Читать книгу Dukanichanata - Sadú León - Страница 6

El auditorio espera: la vida al revés. Tómenlo de alguien que lo meditó en su adolescencia y volvió loco a sus padres. Por aquel futuro, es decir, por ustedes, bien valió el sacrificio de la razón paternal. ¿Qué piensan hacer en su jubilación, sino luchar por mantener juntos los tejidos? Esa es la cacareada edad de oro. Error: la vejez debe invertirse en el trabajo, trabajar hasta morir, ese es el destino correcto. Después, por supuesto, de toda una vida de vacaciones. La frase correcta a los sesenta es: He probado todos los placeres, no le queda a la carne otro apetito. Han sido las vacaciones más largas del mundo. Ahora sí, me arremangaré la camisa, me ensuciaré las manos, sudaré la gota rala del anciano laboral. ¡Y es todo! ¿Te equivocaste? ¿Viviste al revés y ahora eres testigo terminal de un error que duró cuarenta años? Bien, tontito, tonta inerme, será para la próxima (no te apures, hay muchas vidas). Presta atención para que al renacer, armada con la técnica del bardo, renazcas con la semilla y no pierdas tanto tiempo esta vez, cultivadora del dolor, masoquista. Aquí tu portavoz del misterio, de las aguas claras de la libertad. He dicho.

Los estudiantes, bellas mujeres, niñas, ancianas, prisioneras todas de la feminidad, un demonio poderoso que exige exorcismo potente vía el yoga, se dispersan… no sin antes hacer comidilla del prójimo, durante cuarenta minutotes, constatando lo que decía la bisabuela: La mijor komida son las estoryas de djentes.