Читать книгу Organización industrial - Martin Peitz - Страница 22

2.1.2 Mirando dentro de la caja negra de una empresa

Оглавление

En este libro, consideramos en general que las empresas son entidades individuales de toma de decisiones que maximizan sus beneficios; esto también ocurre en la literatura de la organización industrial. Aunque en general esta es una abstracción útil, puede ser inapropiada. Una razón para ello es que los directivos de las empresas que no son administradas por sus propietarios pueden tener objetivos diferentes a los de sus propietarios. Los directivos pueden tener incentivos no monetarios tales como construir un gran conglomerado. Un buen ejemplo son las decisiones de fusión, que pueden explicarse en parte por los incentivos monetarios y no monetarios que tienen los directivos para incrementar la influencia de la empresa, algo que no necesariamente es del interés de los propietarios. Otra razón está en que quienes toman muchas decisiones son los mandos medios y no los directivos. Y los incentivos de los administradores de mando medio pueden ser distintos a los de los directivos. Es posible que el administrador de mando medio no actúe en el interés de la totalidad de la empresa. De todos modos, esta delegación de poder puede ser deseable por varias razones, en particular debido a los problemas de información asimétrica dentro de la empresa y al limitado alcance administrativo de los directivos. Otra razón para el efecto de la organización de la empresa en sus decisiones es el hecho de que haya información dispersa dentro de una compañía y, al mismo tiempo, se requiera una comunicación estratégica.[7]

Aquí no intentamos proporcionar un panorama de la teoría de la empresa, ni un recuento de los factores que determinan sus límites. Solo queremos examinar brevemente la relación entre el propietario y el administrador, ignorando la interacción de la empresa con otras empresas en el mercado.[8] Esto nos permite extraer algunas ideas para determinar si las empresas son maximizadoras de beneficios. Mediante pagos por rendimiento, el propietario puede intentar alinear de mejor manera sus incentivos con los del administrador. En un modelo de monopolio simple, podemos determinar cuándo se pueden alinear los intereses de administradores y propietarios, y cuándo no.

Un modelo de compensación para los administradores y la relación administrador-propietario

Consideremos un contexto de riesgo moral, donde los accionistas no observan las acciones de los directivos y deben diseñar un contrato salarial o esquema de compensación que solamente puede basarse en los beneficios observados.[9] El problema está en que lo beneficios observados no solamente dependen de las acciones inobservables de los directivos, sino también de cierto componente aleatorio inobservable. Trabajamos bajo el supuesto de que el propietario (esto es, la comunidad de accionistas) es neutral al riesgo y por lo tanto maximiza los beneficios brutos esperados de la empresa, π, menos el pago w al administrador. El propietario observa los beneficios brutos π. Por lo tanto, puede elaborar un contrato salarial o un esquema de compensación dependiente de π para el administrador. Los beneficios brutos dependen de un evento aleatorio inobservable ε y del esfuerzo del administrador Para un evento aleatorio dado ε, un mayor esfuerzo e resulta en mayores beneficios π. Podemos escribir los beneficios como π (e, ε).

Analizamos la siguiente relación principal-agente. El propietario quiere inducir al administrador a que escoja el nivel de esfuerzo eficiente. Sin embargo, solamente puede condicionar el pago al nivel de beneficios contratable π. Aquí, ignoramos la posibilidad de que el administrador manipule los beneficios π. El objetivo del propietario es maximizar sus beneficios netos esperados


La función de utilidad del administrador es


Es decir, un administrador recibe una utilidad más alta si recibe un pago w más alto. También obtiene una mayor utilidad si se esfuerza menos. Adicionalmente, suponemos que u es (débilmente) cóncava en w. Esto implica aversión al riesgo en cuanto al ingreso. En el caso especial donde u es lineal en w, el administrador es neutral al riesgo respecto al ingreso. El administrador maximiza su utilidad esperada


