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Febrero 1
De mañana

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“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado.” (Salmo 143:8)

Cada soldado al escuchar en la mañana el sonido de la diana, se despierta, se pone en alerta, prepara todas sus cosas y se presenta delante de su superior para esperar las instrucciones.

De alguna manera cada creyente es como un soldado que al amanecer se prepara para nuevas batallas y debe escuchar las instrucciones de quien lo puede guiar para alcanzar las victorias prometidas.

El Señor conoce la estrategia, Él tiene el poder para vencer porque Él ya venció por nosotros y sabe lo que más te conviene en este día específicamente.

Por eso sin duda la mejor estrategia del creyente es la de prepararse en la mañana, esperar las instrucciones del Señor y luego lanzarse a un nuevo día lleno de la presencia y el respaldo de quien lo envió.

En este día Dios ha hecho sonar su alarma. Esta mañana los pájaros cantaron, los cielos se abrieron de nuevo para traer un rocío especial sobre la tierra. La naturaleza se alineó para saludar a su Hacedor y todo está preparado para convertirlo en un día especial.

Dios solo espera que te presentes delante de Él para darte la bendición divina y enviarte bajo su protección mientras contempla con agrado cómo vas ganando cada batalla en este día que hizo para ti.

Oración:

Señor Jesús, tú eres Hacedor de maravillas. Cada mañana cuando abro mis ojos descubro lo grandioso de tu creación y recibo tu misericordia renovada. Tengo delante de mí un día para disfrutar y lo recibo como un regalo maravilloso de tu gracia, y al conocer tus maravillas me gozaré sabiendo que todo lo has hecho para mi deleite. Amén.

Una semilla para cada día

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