Читать книгу Tres lunas llenas - Irene Rodrigo - Страница 8

Оглавление

Estoy tumbada en el sofá de dos plazas. Los pies cuelgan de uno de los laterales. Ignasi y yo postergamos una y otra vez la compra de un sofá más grande. Ahora que estoy yo sola, cobra sentido no haberlo hecho.

Sus libros y los míos siguen mezclados. Me fijo en las baldas de los repetidos. En alguna red social leí que son esos títulos en común que cada uno aporta a la biblioteca de la pareja los que sostienen la ínfima posibilidad de que las cosas salgan bien. Así pues, nuestra posibilidad se pudría en dos baldas saturadas de novelas. Cuando Ignasi todavía estaba aquí, yo me entretenía comparando las distintas ediciones de un mismo título. Trataba de adivinar cuál había sido sometida a más toqueteos y vaivenes, la suya o la mía. La suya o la mía: tal vez ahí residía el fracaso de nuestra posibilidad. En que, por mucho que permaneciesen cubierta con cubierta dos, tres, hasta seis años, nunca dejé de diferenciar entre sus libros y los míos.

Tres lunas llenas

Подняться наверх