Читать книгу Guía práctica de naturopatía - Jaume Rosselló - Страница 14
¿Necesitamos las grasas?
ОглавлениеLas grasas o lípidos entran en la composición de las membranas celulares, actúan como portadores de vitaminas y nutrientes, permiten la producción de hormonas esteroides a partir del colesterol, desempeñan un papel esencial en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y proporcionan protección térmica desde el exterior. Así que son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo.
De ahí la importancia de no saltárselas en la dieta con el pretexto de que te hacen engordar. También es importante elegir cuidadosamente las grasas, porque no todas son iguales. De hecho, se hace una distinción clásica entre las grasas «buenas» y las «malas».
Así, los ácidos grasos insaturados (monoinsaturados y poliinsaturados), presentes por ejemplo en los aceites vegetales, plantas oleaginosas (y pescados grasos, para los no-vegetarianos), protegen las arterias, son esenciales para el buen funcionamiento del corazón y el cerebro, participan en la fluidez de la sangre y en la permeabilidad de las membranas de nuestras células.
Se acusa a los ácidos grasos saturados (que se encuentran sobre todo en las grasas animales: carne, leche, mantequilla, queso) de aumentar la síntesis del colesterol malo y el riesgo de enfermedades cardiovasculares si se consumen en exceso. Se caracterizan por su resistencia a la degradación bajo la influencia del aire o la luz. Su «saturación» en hidrógeno estable limita su capacidad de movilización hacia el hígado y, por el contrario, favorece su almacenamiento.
Por eso es importante asegurar un buen suministro, sin abusos, de ácidos grasos insaturados de calidad, asegurando al mismo tiempo un buen equilibrio de omega-3 y omega-6 (dos ácidos grasos poliinsaturados), que es un punto esencial a controlar en nuestra dieta actual.
Aportación ideal de la ingesta de diferentes ácidos grasos
Saturados: 10%. Monoinsaturado: 14-20%.
Poliinsaturados: Omega-3: 1,6%. Omega-6: 4%