Читать книгу El conde Lucanor - Infante of Castile Juan Manuel - Страница 7

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En el nombre de Dios: amen. Entre muchas cosas extrañas et maravillosas que Nuestro Señor Dios fizo, tovo por bien de facer una muy maravillosa; esta es, que de cuantos homes en el mundo son, non ha uno que del todo semeje a otro en la cara; ca como quier que todos los homes han estas mismas cosas en la cara, los unos que los otros, pero las caras en si mesmas non semejan las unas a las otras. Et pues en las caras que son tan pequeñas cosas ha en ellas tan grant departimiento, menos maravilla es que haya departimiento en las voluntades et en las entenciones de los homes. Et asi fallaredes, que ningun home non se semeja del todo en la voluntad nin en la entención con otro. Et facervos he algunos enxiemplos porque lo entendades mejor:

Todos los que quieren et desean servir a Dios, todos quieren una cosa, pero non lo sirven todos en una manera, que unos le sirven en una manera et otros en otra. E otrosí, todos los que sirven a los señores, todos los sirven, mas non los sirven todos en una manera. Et los que labran et crian, et trabajan, et cazan, et facen todas las otras cosas, todos las facen, mas non las entienden nin las facen todos en una manera. Et asi, por este enxiemplo, et por otros que seríen muy luengos de decir, podedes entender, que, como quier que los homes todos sean homes, et todos hayan voluntades et entenciones, que tan poco como se semejan en las caras, tan poco se semejan en las entenciones et en las voluntades; pero todos se semejan, en tanto que, todos usan, et quieren, et aprenden mejor aquellas cosas de que se más pagan que las otras. Et por que cada homne aprende mejor aquello de que se más paga, por ende el que alguna cosa quiere mostrar a otro, débegelo mostrar en la manera que entendiese que será más pagado el que lo ha de aprender. Et porque a muchos homes las cosas sotiles non les caben en los entendimientos porque non las entienden bien, non toman placer en leer aquellos libros nin aprenden lo que es escripto en ellos. Et porque non toman placer en ello, non lo pueden aprender nin saber asi como a ellos cumpliría.

Por ende, yo Don Johan, fijo del Infante Don Manuel, Adelantado Mayor de la frontera et del regno de Murcia, fiz este libro, compuesto de las más apuestas palabras que yo pude, et entre las palabras entremetí algunos enxiemplos de que se podrían aprovechar los que los oyeren. Et esto fiz segun la manera que facen los físicos, que cuando quieren facer alguna melicina que aproveche al fígado, por razón que naturalmente el fígado se paga de las cosas dulces, mezclan con aquella melecina que quiere melecinar el fígado, azucar o miel o alguna cosa dulce; et por el pagamiento que el fígado ha de la cosa dulce, en tirándole para si, lleva con ella la melecina quel ha de aprovechar. Et eso mismo facen a cualquier miembro que haya mester alguna melecina, que siempre la dan con alguna cosa que naturalmente aquel miembro la haya de tirar a si. Et a esta semejanza, con la merced de Dios, será fecho este libro, et los que lo leyeren, si por su voluntad tomaren placer de las cosas provechosas, que y fallaren, serles ha bien, et aun los que tan bien non entendieren, non podrán escusar que en leyendo el libro, por las palabras falagueras et apuestas que en él fallarán, que non hayan a leer las cosas aprovechosas que son y mezcladas, et aunque ellos non lo deseen, aprovecharse han dellas, asi como el fígado et los otros miembros dichos se aprovechan de las melecinas que son mezcladas con las cosas de que ellos se pagan. Et Dios, que es complido et complidor de todos los buenos fechos, por la su merced et por la su piedad, quiera que los que este libro leyeren, que se aprovechen dél a servicio de Dios et para salvamiento de sus almas et aprovechamiento de sus cuerpos, asi como El sabe, que yo, Don Johan, lo digo a esa entención. Et lo que y fallaren que non es tan bien dicho, non pongan la culpa a la mi entención, mas pónganla a la mengua del mio entendimiento. Et si alguna cosa fallaren bien dicha o aprovechosa, agradéscanlo a Dios, ca El es aquel por quien todos los buenos dichos et fechos se dicen et se facen.

Et pues el prólogo es acabado, de aquí adelante comenzará la materia del libro, en manera de un grand Señor que fablaba con un su consejero. Et dicían al Señor, Conde Lucanor, et al consejero, Patronio.

El conde Lucanor

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