Читать книгу Mailings para un joven abogado - Óscar Fernández León - Страница 17

Tal y como comentamos en un anterior correo, los abogados nos servimos del derecho (la ciencia y técnica jurídicas) consultando e interpretándolo con el fin de cumplir con nuestras ya conocidas funciones de consejo, mediación o defensa, funciones que se realizan con el fin de suministrar al cliente o, en última instancia al juez, aquellas soluciones de la controversia que sean posibles y factibles de conformidad con el ordenamiento jurídico en el que intervenimos. Por lo tanto, los abogados auxiliamos a la sociedad en la resolución de conflictos mediante el consejo y la defensa de intereses ajenos.

Este compromiso, que llevamos a cabo a través de nuestras funciones, se materializa precisamente cuando, contratados por un cliente, trabajamos denodadamente en resolver el problema planteado con ilusión, entrega, autoexigencia, viviendo el caso y encontrando soluciones insospechadas tras horas de estudio y consulta de normas y jurisprudencia. Luego, llegará la satisfacción por el trabajo bien hecho y la íntima convicción de que estamos viviendo vocacionalmente nuestra profesión, es decir, hacer las cosas de la mejor forma posible, buscando siempre la justicia, sin apartarnos de los valores de la profesión y siempre buscando lo mejor para cliente sin perder el fin o motivo de nuestro ser personal y profesional.