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Notas
Оглавление1 Consejo Escolar del XI Distrito, Informe del presidente E. Zeballos y del secretario Miguel Auli, 7 de enero de 1888, El Monitor, tomo VII, n.º 128, marzo de 1888, p. 349.
2 El 21 de octubre de 1887, en la discusión de la Ley de jubilaciones para los empleados de la Administración Pública, sostuvo que ésta debía ser exclusiva para los argentinos.
3 Consejo Escolar del XI Distrito, Informe del presidente E. Zeballos y del secretario Miguel Auli, 7 de enero de 1888, ibidem.
4 Véanse Juan P. Ramos, Historia de la instrucción primaria en la República Argentina 1810-1910, Atlas Escolar, Buenos Aires, Jacobo Peuser, 1910; Juan Carlos Tedesco, Educación y sociedad en la Argentina (1880-1900), Buenos Aires, CEAL, 1982; Gregorio Weinberg, Modelos educativos en América Latina, Buenos Aires, 1983; Hobart A. Spalding, “Education in Argentina 1880-1914: the Limits of Oligarchical Reform”, Journal of Interdisciplinary History, vol. Ill, n.º 1, 1972; Adriana Puiggrós (dir.), Historia de la educación en la Argentina, vol. I y II, Buenos Aires, Galerna, 1990-1991.
5 D. F. Sarmiento, “Las escuelas italianas. Su inutilidad”, El Nacional, 13 de enero de 1881; reproducido en D. F. Sarmiento, Condición del extranjero en América, p. 66.
6 “Noticias”, La Nación, 8 de enero de 1881.
7 “Actas del Congreso Pedagógico Internacional”, Buenos Aires, 10 de abril al 8 de mayo de 1882, El Monitor, tomos I, II y III. Véase también Debate parlamentario sobre la Ley 1420, Estudio preliminar, selección y notas de Gregorio Weinberg, Buenos Aires, Raigal, 1956; Rubén Cucuzza, De Congreso a Congreso. Crónica del Primer Congreso Pedagógico Argentino, Buenos Aires, Besana, 1986.
8 Antonino Salvadores, La instrucción primaria desde 1810 hasta la sanción de la Ley 1420, Buenos Aires, Consejo Nacional de Educación, 1941, p. 366.
9 Véanse Simonetta Soldani y Gabriele Turi (comps.), Fare gli italiani. Scuola e cultura nell’ Italia contemporánea, Bolonia, II Mulino, 1993; Mona Ozouf, L’Ecole, l’Église et la République, 1871-1914, París, Éditions Cana/Jean Offredo, 1982; Pierre Vilar, “Enseñanza primaria y cultura popular en Francia durante la III República”, en P. Bergeron (comp.). Niveles de cultura y grupos sociales, México, FCE, 1977; Christianne Mora, “La difusión de la cultura en la juventud de las clases populares en Francia desde hace un siglo: la acción de la Liga de Enseñanza”, en P. Bergeron (comp.), ibidem y Harvey Graff, The Literacy Myth. Literacy an Social Structure in Nineteenth Century City, Nueva York, 1979.
10 Consejo Escolar del VI Distrito, “Informe del secretario Otamendi”, enero de 1884, El Monitor, tomo III, n.º 52, 1884, pp. 356 y ss.
11 Consejo Escolar del II Distrito, Informe del presidente Félix Martín y Herrera y del secretario Alberto Méndez, 10 de febrero de 1884, El Monitor, tomo III, n.º 56, 1884, p. 497.
12 Víctor Molina, “Informe de inspección a los Territorios Nacionales”, enero de 1885, El Monitor, tomo V, n.º 81, 1885, p. 684.
13 El Monitor, tomo IV, n.º 66, 1884, p. 202.
14 Ibidem, tomo VII, p. 653.
15 “Nuestra palabra” (artículo editorial), El Monitor, tomo VI, n.º III, 1887, pp. 331-334.
16 Informes de Inspección en El Monitor, tomos VII y VIII. Las familias seguían las oportunidades de trabajo dentro de la ciudad y aun de la ciudad al campo en la época de la cosecha. Al regresar se reubicaban según la disponibilidad de vivienda y el nivel de los alquileres; en consecuencia, los niños cambiaban frecuentemente de escuela y debían adquirir otros libros. Véanse Hilda Sabato y Luis Alberto Romero, Los trabajadores de Buenos Aires. La experiencia del mercado: 1850-1880, Buenos Aires, Sudamericana, 1992, y Ofelia Pianetto, “Mercado de trabajo y acción sindical en la Argentina, 1890-1922”, Desarrollo Económico, n.º 94, vol. 24, julio-septiembre de 1984.
