Читать книгу Observatorio de los contratos públicos 2020 - Jose María Gimeno Feliu - Страница 26

La contratación pública forma parte de una estrategia más amplia con la que se pretende generar un cambio y garantizar una transición justa para alcanzar los objetivos de sostenibilidad que se ha marcado la Unión Europea.

La pandemia de la COVID-19 no debe utilizarse como pretexto para retrasar los objetivos políticos de la Unión establecidos para conseguir una doble transición ecológica y digital. Al contrario, debiera servir de aprendizaje para orientar la recuperación de la economía hacia las pautas del Pacto Verde Europeo, la sostenibilidad social y la digitalización.

En materia de contratación pública, el principal reto entraña un modelo de compra pública diferente que haga frente a los desafíos ambientales, sociales y de innovación demandados desde la propia normativa contractual. Ahora bien, las dificultades se suceden y la falta de seguridad jurídica sobre la correcta aplicación de una contratación estratégica hace que no cumpla su cometido de contribuir a una recuperación integradora. No tiene sentido que cada órgano de contratación, de una manera aislada y en muchas ocasiones sin orientaciones claras, se enfrente a este importante mandato, pues además de los obstáculos que va a tener que encarar, una actuación deslavazada por parte de cada poder adjudicador no va a tener el impacto que se pretende en la implantación de una contratación pública estratégica.

En este sentido, otro de los retos de la contratación se presenta en el plano de la profesionalización en la gestión de las compras públicas. La mejora en las competencias profesionales y en los conocimientos técnicos del personal que interviene en los procedimientos de contratación permitiría cumplir de manera más eficaz con la normativa y contribuir a los objetivos estratégicos de la compra pública.