Читать книгу El gobierno de la función legal en las organizaciones - Miguel González Inés - Страница 73
2. LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
ОглавлениеOtro de los aspectos clave de la organización de los servicios legales es la estructura organizativa.
Una Asesoría Jurídica de empresa puede organizarse:
1. Por especialización: la Asesoría Jurídica interna se compone de especialistas en una determinada materia.
2. Por área de negocio: la Asesoría Jurídica interna se compone de profesionales que trabajan con una determinada área del negocio de la empresa.
3. Por geografía: la Asesoría Jurídica interna se compone de varios profesionales dedicados a un área geográfica determinada.
4. De forma mixta: combinación de diversos tipos o modelos.
Cada una de estas tipologías tiene ventajas e inconvenientes y se adapta más fácilmente a unas empresas o a otras. Aspectos como el tamaño de la empresa y su carácter nacional o internacional, el sector en el que opera, el nivel técnico y de especialización necesario, el modelo de relación con el negocio, el grado de eficiencia requerido, el coste/presupuesto, el plan de carrera de los miembros de la Asesoría Jurídica interna, la política de trabajo en remoto, etc. deben tenerse en cuenta a la hora de decidirse por un tipo de estructura u otro.
En aquellas empresas que tienen una visión empresarial de la función legal, la tendencia es a organizarse estructuralmente por área de negocio, por cuanto ello permite que los abogados internos puedan conocer mejor las necesidades del negocio y participar en la definición de la estrategia y la toma de decisiones desde el inicio.
Por lo que respecta a la dimensión de la Asesoría Jurídica, no existe una fórmula que funcione para todas las empresas. Nuevamente aquí hay varios elementos a analizar antes de definir la dimensión idónea: el tamaño de la empresa y su carácter nacional o internacional, el sector en el que opera, el volumen de necesidades legales de carácter regular y puntual, cuáles son las especialidades core y cuáles son esporádicas, el perfil de riesgo de la organización, la existencia de herramientas de “autoservicio” del negocio, los tiempos de respuesta y, por supuesto, el presupuesto, el coste y las políticas de contratación de la propia empresa. A la hora de dimensionar la Asesoría Jurídica, resulta de extrema utilidad disponer de un sistema de KPIs o indicadores clave de seguimiento sobre determinados aspectos como el volumen de contratos o asuntos, los tiempos de respuesta, etc. tal y como se expone en el Capítulo relativo a las Métricas y KPIs. Ello nos permitirá obtener información relevante y basar nuestra decisión en datos.
No hay, por tanto, un único modelo ni un modelo perpetuo. Es necesario abrir un proceso previo de análisis y reflexión sobre diversos aspectos, conectarlos con la visión que queremos atribuir a la función legal de la empresa, apoyarnos en datos y, a partir de ahí, definir la estructura organizativa más adecuada. Aplicar métricas para analizar las distintas opciones, sin renunciar necesariamente a la propia experiencia o al criterio subjetivo, aumenta el potencial de acierto a la vez que agiliza la toma de decisiones.
Siempre teniendo presente que los tiempos cambian, y que es conveniente revisar, periódicamente y cada vez que se abre un ciclo estratégico, la estructura organizativa para confirmar que permanece conectada a la visión de nuestra función legal y que está cubriendo correctamente las necesidades a corto y largo plazo de la propia función y de la empresa.