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4. La comunicación persuasiva
ОглавлениеConcierne a las isotopías epistolar y jurídica: solo la primera ha sido evocada al hablar de la garganta-púlpito; la otra aparece en ese segmento intruso en el que Friné seduce y enternece a sus jueces. Esa configuración reposa en un hacer creer, dirigido en un caso a la dama (la epístola) y en el otro, a los jueces (los pechos descubiertos). En los dos casos, la persuasión tiene por objetivo realizar otro acto: satisfacer un deseo u obtener una indulgencia. La garganta juega, pues, aquí también el rol de ayudante: instrumento complementario del poder persuadir, en el caso del púlpito; instrumento principal de la persuasión, en el caso de Friné.
También en esta ocasión el intercambio es puramente modal. Se trata ciertamente de una manipulación persuasiva y no de un conflicto, pero el resultado es el mismo: el objeto descrito no es la verdadera meta de la interacción entre los sujetos, solo es el instrumento, y es otro objeto, otro proyecto al que apunta la persuasión.
Pero en el caso de la epístola, la tentativa de persuasión fracasa: como se precisa en el segmento siguiente, el pensamiento público de la dama está encerrado en su garganta, armario sagrado. Es particularmente significativo que el fracaso de la persuasión amorosa sea comentado en un segmento consagrado a la isotopía de la devoción: eso significa que las isotopías figurativas y las estrategias narrativas son jerarquizadas desde un punto de vista axiológico, y se convierten en objeto de una evaluación ética, positiva o negativa: en la perspectiva de la isotopía religiosa, la persuasión no puede venir del sujeto masculino.
El episodio de Friné, estructuralmente marginal, como lo hemos indicado desde el comienzo, es una suerte de contrapunto que señala que, en el otro sentido, la persuasión es eficaz, lo cual no impide (i) que la garganta sea tratada también allí como un instrumento, y (ii) que es poco probable que una cortesana —y sus pechos— pueda colocarse en el mismo plano que la Dama del último verso.
Las temáticas no son, pues, isotopías paralelas y autónomas: por su estructura actancial y narrativa, se responden unas a otras. La contemplación y la devoción intercambian el don y el contra-don; la persuasión intenta una manipulación a la que la devoción resiste, etcétera. Vamos a insistir ahora precisamente sobre esa interacción global.