Читать книгу Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973 - Michael Ramminger - Страница 23
4.4. El encuentro con Fidel Castro
ОглавлениеEn noviembre de 1971 Fidel Castro visitó Chile. La visita debía ser por diez días, pero se prolongó a 25. Entre el 11 de noviembre y el 4 de diciembre, Castro visitó Antofagasta, Santa Cruz, Santiago, Puerto Montt; y empresas, como las minas de cobre de Chuquicamata y las de carbón en Lota, y varias universidades. Entre otros hubo un encuentro que llegó a ser célebre con estudiantes de la Universidad de Concepción. Se despidió con un discurso en el Estado Nacional de Santiago. El 29 de noviembre se dio un encuentro informal de Castro y el Grupo de los 80 en la embajada de Cuba y los CPS, con algunas religiosas de las poblaciones y teólogos de países latinoamericanos81. Según los documentos publicados en esta ocasión, la intención de este encuentro era acercar a las izquierdas cristianas con las no cristianas en Chile y América Latina. En la declaración de prensa se anotaron los siguientes puntos: los CPS se manifestaron vinculados con la revolución cubana por su trabajo en las poblaciones, en sindicatos y con campesinos82, y quisieron informar sobre los cristianos revolucionarios chilenos y latinoamericanos, sin silenciar que la iglesia en muchos lugares jugaba un papel contrarrevolucionario, y al mismo tiempo aclarar que hay un movimiento importante de renovación en la Iglesia, destacando las explicaciones de Castro sobre los cristianos como aliados estratégicos en los procesos de América Latina83.
Es difícil evaluar las repercusiones o consecuencias que pudo tener este encuentro. Por una parte, en su declaración de prensa y la publicación parcial de la conversación, el grupo tomó posición pública y claramente por la Unidad Popular, distanciándose de la «tercera vía» de la Democracia Cristiana y al mismo tiempo de la doctrina social católica: según ellos, no debería haber un modelo específicamente cristiano de liberación ni de vía hacia el socialismo: ningún tipo de «revolución paralela» (cf. cap. 4.1. «Evangelización política de la clase trabajadora»). Aquí se nota desde los comienzos del movimiento su diferencia y distancia de la doctrina social católica.
Al mismo tiempo contribuyeron a que Fidel Castro cambiara su apreciación del cristianismo, y que también lo hiciera la izquierda. Esto queda ilustrado en el siguiente episodio, en el que Fidel dice lo siguiente:
Me tienen ustedes confundidos; déjenme decirles que si me dicen que ustedes son el grupo de curas revolucionarios, yo no los conozco. Ha cambiado esto tanto desde que yo estudiaba en los colegios religiosos. Ahora no les veo ninguna sotana (…) Les voy a contar lo que me pasó: llego a la Universidad Técnica, voy subiendo por una escalera, veo allí cuatro tipos y me imagino que son curas, con unos vestidos negros largos; los saludo, les he mirado a la cara y… era el conjunto de los Quilapayún84.
Ya en su encuentro con los estudiantes de Concepción aparece dos veces el tema de la relación de cristianos e izquierdistas, una vez respondiendo a una pregunta de un militante de la Democracia Cristiana Universitaria, otra, a la de uno de la recién fundada Izquierda Cristiana85. En su discurso de despedida en el Estadio Nacional el 2/12/1971, Castro menciona explícitamente el encuentro con los CPS y propone una nueva relación entre cristianos y socialistas:
Examinamos los enormes puntos de coincidencia que puede haber entre los preceptos más puros del cristianismo y los objetivos del marxismo. (...) Religión que llamó hace 2000 años mercaderes a los mercaderes, fariseos a los fariseos. Que condenó a los ricos, y que dijo virtualmente que no entrarían en el reino de los cielos (APLAUSOS). (...)
Cuando se busquen las similitudes entre los objetivos del marxismo y los preceptos más bellos del cristianismo, se verá cuántos puntos de coincidencia, y se verá por qué un párroco humilde, que conoce el hambre –porque la ve de cerca–, la enfermedad y la muerte, que conoce el dolor humano... O como algunos de esos sacerdotes que trabajan en minas o trabajan entre humildes familias campesinas, y se identifican con ellos y luchan junto a ellos. O personas abnegadas que consagran su vida a atender enfermos que padecen las peores dolencias (...) Cuando se busquen todas las similitudes se verá cómo es realmente posible la alianza estratégica entre marxistas revolucionarios y cristianos revolucionarios (APLAUSOS)86.
De este encuentro resultó una iniciativa de la embajada cubana de invitar a una delegación de los CPS a visitar Cuba del 14 de febrero al 3 de marzo del año siguiente. Doce sacerdotes participaron en ese viaje que se describe en el libro Los cristianos y la revolución. La declaración de prensa de este grupo en La Habana el 3 de marzo provocó un claro rechazo de la Conferencia Episcopal chilena.