El propietario ofrece un contrato salarial w(⋅). Ex ante, existe una oferta competitiva de administradores idénticos con una utilidad de reserva u0. Por lo tanto, escoger el mejor nivel de esfuerzo, dado el contrato propuesto w, debe proporcionarle al administrador contratado al menos su utilidad de reserva en términos esperados. Esta es la racionalidad individual o la restricción de participación del administrador,


Si el propietario quiere inducir cierto nivel de esfuerzo e* por parte del administrador, debe ofrecerle un contrato “compatible en incentivos” para que el administrador tenga un incentivo para producir ese nivel de esfuerzo:


Como referencia, consideremos primero esta situación con información completa; esto quiere decir que el propietario puede inferir perfectamente el nivel escogido de esfuerzo e (bien sea observando directamente e u observando ε). En este caso, en la práctica el propietario puede escoger el nivel de esfuerzo deseado e imponiendo una penalidad alta en el contrato salarial para una desviación respecto a ese nivel. Esto implica que solamente la restricción de participación es relevante. Para un nivel de esfuerzo e dado, denotemos los beneficios aleatorios mediante Entonces, el problema del propietario es maximizar el pago neto respecto al salario ofrecido, sujeto a la restricción de participación del administrador:


Esto se convierte en un problema de Lagrange dado que la restricción es vinculante: el propietario hará que al administrador le resulte indiferente aceptar el contrato o no, porque el propietario conserva todo el poder de negociación. Tomando la primera derivada de este problema de Lagrange se obtiene que ∂wu(w (), e) es igual a una constante. Dado que el propietario es neutral al riesgo, pero el administrador es averso, al propietario le resulta óptimo ofrecerle al administrador un salario independiente de . Por lo tanto, bajo información completa el administrador tiene seguridad completa.

Comparamos este resultado de seguridad total con el caso donde el propietario solamente observa π. En este caso, el propietario tiene menos control que bajo información completa y puede obtener, por mucho, beneficios netos de información completa π − w(π) . Un análisis completo de este modelo es bastante complejo. Restringimos nuestro análisis a dos casos extremos: un administrador neutral al riesgo salarial y un administrador infinitamente averso al riesgo salarial.

Consideremos primero el caso de un administrador neutral al riesgo. Recordemos que esto es lo que implica una función de utilidad lineal en el ingreso. Supongamos que esta función de utilidad es separable aditivamente en esfuerzo e ingreso. Al administrador le gusta el ingreso y no le gusta el esfuerzo, que él puede producir a un costo z(e). Así, podemos escribir la función de utilidad como u(w, e) = wz(e). En este caso, consideramos la solución bajo información completa. Reemplazando el ingreso en la función de utilidad, podemos escribir la función objetivo del propietario como


donde, en la segunda línea, usamos el hecho de que la restricción de incentivos del administrador debe cumplirse y es vinculante en la solución al problema del propietario. Así, bajo información completa, el propietario escoge


Recuerde que bajo información asimétrica el propietario solamente puede dejar que el esquema de compensación dependa de los beneficios observados π. Tomemos el siguiente contrato salarial:


Claramente, si el administrador escoge e*, este esquema de compensación satisface la restricción de participación del administrador. Según este esquema, hay una compensación negativa fija −Eεπ (e*, ε) + z(e*) + u0 y una compensación variable igual a los beneficios π. Por consiguiente, el administrador asume todo el riesgo. Note que esto es equivalente a una compra por parte de la administración donde el administrador paga un precio p = Eεπ (e*, ε) − z(e*) − u0 por la empresa.

La función objetivo del administrador es


Dado que el último término no depende del esfuerzo e, y por lo tanto es una constante en el problema de maximización, la solución al problema del administrador coincide con la solución al problema del propietario bajo información completa. Por lo tanto, los incentivos del administrador y los accionistas están perfectamente alineados. Vemos entonces que, en el caso extremo de un administrador neutral al riesgo, el problema principal-agente puede resolverse y la hipótesis de maximización de beneficios está completamente justificada.

