Читать книгу Estatuas de sal - Margarita Hans Palmero - Страница 8

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Dedicado con todo el amor que una madre puede albergar en su corazón, a mis hijos, Encarni y Francisco.

Gracias por vuestro amor y vuestro apoyo. Sin vosotros, no estaría viviendo este momento. Por ello os voy a dar un consejo...

“Que nadie corte vuestras alas”

Y os recuerdo esa afirmación que tanto me gusta...

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor,

la electricidad y la energía atómica: la voluntad.

-Albert Einstein

Estatuas de sal

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