Читать книгу La impremta catalana i els seus protagonistes - Montserrat Comas i Güell - Страница 19
LA NOVA PLANTA
ОглавлениеA partir del decret de Nova Planta, i sobretot durant el regnat de Ferran VI, la comunicació impresa de les normatives dels òrgans centrals de governs s’enviaven directament als òrgans intermedis en detriment de les audiències de la Corona d’Aragó, de manera que es feia un pas més en la incorporació de la legislació castellana en perjudici de la catalana. La quotidianitat de la governació canviava radicalment.
Es en este contexto de escriturización administrativa, en el que la imprenta se entiende además como un instrumento considerado de dominio público, sujeto en su uso por los particulares a licencia previa, donde cobra sentido tanto la obligación del registro de licencias de impresión dadas por el Consejo, impuesta por la decisiva pragmática de 1558, como la elaboración inquisitorial de «Índices» de libros prohibidos.7
Els més afavorits seran els impressors protestants, perquè l’Índex els feia publicitat gratuïtament.
L’aplicació de la legislació al Principat continuava topant amb l’estil indicat des del Consejo o des del jutge d’impremtes. Aquest és el cas que recull García en relació amb el procediment per a la impressió que, malgrat les instruccions del jutge, es feia diferent a Castella o a Catalunya. Val la pena reproduir la carta del subdelegat d’impremtes a Barcelona, Juan Moreno, adreçada a Juan Curiel jutge d’impremtes:
Muy Señor mío con carta del 19 pasado me previene V.S. que para dar providencia sobre el despacho de libros impresos en este Principado; arreglada a las órdenes de S.M. informé a V.S. de la práctica que se observaba en él conforme a los fueros; leyes; y otras providencias, dadas sobre impresiones así de libros como de otros papeles y sobre impresiones de obras de estranjeros, y todo hasta el año 1716, en que se mandó se acudiese precisamente al Consejo a pedir Lizencia; para que hallándose en aquellas impresiones arregladas a la práctica de entonzes no embarazase su despacho, ni se necesite nuebas diligencias para permitirle. A lo que devo decir que no hay constitución ni fuero que hable de imprentas, y la Inmemorial observancia de los impresores de esta Capital hasta el año 16 era: para imprimir libros nuebos acudir al Vicario general, presentarle los originales, y obtenida la Licencia la pedían al Regente quien la concedía precediendo la aprobación de persona de ciencia y conciencia a quien remitía el libro.
Para papeles sueltos como sermones, novenarios y otras de esta clase se practicaban las mismas diligencias.
Para papeles jurídicos, relaciones de servicios y otros semejantes solo se acudía por licencia al Regente.
En quanto a reimpresiones de libros estrangeros se practicaban las mismas diligencias que si fuese obra nueba pero en los libros impresos ya, en estos Reynos, constando en el mismo las aprobaciones y lizencias no añadiéndose cosa alguna; se imprimían con la sola Lizencia del Regente.
Barcelona, 2 de noviembre de 1754
És evident, doncs, que a Catalunya el procediment es feia a la inversa, ja que primer es demanava el vistiplau eclesiàstic i, si prosperava, la llicència d’impressió i no com estipulava la legislació castellana que preveia primer l’obtenció de la llicència i posteriorment la Inquisició determinava si era o no censurable. Un comportament que malgrat la uniformitat legislativa imposada, a Catalunya es menystenia en benefici del procediment antic, més pràctic.