Читать книгу Retos del mercado financiero digital - Belén Andrés Segovia - Страница 22

Junto a estos documentos e iniciativas de las instituciones europeas, los Estados miembros están promulgando diversas estrategias nacionales de inteligencia artificial.

De todos ellos, Francia lidera su desarrollo en Europa con su estrategia de marzo de 2018. Insiste el documento en que los algoritmos sean explicables para ser socialmente aceptables, pues debe potenciarse la transparencia, incluir la ética en la formación de los diseñadores y llevar a cabo una evaluación de impacto de la discriminación para animar a los diseñadores para tener en cuenta las implicaciones de los algoritmos y asegurar siempre la responsabilidad humana. Además, propone crear un Comité consultivo de ética para las tecnologías digitales y su regulación.

Alemania, por su parte, en el 2017 y al hilo de los coches autónomos, impulsó un borrador de normas éticas para desarrollar coches autónomos, y en noviembre de 2018 el Gobierno alemán puso en marcha la estrategia nacional sobre inteligencia artificial. En ella, entre otras novedades, se acuña el principio de la ética desde el diseño. Insiste el documento en potenciar la intimidad, garantizar la anonimización de los datos y la privacidad diferencial. También el Gobierno alemán está revisando su marco jurídico relativo al Derecho digital y de telecomunicaciones para determinar si deben introducirse modificaciones normativas. En fin, está estudiando la posibilidad de establecer o ampliar organismos gubernamentales o instituciones de auditoría del sector privado para verificar los procesos algorítmicos de toma de decisiones.

También debo referirme a Finlandia. En agosto de 2018, el Ministerio de Asuntos Económicos emitió un informe en el que recomendaba la creación de un grupo de supervisión parlamentaria para promover más ampliamente la base de valores éticos de la IA en la sociedad, y para supervisar y evaluar los proyectos piloto y los avances tecnológicos relacionados con los aspectos éticos de la inteligencia artificial. Este grupo se encargaría de la elaboración de normas jurídicas y de la evaluación de las prácticas en el contexto de la definición de responsabilidades en situaciones en las que una máquina está tomando decisiones de forma autónoma.

Por último, en Reino Unido su Comité de Normas de la Vida Pública anunció en marzo de 2019 que estaba iniciando una investigación sobre el uso de la IA en los servicios públicos, con el objetivo de examinar si las normas vigentes eran suficientes para garantizar el cumplimiento de normas de conducta elevadas a medida que la toma de decisiones con ayuda de la tecnología se adopta más ampliamente en todo el sector público. En este país, los debates en curso prestan especial atención a los riesgos de la biométrica. Un informe de 2019 del Grupo de Biometría y Ética Forense del Reino Unido describe algunas de las cuestiones éticas que plantea el uso de la tecnología de reconocimiento facial en tiempo real basada en técnicas de aprendizaje automático y recomienda el desarrollo de un marco jurídico adecuado.