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Prólogo

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La tecnología ha irrumpido con intensidad en el sistema financiero, no siendo posible en este momento mantener por las autoridades reguladores la actitud pasiva que ha lastrado la expansión de nuevos servicios o empresas no encuadrables en la regulación tradicional. La necesidad de financiación provocada por la pandemia del COVID-19 ha intensificado la demanda a las autoridades reguladoras europeas y nacionales de un marco normativo claro y homogéneo. Se solicita un posicionamiento más activo frente a los cambios generados por la dinámica expansión de la tecnología superando una pasividad reguladora que genera inseguridad jurídica y que afecta sensiblemente al mercado europeo de capitales y al futuro desarrollo de la Unión de los Mercados de Capitales. Se exige la búsqueda de soluciones que otorguen garantías a las nuevas entidades y les permita superar las barreras burocráticas y las fronteras jurídicas sin poner con ello en peligro al propio sistema financiero. Se lanza así en 2020 por parte de la Unión Europea el Digital Financial Package y a escala nacional, la Ley 7/2020, de 13 de noviembre, para la transformación digital del sistema financiero.

Tanto el regulatory sandbox de la Ley 7/2020, de 13 de noviembre, como las diversas iniciativas europeas, fueron examinadas en el Congreso internacional que tuvo lugar en Valencia los días 5 y 6 de noviembre de 2020, y cuyas ponencias y comunicaciones, debidamente reelaboradas y actualizadas, recogemos en gran medida en este libro. En su primera parte, se incluyen las aportaciones que analizan las dificultades de la supervisión del mercado financiero digital, abordando las propuestas tanto la nacional como la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a los mercados de criptoactivos y la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre un régimen piloto de las infraestructuras del mercado basadas en la tecnología de registro descentralizado, ambas de 24 de septiembre de 2020.

La perspectiva que se asume en este punto es la propia del regulador, lo que implica traer a colación la inclusión de la tecnología en materia supervisora y las implicaciones que el uso de la inteligencia artificial, el big data y demás innovaciones tecnológicas plantean desde el punto de vista del control y garantías de los derechos de los ciudadanos. Surge entonces la pregunta de cuáles son los intereses públicos que se protegen y hasta dónde debe llegar la regulación, cuestión nuclear que recibe adecuado tratamiento en uno de los capítulos del libro.

La recientemente aprobada regulatory sandbox también es abordada en el libro desde una perspectiva crítica, dejando entrever algunos de los problemas que puede tener la nueva regulación.

La segunda parte analiza las finanzas digitales desde una perspectiva de mercado, examinando con rigor las posibilidades que estas pueden ofrecer y las carencias y dificultades que se detectan. Varias de las aportaciones incluidas en este libro se sitúan claramente en esa línea y nos permiten obtener una imagen realista de la situación actual. En ella, junto a las FinTech, están irrumpiendo nuevos operadores que de un modo incipiente están tomando posiciones en el mercado. Se trata de las grandes compañías tecnológicas –BigTech– que están empezando a diversificar su ámbito operativo, abarcando algunos servicios propios de los mercados financieros, en sentido amplio, en una tendencia expansiva que ha suscitado la atención de las organizaciones encargadas de velar por la estabilidad del sistema financiero, pues, aunque comenzaron prestando servicios de pago vinculados a sus plataformas de e­commerce, ya están ofreciendo otros servicios, como el de crédito, gestión de activos o incluso la prestación de cobertura aseguradora. Por todo ello, resulta ahora necesario ofrecer una respuesta bien articulada a la presencia de las FinTech y de las BigTech en nuestros mercados, que, por una parte, permita el desarrollo de la innovación tecnológica y las mejoras que propicia en términos de inclusión financiera y, por otra, permita atajar los riesgos que la presencia de estos nuevos operadores plantea para el sistema. En la obra se sugieren algunas líneas acerca de cómo debe avanzar esta respuesta, tanto en relación con las condiciones bajo las cuales pueden operar, como también respecto a alguno de los servicios que están llevando a cabo de modo específico, como el asesoramiento financiero, con el importante reto que plantea en términos de responsabilidad. Sin duda un aspecto importante en el tratamiento de la cuestión debe ser el cambio de perspectiva, desde una más centrada en los sujetos hacia una más orientada a la actividad, con una debida proporcionalidad en función del tamaño de los intervinientes y los riesgos reales que plantean para el sistema, todo ello en aras a ofrecer una regulación razonable.

Junto a los nuevos agentes, en el entorno del mercado digital actual encontramos nuevos productos y fórmulas de canalizar los recursos desde las unidades económicas excedentarias hacia las unidades económicas deficitarias, en definitiva, nuevos modelos de negocio para la realización de la función de intermediación crediticia que caracteriza a estos mercados. Atención singular merecen los criptoactivos, de tipología variada, pero que en su configuración como security tokens han de ser contemplados desde la perspectiva del mercado de valores con todas las consecuencias que ello trae consigo, empezando por la habilitación de los medios necesarios para ofrecer unas adecuadas condiciones de transparencia al mercado y a los inversores. Para ello es necesario modificar la legislación del mercado de valores con el fin de dar cabida a estos nuevos instrumentos. Proyectada está la adaptación, como también el establecimiento de un régimen específico para otros tipos de criptoactivos relevantes, como los utility tokens, las fichas sobre activos o las fichas referenciadas a activos.

Precisamente en relación con los criptoactivos, pero no solo circunscrita a ellos, se presenta la tecnología de registro descentralizado como solución a los problemas de seguridad que puede plantear su emisión y gestión. Pero esta solución todavía hoy es un reto para el legislador, que ha de dotar del adecuado marco normativo para la misma, orientado a conseguir un grado suficiente de estandarización e interoperabilidad. A esta tecnología y los cambios que está llamada a producir en el ámbito de los mercados financieros se presta atención igualmente en la obra.

El libro aglutina de esta forma un conjunto importante de aportaciones que permiten comprender la nueva regulación de las finanzas digitales y atisbar las líneas de los riesgos del próximo futuro para las Administraciones reguladoras: la smart regulation. Pensamos que el enfoque transversal de la obra y la doble perspectiva desde la que se aborda el tratamiento de las cuestiones que plantea el mercado financiero digital, con la presencia especialistas de Derecho público y de Derecho privado, permite enriquecer el debate y sentar algunas conclusiones desde las cuales éste pueda seguir avanzando. La obra es fruto de la colaboración de dos grupos de investigación de la Universitat de València, Mercado Financiero y Derecho del Consumo –PIN (GIUV 2018-414) y Derecho de los Mercados Financieros: Banca, Bolsa y Seguros– DERMERFIN (GIUV 2017-348).

Finalmente, no podemos concluir este prologo sin mostrar nuestro público agradecimiento al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a la Agencia Estatal de Investigación, así como a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (MCIU/AEI/FEDER, UE), cuyo apoyo hemos recibido a través de proyectos de investigación de los que es fruto esta monografía, “Desafíos del mercado financiero digital: riesgos para la Administración y para los inversores” (Ref: RTI2018-098963-B-I00) y “Nuevos retos de los mercados financieros: la regulación del shadow banking, del capital riegos y las fintech, la protección del cliente y el intercambio de información con trascendencia tributaria” (DER2017-84218-C2-1-R).

Igualmente, un papel relevante han jugado la Facultat de Dret de la Universitat de València, la Generalitat Valenciana (GVAORG2020-A-008) y ANSOFI, por su soporte económico y técnico sin el cual este libro hoy no vería la luz.

Beatriz Belando Garín

Rafael Marimón Durá

Valencia, 14 de diciembre de 2020

Retos del mercado financiero digital

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