Читать книгу El gobierno de la función legal en las organizaciones - Miguel González Inés - Страница 76

4.2. Selección de firmas externas

Оглавление

Son diversas las vías para realizar la selección de abogados externos. En ocasiones se produce a través de la recomendación (el boca a boca es poderoso), en otras por el prestigio y reconocido renombre en un área específica del Derecho, por buenas experiencias anteriores. En definitiva, por contactos propios. De ahí la importancia de la visibilidad de los despachos para conseguir propiciar el contacto con el posible cliente. Asimismo, y desde la otra perspectiva, resulta fundamental que los abogados in-house sean personas socialmente inquietas, que amplíen su red de contactos y propicien nuevas relaciones de networking.

Adicionalmente a estas formas tradicionales de selección, como indicábamos en el apartado anterior relativo a la categorización de asuntos, la metodología consistente en la “desagregación”, actualmente de uso generalizado en Asesorías Jurídicas de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, constituye una herramienta de extrema utilidad a la hora de seleccionar a un proveedor u otro, porque facilita una correcta y ordenada determinación de las capacidades necesarias para abordar un asunto o proyecto, teniendo en cuenta además factores adicionales como la eficiencia, el modo de colaboración y el precio.

Hasta hace 10 años, las opciones para abordar un determinado asunto legal eran limitadas. Básicamente o las hacía el abogado interno o se externalizaban en un despacho de abogados tradicional. Hoy en día, afortunadamente, existen diversas posibilidades, que brindan al abogado interno la oportunidad de dar con la mejor solución términos de calidad, eficiencia y coste.

Una vez realizado el primer contacto y de tomarse la decisión de contactar con un despacho u otro tipo de firma, la siguiente variable fundamental se basa en la propuesta de honorarios. En efecto, los abogados internos trabajan con presupuestos muy ajustados y, por ello, buscan propuestas competitivas a la vez que tratan de asegurar la más alta calidad del servicio. La búsqueda del justo medio entre la baja temeraria y las propuestas desorbitadas es uno de los principales retos del abogado interno para encontrar la mayor calidad/precio.

En este punto, los denominados “requests for proposal” (RFP) o solicitudes de propuestas, de uso generalizado en otros ámbitos de los servicios profesionales, son una herramienta que puede ser de mucha utilidad para realizar un buen proceso de selección de una firma externa y encauzar adecuadamente la subcontratación de determinados asuntos. En primer lugar, porque permitan abordar cuestiones que pueden resultar relevantes para el servicio más allá de la calidad técnica (objetivos/expectativas, entregables concretos, grado de conocimiento del negocio, capacidades de gestión, etc.), o abordar elementos que no siempre quedan recogidos de forma detallada en una propuesta como la facturación de gastos, los “overrun” o sobrecostes, la metodología de seguimiento, etc. Y, en segundo lugar, porque otorga al proceso de selección una mayor transparencia y permite comparar de forma equiparable el alcance, el equipo, el calendario y otros aspectos relevantes de la propuesta.

Por último, pero no menos importante, resulta crucial la confianza que genera la firma externa y, muy especialmente, el abogado con el que se colaborará. La confianza, la empatía y la complicidad son la base de una relación sólida y duradera en el tiempo.

El gobierno de la función legal en las organizaciones

Подняться наверх