17 El Monitor, tomo VI, n.º III, 1887, pp. 331-334. Subrayado en el original.
18 La comisión ad hoc estaba presidida por el nuevo vocal del Consejo, Félix Martín y Herrera e integrada por los directores de escuela, señora García de Ryan y señor Diez Mori, y por dos inspectores técnicos. Trabajó durante 1887; convocó también a los subinspectores de los catorce distritos escolares de la Capital para que formularan dictámenes individuales sobre los principios generales comunes.
19 Proyecto de Plan de estudios para las escuelas comunes de la Capital y Territorios Nacionales (Félix Martín y Herrera, presidente de la comisión de elaboración) y Plan de estudios, programas y horarios para las escuelas comunes, El Monitor, tomo VII, n.º 129, 1888, pp. 386-388 y 396-397.
20 “Reforma del Reglamento y Plan de Estudios”, El Monitor, tomo VII, n.º 122, 1887, p. 50.
21 “Colegios Nacionales” (artículo editorial), El Monitor, tomo VII, n.º 124, 1888, p. 148.
22 “Reforma del Reglamento y Plan de Estudios”, El Monitor, tomo VII, n.º 122, 1887, p. 53.
23 Ibidem, p. 51.
24 Ibidem, p. 52.
25 “Escuelas Normales” (artículo editorial), El Monitor, tomo VII, n.º 123, 1888, p. 97.
26 “Instrucción pública, las reformas”, La Tribuna Nacional, citado por El Monitor, tomo VII, n.º 124, 1888, pp. 147 y 148.
27 Pablo Pizzurno defendió las reformas en varios artículos publicados en La Prensa, en enero de 1888.
28 Puede advertirse en los resultados de los exámenes que rendían los niños de las escuelas privadas o los alumnos libres en los “Informes sobre exámenes”, tomos VII y VIII de El Monitor.
29 Véanse D. F. Sarmiento, Informe III del estado de la Educación Común, durante el año 1879 en la Provincia de Buenos Aires, presentado al Consejo General de Educación por el director general de Escuelas, Buenos Aires, 1880, y el Informe sobre el estado de la Educación Común en la Capital, presentado por el superintendente general de Educación, Buenos Aires, 1881.
30 Consejo Escolar del V Distrito (La Piedad), Informe del subinspector Bernabó, octubre de 1887, El Monitor, tomo VII, n.º 121, 1887, p. 33.
31 Ibidem, p. 33.
32 La Prensa, 24 de abril de 1887.
33 Véanse Eduardo O. Ciafardo, Los niños en la ciudad de Buenos Aires (1890-1910), Buenos Aires, CEAL, 1992; Juan Suriano, “Niños trabajadores. Una aproximación al trabajo infantil en la industria porteña a comienzos del siglo”, en Diego Armus (comp.), Mundo urbano y cultura popular, Buenos Aires, Sudamericana, 1990, y Estela Pagani y María Victoria Alcaraz, Mercado laboral del menor (1900-1940), Buenos Aires, CEAL, 1991.
34 Consejo Escolar del I Distrito, Informe del secretario E. G. Espinosa, diciembre de 1887, en El Monitor, tomo VII, n.º 125, 1888, p. 220.
35 Informe del doctor Carlos L. Villar, 15 de septiembre de 1887, en El Monitor, tomo VI, n.º 105, 1886, pp. 139 y 140.
36 Consejo Escolar del I Distrito, Informe del secretario Espinosa, 31 de diciembre de 1887, en El Monitor, tomo VII, n.º 125, 1888, p. 220.
37 L. Gutiérrez y R. González señalan que la actitud de las autoridades en materia de salud se caracterizaba por un comportamiento cíclico de “inercia-pánico”; en las épocas de epidemias, la Asistencia Pública recurría con frecuencia a intervenciones violentas para realizar sus campañas sanitarias con vacunación compulsiva. Véase Leandro H. Gutiérrez y Ricardo González, Las condiciones de la vida material de los sectores populares en Buenos Aires, 1880-1914, Buenos Aires, Pehesa-Cisea, mimeo, mayo de 1983, pp. 10 y 11.