Consideremos ahora el otro caso extremo, el de un administrador infinitamente averso al riesgo salarial. En este caso, el administrador está interesado principalmente en un salario base garantizado. Por lo tanto, si entonces el administrador tiene la preferencia Supongamos que el soporte de la distribución de los beneficios es independiente del esfuerzo del administrador, pero que la distribución de probabilidad depende del esfuerzo. Esto quiere decir que incluso cuando realiza un esfuerzo alto, el administrador no puede excluir la posibilidad de fracaso o de un resultado malo para la empresa. Por lo tanto, independientemente del esfuerzo, puede ocurrir un mal resultado, que llevaría al salario mínimo. Por lo tanto, el administrador se esfuerza al mínimo. El propietario no puede proporcionarle al administrador incentivos que induzcan un mayor nivel de esfuerzo. Ofrece un salario constante (seguridad total) tal que la restricción de participación del administrador es vinculante. Por consiguiente, con administradores infinitamente aversos al riesgo salarial, el propietario ofrece seguridad total y no puede proporcionarle al administrador incentivos para que realice un esfuerzo mayor al mínimo. En consecuencia, dado este marco, es probable que un administrador tome decisiones erradas y la empresa no logre el resultado de maximización de beneficios.

Para un grado intermedio de aversión al riesgo, el propietario ofrecerá seguridad parcial, que consiste en un salario base fijo y un pago adicional según desempeño.

Lección 2.1 En una relación principal-agente entre el propietario y el administrador con esfuerzo oculto, el administrador asume todo el riesgo si y solamente si es neutral al riesgo. De otro modo, el propietario asume parte del riesgo y los incentivos del administrador no se alinean perfectamente con los del propietario.

Note que existen otros argumentos que afirman que un administrador puede llevar a cabo una estrategia de maximización de beneficios a pesar de la ausencia de incentivos monetarios explícitos. A continuación, examinaremos tres de estos argumentos: (i) la reputación del administrador y los ingresos futuros; (ii) los controles del mercado; (iii) la presión de los pares.

Primero, los administradores no tienen asegurado su cargo de por vida, sino que dependen de su valor de mercado en el mercado de administradores. Claramente, dado que los accionistas son quienes toman las decisiones sobre la contratación de los directivos, los administradores exitosos tienen un valor más alto. Esto proporciona incentivos para que los administradores maximicen los beneficios pues se preocupan por sus carreras[10], lo que puede llevar a una cultura administrativa obsesionada con el esfuerzo. Los administradores que no encajan en esta cultura y se esfuerzan menos son reemplazados por un nuevo administrador obsesionado con el esfuerzo. Entonces, los beneficios bajos son una señal de esfuerzo bajo y la reputación de un administrador puede sufrir por esto. Es probable que una pérdida de reputación reduzca las posibilidades de beneficios futuros de un administrador.

Segundo, los administradores de las empresas que cotizan en bolsa deben tener en cuenta que si su empresa se desempeña peor que el promedio del mercado puede convertirse en objetivo de adquisición, porque la empresa tiene un mayor valor potencial. Generalmente, después de la adquisición se produce un cambio en las directivas de la empresa adquirida para llevar a cabo los cambios que se consideran necesarios para incrementar su valor.

Finalmente, también hay objetivos no monetarios. Por ejemplo, el desempeño pasado de un administrador puede ser juzgado por sus pares. Sin embargo, esto no señala inequívocamente que el administrador realizará un mayor esfuerzo (y tomará las decisiones correctas) porque los grupos de pares pueden estar sesgados en términos de otros indicadores como la participación de mercado y los ingresos.

