Читать книгу Antología Palatina I. Epigramas helenísticos - Varios autores - Страница 22

ALEJANDRO

Оглавление

Nacido en Pleurón, ciudad de Etolia, región del NO. de Grecia, vivió entre los siglos IV-III (Page, cf. intr. gen., le sitúa hacia el 275); trabajó en la biblioteca de Alejandría, donde estaba encargado de los manuscritos de tragedias y dramas satíricos; y más tarde fue llamado a la corte macedonia de Antígono Gonatas (cf. intr. a Antágoras). Es autor de tragedias, poemas épicos y elegíacos, todo ello perdido salvo fragmentos. De estos dos epigramas, 60 denota al erudito más que al poeta; 61 es fino, pero banal. No vemos por qué en Meleagro (776, 39) se habla para Alejandro del olivo.

60 (VII 709)

El poeta toca un punto ya discutido en la Antigüedad, y del que nuevos papiros nos demuestran que ni siquiera Aristóteles, relativamente cercano en el tiempo, sabía mucho: el de si el lírico Alcmán (s. VII ) había nacido en la asiática Lidia (cf. el 48 de Ánite) o en Esparta, donde trabajó. Alejandro se inclina a creer que nació en Sardes, capital de Lidia, y se trasplantó a Grecia para su fortuna, pues su patria no le había ofrecido sino un bárbaro y pervertido ambiente: Alcmán habría sido allí portador de una bandeja ritual de la diosa Rea o bien eunuco sacerdote de la misma, de quien se cita un instrumento típico. Su paso a Grecia le ha puesto en contacto con las Musas, habitantes del monte Helicón de Beocia, y con Esparta, ciudad ganadora de multitud de trípodes en concursos poéticos; y nada tiene que envidiar ya a sus compatriotas los sucesivos reyes, algo más antiguos que él, Candaules y Giges.

Sardes antigua, ciudad de mis padres, contigo

yo hubiera camarero sido o tal vez eunuco

que, vestido de oro, aporreara sonoros tambores;

mas soy Alcmán de Esparta, que en trípodes abunda,

y a saber exceder en grandeza a los reyes Candaules

y Giges me enseñaron las Musas Helicónides.

61 (XVI 172)

Esta escultura de Afrodita (cf. el 42 de Ánite), al parecer armada en son de guerra, es tan perfecta, representa a la diosa tan a lo vivo, que parece como si la propia Palas Atenea, divinidad de las artes, la hubiera hecho sin guardar rencor al modelo porque, en el famoso juicio de Troya, Paris o Alejandro la prefirió a ella y a Hera.

Palas sin duda ella misma ha esculpido esta Cipris

no acordándose ya del juicio de Alejandro.

Antología Palatina I. Epigramas helenísticos

Подняться наверх