Читать книгу Reflexiones sobre la innovación docente en la enseñanza universitaria - María de las Nieves Jiménez López - Страница 18

Con esta experiencia, se busca también mejorar la internacionalización de los estudiantes de ambas universidades. En función de la disponibilidad presupuestaria y de la situación sanitaria, es posible que se concedan algunas becas para realizar intercambios de estudiantes.

En cualquier caso, el mero hecho de estar en contacto –aunque sea de forma telemática− con personas de otros países y analizar problemáticas jurídicas que surgen en otros lugares, puede ser muy enriquecedor para su experiencia universitaria.

Al hilo de este planteamiento, se fomentará la participación de los estudiantes en el Concurso Internacional de Semilleros del Instituto Colombiano de Derecho Procesal, que se viene celebrando anualmente en Colombia. En estos concursos, los estudiantes participantes investigan un aspecto puntual con respecto al tema planteado, debiendo presentar un trabajo de unas treinta páginas. Tras una primera evaluación, los equipos seleccionados exponen los resultados de su investigación ante un tribunal constituido por académicos provenientes de diversos lugares del mundo.

Aunque no sea el objetivo principal de la actividad, creemos que la participación en un concurso de estas características puede ser un importante aliciente para los alumnos. La mera participación en él, les daría un reconocimiento curricular adicional que, además, se podría ver incrementado si consiguen algún premio.

Más allá de lo académico, la participación en una competición de estas características puede resultar muy interesante para los estudiantes. En ella pueden ampliar su red de contactos y pueden descubrir nuevos horizontes en los que desarrollar su carrera profesional.

El único problema de este tipo de actividades es su financiación. Salvo este año, que a consecuencia de la pandemia se ha tenido que celebrar online, estos concursos se celebran presencialmente. Como es fácil de imaginar, el coste de enviar a una decena de estudiantes y a un profesor responsable a Colombia no es menor. El proyecto podría colaborar, pero serían necesarias otras vías de financiación. A tal efecto, se podría buscar la colaboración del Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Cádiz, así como de la Facultad de Derecho. Incluso, sería posible buscar la colaboración de empresas del sector jurídico para que sponsorizaran al equipo. En cualquier caso, sería imprescindible seleccionar un número de estudiantes más reducido para abaratar costes.