Читать книгу 100 años de periodismo en el Perú - María Mendoza Micholot - Страница 17

2.2 ¿Influencias extranjeras?

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Bien podría decirse que antes de la inauguración de la prensa de masas en el país, y los fenómenos que esta desencadenó, el periodismo limeño había incursionado en una práctica que, por ejemplo, diarios europeos de millonarias tiradas ya ofrecían, a fines del siglo XIX, la personalización de la política como una innovación. ¿En qué consistía? En la difusión de contenidos donde primaba la polémica, el escándalo y la primicia informativa sobre el Gobierno y sus personajes (recuadro 8).

Recordemos también que en Estados Unidos algunos diarios de mayor difusión pusieron en marcha, a partir de 1830, experiencias mediáticas como la prensa de centavo, que institucionalizaron el sensacionalismo y la crónica negra. Es el caso de New York Morning Herald, fundado por J. Gordon Bennett (1835), o el New York Tribune de Horace Greeley (1841).

Qué decir de los íconos de la prensa popular estadounidense: The World (1883) de Joseph Pulitzer y su antimodelo, el New York Journal (1895) de William Randolph Hearst. El primero definió la generación sensacionalista de la prensa de masas en los años ochenta del siglo XIX, el segundo representó en los noventa a un periodismo diferente, que si bien se proclamó “ejemplo y modelo para la posteridad”, es el vocero de la generación amarillista (Timoteo 1992: 63).

Sus éxitos en la circulación debieron llamar la atención de algunos periodistas limeños, animados en imitarlos; varios probablemente se identificaron con otra propuesta: la desarrollada por The New York Times (1851). A partir de 1896, bajo la dirección de Adolph Ochs, el centenario estándar estadounidense se convirtió en representante de la generación que rindió culto a la objetividad en la prensa de masas.

Unos y otros tuvieron un mismo denominador común a pesar de la diferencia de sus enfoques editoriales: contaron con suficientes recursos para enfrentar los retos de la sociedad de masas y asumir los costos de una renovación tecnológica indispensable para sobrevivir a las exigencias del siglo XX.

Recuadro 8

La personalización de la política

Una de las críticas más frecuentes de los lectores peruanos a la agenda de los medios se refiere a su obsesiva preocupación por la política y la tendencia a convertir un hecho político en un escándalo de proporciones. ¿Cuándo nació esta práctica? Si bien la prensa de masas trató de marcar distancia con la política, el periodismo político no desapareció con la masificación.

Persistirán cabeceras históricas, y los asuntos del Estado y los gobiernos seguirán centrando la atención de las audiencias, pero ahora deberán compartir los honores del gran titular, cuando no verse relegados por otras informaciones más populares. En todo caso, en algunos países, como Francia, la nueva prensa que aparece, esos ‘Petits’ de tiradas millonarias, innova en la personalización de la política. Crean la polémica, el escándalo, la primicia informativa sobre las cuestiones de gobierno y sobre los personajes dirigentes. Los informadores parlamentarios ocupan una plaza en las redacciones. Los periodistas son admitidos, y también buscados, en el seno de los debates parlamentarios. De hecho la información parlamentaria y ministerial, y la orientación que quiere darle el político son esenciales para el periódico. Los políticos ejercen presión sobre los periódicos, no solo para contactar con los directores o sobre los redactores en jefe, sino también para hacerlo con los reporteros parlamentarios y así intervenir sobre parte de las informaciones de contenido político de un periódico (Bordería et al. 1998: 332).

100 años de periodismo en el Perú

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