Читать книгу No todo es política en la orientación lacaniana - Antoni Vicens - Страница 16
3 POLÍTICA DE SCHREBER
ОглавлениеSiguiendo las trazas de Sigmund Freud, Jacques Lacan enseñó a leer el caso Schreber, en las memorias que el enfermo dejó escritas, como portador de una enseñanza paradigmática en nuestra formación.1 En relación con este caso, y tomando como objeto ese texto, se han ido planteando diversos abordajes de la psicosis que han puesto de relieve modificaciones en la teoría. El primero fue Freud, quien describió la psicosis de Schreber como una defensa contra una sexualidad desviada, una cierta forma de homosexualidad que Lacan tradujo a los términos menos fantasmáticos de «empuje a la mujer». Por su parte, William G. Niederland presentó en 1959 la versión más atractiva y más psicologizante: la psicosis de Schreber sería la respuesta a un trauma centrado en la infancia de un sujeto sometido a un padre dictatorial que habría torturado a sus hijos haciendo uso de máquinas horribles.2 A nada de estohace referencia Jacques Lacan cuando analiza el caso, y las investigaciones de Han Israëls acabaron de demoler esta construcción, que había llegado a transmitirse incluso a los estudiosos del totalitarismo político.3 En realidad, el padre de Schreber aparece como un hombre más bien blando y ausente, más implicado en idealismos de educación de la humanidad que en la atención sobre el desarrollo de sus propios hijos.
Por su parte, Jacques Lacan, en su seminario Las psicosis y en su escrito «De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis», analiza el caso siguiendo la vía freudiana del análisis gramatical de las proposiciones axiomáticas en la psicosis. Lacan destaca el modo en que Freud consigue salirse del tema de la defensa contra la homosexualidad delirante a partir del estudio de las variaciones sintácticas de una proposición elemental —«Yo lo amo»— que se encuentran en el núcleo de varias formas de paranoia. Lacan amplía esa formalización y, para su estudio, parte de las formaciones básicas de la estructura del lenguaje que constituyen los fenómenos de código y los fenómenos de mensaje. Es con eso que estructura las formas singulares de perturbación de las relaciones entre lo simbólico, lo imaginario y lo real. Así puede sentar la tesis lacaniana fundamental según la cual la aparición en lo real de un significante singular, el que corresponde al Nombre del Padre como ordenador de las significaciones fálicas, es la causa del desencadenamiento del delirio. Siempre teniendo en cuenta que no hay que confundir la causa del desencadenamiento con la causa de la psicosis; esta permanece en el registro de lo real como «insondable decisión del ser».4
Años después, cuando Lacan vuelve de manera directa sobre la cuestión de la psicosis, no se refiere ya al caso del presidente Schreber, sino al más enigmático de James Joyce, el síntoma.5 Si hubiera que situar a Schreber en esta última enseñanza, deberíamos estudiarlo entre la pluralización de los Nombres del Padre y el Uno sin Otro. Intentamos adentrarnos en esta problemática cuando hablamos de la política de Schreber, considerando que aquello que para él hace Uno (sus convicciones) se erige contra algo que se le presenta como un poder ejerci-
do por un Otro que no existe.