Los límites de la empresa

Incluso si consideramos a la empresa como una unidad en la toma de decisiones, tenemos que determinar la escala y el alcance de su funcionamiento. En sus actividades, la empresa debe guiarse por una comparación entre el costo económico de realizar por sí misma una actividad y el costo de proveerla externamente. Estos costos deben incluir los costos de transacción en los que incurre la empresa. Esta comparación es sencilla si es posible determinar con facilidad los costos de oportunidad del suministro interno y si existe un mercado con un precio de mercado establecido (o si el insumo puede adquirirse mediante una subasta). Sin embargo, la provisión externa puede resultar del comercio bilateral (y de la negociación entre la empresa y su proveedor). Aquí es necesario discutir aspectos adicionales. Por ejemplo, si el contrato es incompleto y el socio potencial no es digno de confianza, la empresa debe asumir la posibilidad de demoras y de problemas de calidad por parte del proveedor externo. Esto hará que la provisión interna resulte más atractiva, incluso si los costos de producción son mayores que los del potencial proveedor externo.[11]

La provisión externa del componente de un producto se lleva a cabo mediante tercerización y conduce a un problema de agencia bajo información asimétrica. Sin embargo, la provisión interna también puede caracterizarse por la delegación, dado que lo óptimo puede ser que las decisiones se deleguen dentro de la empresa, en particular, si el centro carece de información. En este caso, la delegación puede permitir un mejor uso de la información privada.[12] En consecuencia, aunque al tercerizar una actividad necesariamente ocurre algún tipo de delegación, esta también puede ser óptima para la organización interna de las actividades de la empresa.

Otro tema tiene que ver con el alcance horizontal de la empresa. Claramente, en el mundo real es casi imposible encontrar empresas uniproducto. Las empresas producen una gama de productos e integran sus actividades verticalmente. Una explicación obvia para esta integración es la forma de la función de costos de producción, que hace que la producción de todo un rango de productos o la integración de varias etapas de producción sean atractivas -en otras palabras, que haya economías de alcance. Estas economías de alcance también pueden estar presentes en la etapa de distribución, de modo que productos sin relación tecnológica se produzcan y vendan conjuntamente generando beneficios (suponiendo que los acuerdos contractuales son menos atractivos).

Otra razón para ofrecer múltiples productos es el uso de unas estrategias que se basan en el precio y otras que no: si la empresa puede usar técnicas sofisticadas de venta, puede querer ofrecer todo un rango de productos incluso en ausencia de cualquier tipo de economías de alcance. Por ejemplo, la venta de varios productos en un solo paquete puede ser una estrategia rentable para una empresa, lo que requiere un portafolio apropiado de productos; esto se explora en el capítulo 11. En cuanto a los límites verticales de la empresa, la integración vertical también es una forma de evitar el doble margen. Adicionalmente, en las cadenas de suministro verticales, la integración es un medio para evitar retrasos en la cadena, así como el oportunismo contractual; volveremos a estos temas en el capítulo 17.

El uso de una habilidad esencial está relacionado con las economías de alcance. Por ejemplo, la posibilidad de usar una patente de forma amplia (y la dificultad de extraer rentas a través de un acuerdo de licenciamiento) puede llevar a una empresa a desarrollar productos adicionales. Pero quizás más importante: un activo intangible como el conocimiento o la reputación (especialmente entre consumidores) puede hacer que resulte rentable expandir la línea de productos. Esto puede explicar algunas prácticas de negocios tales como las marcas paraguas; ver capítulo 13.

Los argumentos anteriores proporcionan razones que justifican la integración horizontal y vertical. Sin embargo, el alcance de la empresa tiene fronteras, que obedecen particularmente al límite de los periodos de los directivos y a los costos asociados de una organización que aumentan con el tamaño de la organización.

Aunque a lo largo de este libro a veces reconocemos la naturaleza multiproducto de las empresas y en un caso proporcionamos un análisis explícito de la ampliación de la línea de producción, en general simplificamos nuestro análisis al postular que las empresas producen un solo producto en el mercado en cuestión.

Organización industrial

Подняться наверх