Читать книгу Déspotas, tiranos y otros hijos de puta - Benjamín Troyse - Страница 13

Basilio II participó en el auge del Imperio bizantino, el cual llegó a abarcar desde Italia hasta Armenia, y desde el río Éufrates hasta el Danubio. Su padre, Romano II, murió cuando Basilio tenía cinco años, por lo que el poder fue ejercido por sus dos padrastros hasta que cumplió dieciocho y pudo asumirlo con el apoyo de su abuelo Basilio I. Desde el inicio, se enfrentó a varios intentos de derrocamiento e, incluso, a una guerra civil, la cual sofocó al aliarse con Vladimiro I, zar de Rusia, quien lo apoyó con un poderoso ejército a cambio de casarse con su hermana Ana.

Su mira se centró en la reconquista de los Balcanes, por lo que inició una guerra en contra de Samuel, zar del Imperio macedonio —Bulgaria—, durante quince años y de la cual resultó triunfador. Tras la guerra, ordenó reunir a catorce mil prisioneros en grupos de cien para sacarles los ojos, a todos salvo a uno, para que guiara a sus compañeros de regreso a su país. Al presenciar el tétrico cortejo, el zar Samuel sufrió un ataque de apoplejía y murió pocos días después. Este es el origen de su sobrenombre, Bulgaróctono, que significa «asesino de búlgaros».

Después de aquel triunfo, Basilio II se lanzó a la conquista de Italia y luego a la de Armenia. En el momento de su muerte iniciaba la campaña para recuperar Sicilia, que estaba en manos de los árabes. Dedicó su vida entera a la guerra. Su última voluntad antes de morir fue ser enterrado en el sitio del regimiento de caballería, para así «poder oír a sus tropas preparándose para luchar por el imperio».