Читать книгу Déspotas, tiranos y otros hijos de puta - Benjamín Troyse - Страница 16

Su nombre en náhuatl se traduce como «Señor Quiebrapiedras». Tezozómoc, emperador tepaneca del reino de Azcapotzalco, fue un hábil guerrero y estadista que conquistó las ciudades de Chalco, Texcoco, Culhuacán, Cuantitlán, y casi toda la cuenca de la meseta central mexicana. Fue ambicioso, astuto, desalmado, intrigante y traidor. La leyenda dice que gobernó por más de ciento ochenta años, de los más de trescientos que vivió, y que tuvo decenas de esposas, además de hijos e hijas, a quienes casó en matrimonios destinados a establecer alianzas políticas.

Sus enemigos acérrimos fueron los mexicas y los texcocanos. Al triunfar en sus conquistas, se hizo nombrar «Señor de toda la tierra», y, para borrar el recuerdo de sus enemigos, envió soldados por todas partes para que preguntaran a los niños que se encontraran —desde los que apenas sabían hablar hasta los de siete años—: «¿Quién es el Señor de toda la tierra?». Si contestaban «Tezozómoc», recibían regalos, pero si contestaban «Ixtlilxóchitl» o «Nezahualcóyotl», eran cruelmente asesinados.

Tezozómoc hizo prisionero a Nezahualcóyotl y prohibió que lo alimentaran. A un guardia, que se compadeció de él y le dio de comer, el Quiebrapiedras le condenó a ser llevado a la plaza pública para ser despedazado frente a la multitud.

Poco antes de morir, tuvo un sueño en el que Nezahualcóyotl se le presentaba como un águila y lo atacaba. Entonces reunió a sus tres hijos y les hizo prometer que matarían a Nezahualcóyotol cuando su enemigo acudiera a sus ya cercanos funerales. Cuando murió, su cuerpo fue incinerado y cuatro sirvientes recibieron la muerte para acompañarlo a la otra vida.