38 La Prensa, 12 de octubre de 1887. Véanse también Leandro Gutiérrez y Ricardo González, op. cit.; Héctor Recalde, Higiene pública y secularización, Buenos Aires, CEAL, 1989; Diego Armus, Los médicos, Buenos Aires, CEAL, 1981; Adriana Álvarez, “Ramos Mejía: salud pública y multitud en la Argentina finisecular”, en Mirta Lobato (comp.), Política, médicos y enfermedades. Lecturas de historia de la salud en la Argentina, Buenos Aires, Universidad Nacional de Mar del Plata/Biblos, 1996.
39 La Prensa, 30 de diciembre de 1887.
40 Ibidem, 21 de julio de 1887.
41 Ibidem, 13 de agosto de 1887.
42 Ibidem, 18 de agosto de 1887.
43 Introducida en 1805, la vacuna se difundió como prevención, en buena parte gracias a la incansable tarea del padre S. Segurola. Rivadavia creó una comisión “conservadora de la vacuna” de la viruela y la estableció como requisito para asistir a las escuelas del gobierno.
44 La Prensa, 21 de agosto de 1887.
45 Consejo Escolar del IV Distrito, “Informe del presidente Alberto Méndez y del secretario Paunero”, enero de 1888, en El Monitor, tomo VII, n.º 135, 1888, p. 693.
46 “Informe del jefe del Cuerpo Médico Escolar, Dr. Carlos L. Villar”, 15 de mayo de 1888, en El Monitor, tomo VII, n.º 135, 1888, pp. 690 y 691. El CME estaba integrado por el Dr. Carlos Villar, médico jefe; los médicos D. Urquiza y A. Valdez, los practicantes Enrique Palacios y Manuel Cordiviola y un secretario, Pío Bustamante.
47 “Informe del Cuerpo Médico Escolar”, agosto de 1888, en El Monitor, tomo VII, n.º 139, 1888, p. 904.
48 José Francisco López, “La instrucción pública en Prusia y Alemania”, El Monitor, tomo V, n.º 99, 1886, pp. 1313 y 1314.
49 Consejo Escolar del I Distrito, “Informe del presidente Francisco B. Madero”, ibidem, tomo VII, n.º 125, 1888, p. 207.
50 Consejo Escolar del XI Distrito, Informe del presidente Zeballos y del secretario Miguel Auli, El Monitor, tomo VII, n.º 128, 1888, p. 347.
51 Los informes de inspección brindan múltiples indicios sobre la incidencia del trabajo infantil. Véanse los tomos VI, VII, VIII y IX de El Monitor.
52 Véanse D. F. Sarmiento, Informe III del Estado de la Educación Común, op. cit., e Informe sobre el Estado de la Educación Común en la Capital, op. cit.
53 El CNE organizó un sistema para la capacitación de los maestros a través de las Conferencias Didácticas y las Conferencias Doctrinales; también existían cursos nocturnos de capacitación como el de la Escuela Normal de Profesores de Buenos Aires.
54 “Informe del inspector técnico Juan M. de Vedia”, septiembre de 1887 (basado en Secretario Bernabó, “Informe del Consejo Escolar del V Distrito”, 4 de agosto de 1887), El Monitor, tomo VII, n.º 121, 1887, p. 25.
55 Ibidem, p. 30.
56 Idem.
57 Consejo Escolar del I Distrito, “Informe del secretario Espinosa”, enero de 1888, El Monitor, tomo VII, n.º 125, 1888, pp. 221 y 222.
58 “Informe del Consejo Escolar del IX Distrito”, El Monitor, tomo VII, n.º 124, 1888, p. 161.
59 Consejo Escolar del I Distrito, “Informe del secretario Espinosa”, enero de 1888, op. cit.
60 Consejo Escolar del I Distrito, “Informe”, El Monitor, tomo VIII, n.º 143, 1888, p. 120.
61 Informes de inspección correspondientes a 1887 y 1888, El Monitor, tomos VII y VIII. Véanse también H. Sabato y L. A. Romero, Los trabajadores de Buenos Aires, op. cit. y Ofelia Pianetto, op. cit.
62 Consejos Escolares del II y III Distrito, “Informes sobre exámenes del presidente Bonifacio Lastra”, diciembre de 1887, El Monitor, tomo VII, n.º 127, 1888, p. 316.
