Читать книгу Retos del mercado financiero digital - Belén Andrés Segovia - Страница 16

A la hora de abordar su concepto, existen dos aproximaciones. En primer lugar, una aproximación científica, en la que la IA es un ámbito académico que tiene una hipótesis aún no demostrada: ¿pueden las máquinas simular la inteligencia humana?

Luego, en segundo lugar, tenemos una noción más popular, más en boga, de la inteligencia artificial vinculada a una de sus tecnologías: el aprendizaje automático o machine learning. ¿Es esta técnica del machine learning la que nos va a permitir conseguirlo? Tampoco se ha demostrado científicamente. De momento, fundamentalmente la inteligencia artificial busca patrones, no causalidad, y ese aprendizaje del machine learning no es nuestro tipo de aprendizaje: resulta que es un aprendizaje muy costoso que requiere, entre otros recursos, gigantescos volúmenes de datos, mucha capacidad de computación en enormes centros de datos y además sustituye comprensión por previsibilidad.

Por supuesto, la inteligencia artificial está profundamente imbricada con las matemáticas, con la estadística, con las ciencias cognitivas, etc., y, afortunadamente, cada vez es más interdisciplinar: no sólo necesita de la biología, la filosofía, la psicología, sociología y la economía, sino, por fin, también del Derecho.