Читать книгу Déspotas, tiranos y otros hijos de puta - Benjamín Troyse - Страница 10

Su nombre original fue Lucio Septimio Basiano, aunque, cuando tenía siete años, con la toma de poder de su padre, se lo cambiaron por el de Marco Aurelio Severo Antonino. El sobrenombre de Caracalla, como ahora se le conoce, lo obtuvo por su gusto por las capas militares originarias de la Galia, muy populares en Roma, que se llamaban así.

Tuvo un hermano once meses más pequeño, Publio Septimio Geta, con el que tuvo rivalidad hasta su muerte. Su padre, el emperador Septimio Severo, ordenó que a su muerte sus hijos gobernaran conjuntamente. Sin embargo, Caracalla tuvo antipatía por su hermano y no aceptó el deseo de su padre. Propuso la división del imperio para que cada uno gobernara sobre su territorio, lo que fue rechazado por su familia y por el Senado.

A los veinte años de edad acompañó a su padre a la campaña militar contra Britania; el emperador enfermó y Caracalla ordenó a los médicos acelerar su muerte. Al morir, y según se había ordenado, fue nombrado cogobernador junto con Geta; pero, apenas tomó el poder, se dispuso a eliminar a todo aquel que hubiera servido a su padre. Asimismo, a un año del nombramiento, Caracalla mandó matar a su hermano en presencia de su madre, argumentando continuas instigaciones y conspiraciones en su contra. Este hecho provocó la indignación de gran parte del pueblo y la exterminación de los miles de seguidores del victimizado hermano.

Por órdenes de un general que integraba el Senado, fue asesinado en Mesopotamia mientras cumplía una necesidad fisiológica. Actualmente se pueden visitar en Roma varias de las obras creadas durante su gobierno. Entre las más conocidas se encuentran las terme —termas o baños— de Caracalla.