63 Informe del inspector nacional F. D. Guerrico sobre expedición de matrículas en las Escuelas de las Colonias, El Monito, tomo VII, n.º 131, 1888, p. 496.
64 Consejo Escolar de Flores, “Informe”, mayo de 1888, El Monitor, tomo VII, n.º 140, septiembre de 1888, pp. 939 y 941.
65 Consejo Escolar del I Distrito, “Informe del secretario Espinosa”, enero de 1888, op. cit., p. 224.
66 Consejo Escolar del XI Distrito, “Informe del presidente E. Zeballos y del Secretario Miguel Auli”, 7 de enero de 1888, El Monitor, tomo VII, n.º 128, 1888, p. 347.
67 Los carteles decían: “Se hace saber al vecindario de la Parroquia de Balvanera que de acuerdo con lo que dispone la ley de educación vigente, todos los padres deben concurrir a la secretaría de este Consejo […] a proveerse del certificado de matrícula […] el cual les será expedido previo pago de un peso nacional y a los indigentes se les expedirá gratis […] Los padres, tutores o encargados que no den cumplimiento a lo arriba indicado serán multados con arreglo al artículo 44, inc. 8vo de la Ley de Educación, cuya multa será de 5 a 100 pesos m/n. Capital, enero 30 de 1888”. Consejo Escolar del XIV Distrito, “Nota al CNE del Presidente Juan B. Ballesteros y del Secretario Félix Meyer”, El Monitor, tomo VII, n.º 131, 1888, pp. 503 y 504.
68 “Notas diversas”, El Monitor, tomo VII, n.º 128, 1888, p. 376.
69 Consejo Escolar del XI Distrito, “Informe del médico escolar José Pereira Rego Filho”, El Monitor, tomo VIII, n.º 159, 1889, p. 941.
70 “Cuadro estadístico de la escuelas italianas de la Capital”, El Monitor, tomo VII, n.º 123, 1888, pp. 99-107.
71 L. B. Tamini, “Estudio sobre las leyes que rigen la ciudadanía en Inglaterra”, en Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Buenos Aires, 1885, pp. 468-476.
72 En diciembre de 1887 se habían dado a conocer los nuevos planes para la educación primaria y el nuevo sistema de articulación con el nivel medio, que hacía obligatorio el sexto grado para ingresar en aquél. En enero de 1888 se dieron a conocer los nuevos planes para las escuelas normales y colegios nacionales.
73 “Una Circular”, La Voz de la Iglesia, 14 de enero de 1888.
74 F. Grassi, “II primo governo Crispi e l’emigrazione como fattore di una politica di potenza”, en B. Bezza (comp.), Gli italiani fuori d’ltalia, Milán, F. Angeli, 1983, p. 87, citado por Luigi Favero, “Las escuelas de las sociedades italianas en la Argentina (1866-1914)”, en F. Devoto y G. Rosoli, La inmigración italiana en la Argentina, Buenos Aires, Biblos, 1985, pp. 188 y 189. Véase allí mismo, Tulio Halperin Donghi, “¿Para qué la inmigración?”.
75 Luigi Favero, op. cit., pp. 188 y 189. El 30 de diciembre de 1888 se sancionó la ley sobre la emigración (Ley 5866) y el 8 de diciembre de 1889 la “Ley Crispi”, Decreto Real n.º 6566; en 1890 la Circular Damiani complementó aquella ley orgánica.
76 Ibidem, pp. 188 y 189.
77 Società Unione e Benevolenza, “Ai Signori Soci della Società Unione e Benevolenza”, circular, Buenos Aires, 2 de mayo de 1888. Véase también “Los italianos y sus escuelas”, El Nacional, 17 de abril de 1888.
