…», el bebé ya dispone de lo que necesita, es decir, de tu cuerpo, mamá. Tranquilízate. Ya te recuperarás.
Siempre que puedas consume productos orgánicos e integrales. A veces, este pequeño cambio en la dieta te lleva a notar una mejoría, porque comer algo cada dos horas mantiene estable el nivel de glucosa en sangre. Dile de mi parte a tu pareja lo siguiente: si tu compañera embarazada está de mal humor o se siente mal, no le digas que coma algo. Prepara algo apetitoso y ¡dáselo a probar!
Una amiga mía que procede de una familia numerosa italiana me dijo en una ocasión, bromeando, que «la familia que come unida permanece unida». En su caso los padres se juntaban con los hijos, los primos y los abuelos por lo menos una vez por semana y preparaban una comilona casera a la italiana. En la actualidad, los científicos opinan que, cuando nos sentamos a comer en compañía nos miramos a los ojos y que eso estimula la secreción de la oxitocina, que es la hormona del amor, la misma que se encarga de contraer el útero durante el parto y que hace sentir a la madre un gran amor por su hijo. Así que… ¡acerca unas sillas y siéntate a comer con tu pareja!
Asegúrate de no salir de casa sin llevar algo de picar saludable, evita los azúcares y las harinas blancas. Es preferible que tengas a mano un surtido variado porque nunca sabes qué te va a apetecer en cada momento. Ten a mano pasas, almendras, fruta, crackers (galletas) o incluso nueces de soja. ¡Comprueba que dispones de suficientes proteínas! Prepara un pequeño cesto o una bolsa de tela para guardar las cosas y pon cerca una botella de agua para que te mantengas bien hidratada.
Adiós a las náuseas
Camina media hora al día y, durante el paseo, ve apretando el pulgar contra el resto de dedos de acuerdo al siguiente orden: pulgar e índice, pulgar y corazón, y anular, y pulgar y meñique. Cada postura equivale a un mudra determinado que tiene efectos beneficiosos concretos.
El pulgar con el índice forma el gyan mudra que aporta conocimiento.
El pulgar con el corazón forma el shuni mudra que aporta sabiduría, inteligencia y paciencia.
El pulgar con el anular forma el surya mudra que aporta vitalidad.
El pulgar con el meñique forma el bhudi mudra que aporta la capacidad de comunicarse con acierto.
Canta mentalmente, o en voz alta pero en tono monocorde, las sílabas SA-TA-NA-MA y aplica un mudra para cada sílaba. Sigue así, empezando por el dedo índice y terminando con el meñique. Si notas mejoría, repítelo a diario.
Caminar equilibra el cerebro, el sistema hormonal, glandular y nervioso. Si puedes, sal a pasear con una amiga o con tu pareja. Se recomienda caminar hasta ocho kilómetros a paso uniforme y ritmo cómodo, pero haz lo que estimes adecuado. Si después de caminar te sientes agotada y necesitas dormir dos horas para recuperarte, es conveniente valorar si duermes y bebes lo suficiente. Si ese es el caso, pero te sigues sintiendo exhausta después de hacer ejercicio, es probable que te estés excediendo. ¡Baja el ritmo! Mide lo que haces y valora cómo te sientes, sobre todo si eres una persona perfeccionista.