Читать книгу Déspotas, tiranos y otros hijos de puta - Benjamín Troyse - Страница 14

Temüdyin, nombre de nacimiento del legendario Genghis Khan —«líder oceánico de toda Mongolia»—, fue el hijo de Yesukhei, jefe del clan nómada Borjigin, quien al morir dejó a su familia desprovista de todo apoyo. Genghis Khan y su hermano Qasar fueron expulsados, condenados a la miseria y perseguidos por clanes que deseaban el puesto de su padre. Durante la persecusión, este guerrero mató a Qasar para arrebatarle un pescado.

Habiendo pasado el tiempo, Genghis Khan decidió vengarse de aquellos que lo habían despreciado. Se refugió en las tribus de Ulán Bator —capital de Mongolia— y consiguió un ejército temible con el fin de tomar al clan Borjigin, a los Merkit y a los tártaros. Una vez logrado su cometido por medio de una gran masacre, consideró la posibilidad de conquistar el mundo.

A fin de lograr la unificación de Mongolia, masacró tribus y pueblos enteros: hombres, mujeres y niños, nadie se salvó del brío de su ejército. A aquellos que se defendían les cortaban la cabeza, mientras que las mujeres eran violadas frente a sus familias. Se dice que las cabezas que su ejército cortaba eran colocadas en tres pirámides: la primera de hombres, la segunda de mujeres y, finalmente, una de niños.

En cinco años de guerra, los mongoles habían anexionado la mayor parte de Siberia y el territorio chino de Sinkiang. La dinastía Yurchen, en China, notó su fuerza y despotismo, por lo que le exigieron que se doblegara ante el emperador; en respuesta, Genghis Khan derrotó a los tributarios de la dinastía, al Imperio tangut y a cincuenta millones de ciudadanos. Al morir, había gobernado desde el norte de China hasta la frontera afgana, y desde Siberia hasta la frontera del Tíbet. Es considerado el conquistador más poderoso y sanguinario de todos los tiempos.