78 La Prensa, 18 de abril de 1888.
79 Ibidem, 19 de abril de 1888.
80 L’Operaio Italiano, 17 de abril de 1888; La Prensa, 20 de abril de 1888.
81 La Patria Italiana, 17 de abril de 1888; La Prensa, 20 de abril de 1888.
82 La Prensa, 21 de abril de 1888.
83 Varios diarios argentinos dijeron que la reforma de las escuelas de Unione e Benevolenza se debía a la intención de armonizar con los propósitos argentinos. Según El Nacional (“Italianitos”, 18 de abril de 1888), “los autores del proyecto comprendían que sus hijos nacidos en territorio argentino, son argentinos y necesitan ser educados como argentinos […] que es inconveniente abusar de la deferencia con que el país permite las escuelas italianas”. Para La Voz de la Iglesia (“Tomamos nota”, 18 de abril de 1888), “Una parte del Consejo de la Sociedad Unione e Benevolenza, dándose cuenta de la responsabilidad que podía arrojar el sistema de enseñanza […] [quería] corregir el abuso harto frecuente de proporcionar a los hijos de italianos […] una instrucción basada en principios que lejos de preparar ciudadanos argentinos, contribuyen poderosamente a enervar el espíritu nacional y a menoscabar el respeto y el amor a nuestras gloriosas tradiciones”. También La Prensa, 18 de abril de 1888. Es además la versión de Adolfo Saldías: “italianos honorables, progresistas y amantes de la República Argentina, que forman parre del Consejo de la Unione e Benevolenza presentaron un proyecto tendiente a la supresión de las escuelas italianas. Se fundan en que ‘no solamente las escuelas no dan resultado’, sino que además es anormal e inconveniente sostener escuelas ‘exclusivamente italianas’ en un país libre, independiente, y que ofrece a los italianos una generosa hospitalidad”. Saldías, La politique italienne au Río de la Plata. Les étrangers résidents devant le droit international, París, Sauvaitre Éditeur, 1889, pp. 80 y 81.
84 “Italianos y escuelas italianas”, El Monitor, tomo VII, n.º 130, 1888, p. 435.
85 D.F. Sarmiento, “Las escuelas italianas. Su inutilidad”; Sobre los nuevos grupos dirigentes, véase Tulio Halperin Donghi, “La integración de los inmigrantes italianos en Argentina. Un comentario”, en F. Devoto y G. Rosoli, La inmigración italiana en Argentina, op. cit., pp. 87-93.
86 Società Unione e Benevolenza, “Ai Signori Soci”, suelto enviado a los socios.
87 Società Unione e Benevolenza, Libro di Verbali della C. D. e delle Asamblee, 1888, Seduta 21, marzo, folio 40, y Seduta 31, marzo, folio 44.
88 La proporción de niños que concurrían a las escuelas respecto del número de socios llegaba al 46,3% en 1872. Esa relación había descendido al 19,5% en 1883 y al 7,8% en 1887. En 1872 los socios eran 1038, los alumnos 481; en 1880 había 1232 alumnos y en 1887 los socios eran 6638 y 520 los alumnos. Véase Società Unione e Benevolenza, “Riassunto dei Rendiconte amministrativi di dieci anni dal quale risulta la marcia progressiva della Società U. e B., 1872-1881 ” y “Ai Signori Soci”.
89 Società Unione e Benevolenza, Libro di Verbali, 1884, Seduta 27 de diciembre, folio 180. A lo largo de todo el año se realizan esfuerzos para poner en condiciones los edificios, especialmente de la Escuela Norte y de la Oeste. Cuando por moción del delegado escolar Dr. Rocca se invita al CNE a presenciar los exámenes, se sugiere expresar que es “deseo manifiesto de la CD que el CNE se convenza de que las escuelas de la Unione e Benevolenza funcionan ateniéndose a lo que ordena la ley en esta materia”. Libro di Verbali, 25 de noviembre, 1885, folio 331.
90 Società Unione e Benevolenza, Libro di Verbali, 1884, Seduta 11 mayo, folio 84, y Asamblea extraordinaria, 18 de mayo, 1884, folios 91 y 92.
91 Casi todos los medios de prensa registraron en estos años la disputa, pública y ruidosa, de los diferentes grupos locales –mazzinianos, garibaldinos, republicanos, monárquicos, anarquistas, socialistas, etc.– que se disputaban la dirección de los numerosos residentes italianos en el país.
92 Società Unione e Benevolenza, Libro di Verbali, Seduta 12 de marzo, folio 50.
93 Ibidem, Seduta Extraordinaria, 23 de marzo, 1884, folio 51 y 52.
94 Por ejemplo, en ocasión del nombramiento de una comisión examinadora para llenar el cargo de maestro inspector, la Comisión Directiva propuso que fueran “pedagogos competentes y con larga práctica en la enseñanza”; algunos socios disintieron, porque se proponía a no italianos que ocupaban puestos de inspectores en las escuelas argentinas –en este caso se trataba del inspector Santa Olalla–, en lugar de designar italianos, entre quienes había personas muy competentes. Società Unione e Benevolenza, Libro di Verbali, 1884, Seduta 30 enero, folio 19. En ocasión del nombramiento de un maestro de Caligrafía, se planteó si debía preferirse la mayor capacitación e idoneidad de un candidato no italiano o la condición de italiano del otro. Società Unione e Benevolenza, Libro di Verbali 1884, Seduta 6 agosto, folio 125; también 13 agosto, folio 131, y 27 agosto, folio 133.
