Читать книгу Retos del mercado financiero digital - Belén Andrés Segovia - Страница 42

Aunque tal vez los requisitos de solvencia descritos en los epígrafes anteriores requieran de un análisis más sosegado mediante la simulación de modelos actuariales, lo cierto es que el legislador ha optado por la vía más cómoda para conseguir una industria fintech solvente. Implantar el modelo de solvencia del sector bancario puede generar importantes restricciones en el crecimiento del sector, aunque desde una perspectiva más objetiva resulta comprensible la preocupación del legislador en aras a evitar que se repita en las sociedades fintech la crisis surgida en el año 2007 en la banca.

Ahora bien, visto el modelo de solvencia utilizado en los establecimientos financieros de crédito, en las plataformas de financiación participativa y en las entidades de pago; podrían utilizarse otras metodologías cuya dinámica requiera una gestión más sencilla y rápida. La confección de coberturas de seguro específicas que garanticen una responsabilidad civil acorde con el volumen de negocio, léase en este sentido el art. 11.6 y 7 del nuevo Reglamento UE 2020/1503 sobre proveedores europeos de servicios de financiación participativa para empresas, o un sistema de avales a primer requerimiento que agilice la gestión en el supuesto de la existencia de un daño, permitirían superar la angosta, y en ocasiones dificultosa, tarea de confeccionar unos fondos propios de alta calidad crediticia que pueden ser alterados ya sea por una reforma de la normativa bancaria o por estar al socaire de la volatilidad del mercado de valores.

La concreción del sistema de solvencia es posible que venga dada en un futuro por la evolución de determinados parámetros que todavía están por acontecer. La litigiosidad de estas sociedades con sus clientes, los concursos de acreedores, los riesgos sistémicos, la evolución de la tecnología, la integración de esta tipología de entidades en grupos de sociedades controlas por la banca tradicional, etc. Pese a todo, es precisamente en esta fase tan incipiente cuando es oportuno crear la suficiente seguridad jurídica que permita a las sociedades fintech conocer los futuros derroteros del legislador.