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4. Visita a la tribu de los Coliqueos

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Asimismo, el P. Salvaire intentó alargar la misión hasta la cercana toldería del otrora cacique Ignacio Coliqueo, al frente de la cual se encontraba su hijo Simón, situada en la Tapera de Díaz (en cercanías de General Viamonte - Los Toldos), a unas doce leguas de “La Barrancosa”, en dirección a Bayauca. El propósito que se perseguía era bien preciso: saludar a los jefes en nombre del arzobispo Aneiros; y confirmar si se mantenían en pie sus buenas disposiciones para aceptar la predicación de una próxima misión, como en el caso de Railef26.

El viaje se concretó a mediados de septiembre de 1874, pudiendo el misionero mantener, primero, una entrevista personal con los hermanos Coliqueo (Simón, Justo y Antonio); y luego celebrar un parlamento con la presencia de los demás jefes subalternos, a fin de conversar en firme sobre el deseo puesto de manifiesto oportunamente de permitir la radicación de un misionero entre ellos, encargado de abrir escuela y capilla, como la forma más adecuada de recibir los beneficios de la educación cristiana, por la cual había aspirado su fallecido padre, Ignacio. Y si tal iniciativa no pudiera concretarse por el momento, verse favorecidos, al menos, por la predicación de una misión volante, tal como en esos momentos se realizaba en “La Barrancosa”. Finalmente pudo radicarse entre ellos el vicentino Emilio Savino, prolongándose su presencia por unos dos años.


18. Del marco histórico-cultural en el que se inscribe la obra de SALVAIRE, como la de otros misioneros de la época, nos hemos ocupado en Catecismos Pampas. Circunstancias históricas y alcances pastorales (1870-1885), en Investigaciones y Ensayos, 46, Buenos Aires, 1996, 517-561; y en Teología, 69, Buenos Aires 1997, 5-69. Incluso rescatamos su figura como autor de un catecismo bilingüe (castellano-pampa) que permaneció inédito: Doctrinale elementare (Parte I) y Doctrinale familiare (Parte II).

19. Lettre de M. Georges Salvayre à M. Chinchon, à Paris. Azul, frontière des Indiens, 26 mars 1874, en ACM, Tomo 39, Año 1874, 468-475. Esta carta es contestación a una escrita por el P. Chinchon, el 4 de febrero, pidiéndole a Salvaire lo mantuviera al corriente sobre la misión que los vicentinos comenzaban en el Azul.

20. Ibíd., 469, 473-474 (traducción).

21. Ibíd., 471-472. Entre esos obstáculos, uno de ellos adquiere particular relieve como elemento de permanente conflicto y roces entre el Gobierno Nacional y los indios, por lo que en tono de honda preocupación señala: “Pero á más de estos obstáculos... uno de los más grandes, y que me parece ofrecerá grandes dificultades para el suceso de la Misión, es la tirantez existente en las relaciones entre las tribus indígenas y el Estado Argentino. Los indios que pueblan estos inmensos países de la América del Sur hasta el Estrecho de Magallanes, nunca han querido reconocer la conquista española, pues se consideran dueños de estas tierras antes del arribo de los españoles; y en la actualidad, se niegan a renunciar a este derecho de posesión. También reclaman, a su manera, contra lo que miran como una injusta usurpación, realizando deplorables invasiones, llevándose inmensos arreos de caballos y de bueyes que constituyen toda la riqueza de estas tierras ¿Cómo podremos anunciar el Evangelio a espíritus que no piensan más que en guerras y venganzas, cuando es cierto que para su difusión se necesitan espíritus pacificados y tranquilos? No obstante ello, veo con claridad que estos pobres salvajes son seres simples y buenos, pero las traiciones de las que han sido víctimas los ha llevado a ser desconfiados y suspicaces” (470).

22. Ibíd., 472-473.

23. Información detallada sobre esta misión en TCR, 153-395.

24. De esta época datan dos escritos de Salvaire: el mencionado Doctrinale elementare y unas breves anotaciones intituladas Apuntes sobre los indios y sus costumbres. Estas anotaciones, destinadas a facilitar la misión con los indígenas, demuestran el esfuerzo por alcanzar comprender sus tradiciones y costumbres mediante la lectura de las fuentes de información de las que pudo disponer. Véase TCR, 579-642; 975-1018.

25. Véase, TCR, 397-509.

26. La entrevista fue preparada mediante una comisión que envió el propio Railef a los Coliqueo para anunciarles su conversión y felicidad por haber ingresado al “gremio” de la Iglesia Católica, exhortándolos, a la vez, a recibir a los misioneros en la propia tribu. Los hermanos, por su parte, agradecieron al cacique los saludos e hicieron llegar a estos últimos la invitación formal para realizar a la brevedad una visita. Así se lo hizo saber Salvaire a monseñor Aneiros, en carta del 15 de agosto: “Los indios de Coliqueo nos han mandado avisar que están esperando la visita de los misioneros. Nos piden que no nos retiremos sin hacerla, a fin de enterarnos de sus buenas disposiciones para poder manifestarlas al Señor Arzobispo. Ruego, pues, a V. S. se digne darme su parecer sobre la oportunidad de esta visita. Coliqueo vive de acá como 12 leguas” (AABA, LA; GAA, 116). Referencias a esta visita en TCR, 509-525.

Jorge María Salvaire, CM

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