95 “Notas”, El Nacional, 28 de abril de 1888.
96 “La cuestión de las escuelas italianas”, La Voz de la Iglesia, 8 de junio de 1888.
97 Adolfo Saldías, La Politique Italienne au Río de la Plata..., op. cit., pp. 82 y 83.
98 Ibidem, p. 83.
99 Ibidem, p. 84.
100 B. Bossi, Veritá e Giustizia. Le scuole italiane in America, Génova, Tip. dal Commercio di Genova, 1888, p. 9.
101 Ibidem, p. 15.
102 “Italianos y escuelas italianas”, El Monitor, tomo VII, n.º 130, 1888, pp. 433-438.
103 “Italianitos”, El Nacional, 18 de abril de 1888.
104 La Prensa, 18 de abril de 1888.
105 “El Estado y la enseñanza”, La Prensa, 29 de abril de 1888.
106 “La prensa monárquica y las escuelas italianas”, 24 de abril de 1888; “Notas”, 28 de abril de 1888; “Las escuelas italianas”, 1° de mayo de 1888; y “Los Bachichas”, 9 de mayo de 1888.
107 La Voz de la Iglesia siempre defendió la libertad de enseñanza; por ejemplo: “La libertad de enseñanza y la Constitución”, 17 de septiembre de 1888; en cambio, reclamó enérgicas medidas de control del Estado para solucionar este caso. Entre otros: “Tomamos nota”, 18 de abril de 1888; “Escuelas italianas”, 30 de abril de 1888; “A propósito de las escuelas italianas”, 13 de junio de 1888.
108 “Escuelas italianas”, La Voz de la Iglesia, 30 de abril de 1888.
109 El Estado y la enseñanza”, La Prensa, 29 de abril de 1888.
110 “Italianos y escuelas italianas”, El Monitor, tomo VII, n.º 130, 1888, pp. 433-438.
111 Ibidem.
112 “La escuelas italianas y el Dr. Zorrilla”, La Voz de la Iglesia, 19 de octubre de 1888.
113 “La inspección de las escuelas”, El Monitor, tomo VII, n.º 135, 1888, p. 679.
114 CNE, “Circular a los consejos escolares del 24 de octubre de 1884” y “Apéndice”, El Monitor, tomo VII, n.º 130, 1888, pp. 437 y 438.
115 “Inspección de las escuelas comunes”, El Monitor, tomo VII, n.º 125, 1888, pp. 225 y 226.
116 “La inspección de las escuelas”, El Monitor, tomo VII, n.º 135, 1888, pp. 679 y 680.
117 “Isaac P. Areco, presidente del consejo escolar del VII Distrito al presidente del CNE”, 7 de agosto de 1888, El Monitor, tomo VIII, n.º 142, 1888, pp. 78 79.
118 “Los consejos escolares”, Revista de Educación, La Plata, junio-julio de 1888; citada en “Los consejos escolares”, El Monitor, tomo VII, n.º 136, 1888, pp. 749 y 750.
119 CNE, “Reglamento de la inspección de las escuelas de la Capital, Colonias y Territorios”, 15 de junio de 1889, El Monitor, tomo VIII, n.º 159, 1889, pp. 973-976.
120 CNE, Actas de Sesiones, miércoles 14 de agosto de 1889.
121 “Sobre enseñanza”, La Voz de la Iglesia, 8 de noviembre de 1888.
122 Los ardides más frecuentes eran simular los gastos, inflar los sueldos de los maestros, crear escuelas en el papel y maestros, materiales y planillas ficticios y aun especular con la moneda. Véase Juan P. Ramos, Historia de la instrucción primaria en la República Argentina 1810-1900, tomo I, Buenos Aires, Jacobo Peuser, 1910, pp. 122-126.
123 CNE, circular a los inspectores nacionales de las provincias con motivo del Reglamento recientemente sancionado, Buenos Aires, agosto de 1889; El Monitor, tomo IX, n.º 163, agosto de 1889, pp. 143 y 144.