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4.3. Una jornada sobre el debate en torno a la educación

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Las deficiencias de la educación política y del sistema educativo en su conjunto fue un tema permanente durante el tiempo de la UP. Los CPS se comprometieron desde el inicio con el tema educativo, probablemente debido a su experiencia en poblaciones, como educadores, escolares y profesores, sacerdotes y religiosos y profesoras en escuelas estatales y privadas católicas. Una primera expresión de este compromiso fue la jornada «La escuela católica en la construcción del socialismo». La jornada tuvo lugar en la Casa de Ejercicios de Padre Hurtado con participantes de Antofagasta, Valparaíso, Santiago, Concepción, Talca y Temuco. Según información propia, participaron personas que trabajaban en escuelas e institutos públicos y privados. Pero esta iniciativa no vino formalmente de los CPS ni del Secretariado, aunque entre los CPS había naturalmente profesores y profesoras. Es probable que fuera una iniciativa de personas que simpatizaban con los CPS en el sentido explicado más arriba77.

De la jornada salió una declaración de prensa y un documento de trabajo. Tras ella se fundó además un «Secretariado provisorio educacional Cristianos para el socialismo» y se anunció la formación de un comité de organización encargado de «ejecutar las tareas encomendadas por la asamblea»78. La declaración de prensa se abre con la frase siguiente: «Estamos conscientes de que plantearse el problema educativo es enfrentarse con el problema de la sociedad global». Agregan que la educación actual da continuidad a un modelo de desarrollo que establece valores y normas de conducción –como el individualismo, la competencia y el consumismo– que son convenientes para el sistema. Esta crítica es valedera para el conjunto del sistema educativo chileno de ese tiempo. Respecto a la escuela católica, piden que se acabe con la dicotomía entre escuelas privadas y públicas, con el objeto de que se cree una escuela «democrática y crítica», orientada hacia el modelo de una sociedad solidaria que pueda tomar parte en el proceso de transformación. Los profesores y empleados de los colegios de la iglesia deben equipararse con los de las escuelas públicas en sus derechos laborales y de negociación. Tomando pie en las consideraciones de los obispos reunidos en Medellín en 196879, cuando la Iglesia se comprometió por una educación liberadora, la asamblea constata que la Iglesia Católica no cumple con ese compromiso:

6. La Escuela Católica actual, a pesar de la renovación de algunos establecimientos, no facilita la evangelización: retarda el compromiso revolucionario de los cristianos, forma jóvenes conformistas, tiende a confundir la fe con la cultura del capitalismo y no favorece la democratización. Además impide que los educadores cristianos estén disponibles para servir a las necesidades educacionales más urgentes de la sociedad que busca su liberación.

Diagnostican que las escuelas católicas mantienen la división de la sociedad chilena, y cubren y nutren en nombre del cristianismo las disociaciones sociales. Agregan que, para ocultar esta función de las escuelas privadas, defienden el sistema educacional privado con el argumento de la libertad y el pluralismo, en particular de los partidos de oposición: la justificación de las escuelas privadas y la defensa de las escuelas católicas sirven a la defensa de los intereses de las clases dominantes que son opuestos a los de la clase obrera. Estas escuelas, afirman, no responden ni a la exigencia de un sistema educativo democrático e igual para todos, ni a la posibilidad de una evangelización en el sentido de Medellín. Por esto el grupo acusa de «clasismo» a las escuelas pagadas de la iglesia como «una situación de pecado que traiciona el mensaje de Jesús».

Su conclusión es que sólo con un sistema educativo nacional se puede llegar a una verdadera libertad de educación y un pluralismo real. Por ello exhortan a las organizaciones estudiantiles y a los sindicatos y otras instituciones privadas a «someter sus propuestas a una reflexión crítica».

No quedan rastros de otras actividades de este Secretariado durante la corta historia de los CPS. Sin embargo, un año más tarde la discusión en torno a la Escuela Nacional Unificada (ENU), –el proyecto de reforma educacional de la Unidad Popular– va a jugar un papel importante para los CPS . Pero la asamblea plenaria de los obispos de Chile y su secretariado permanente van a tomar una posición contraria80.

Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973

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