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V. BIBLIOGRAFÍA

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Este apartado ha sido desarrollado por F. Gutiérrez-Solana e I. Rueda (CISE).

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Todos los países con economías innovadoras y altos índices de competitividad invierten por encima del 2% del PIB en I+D+i, con una ratio 1/2 entre la parte pública y la parte privada de esta inversión. Gutiérrez-Solana, F. (2017). La investigación como valor social de la Universidad, el caso del SUE. UTE. Revista de Ciències de l’Educació. Monogràfic 2017. pp. 55-78.

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Tanto la inversión en educación como en I+D+i de España, como conjunto o en la mayoría de sus autonomías, no alcanza las cotas de inversión de los países altamente competitivos. Además, en la época de crisis, mientras los países a los que nos debemos parecer en modelo de bienestar apostaron por reforzar su inversión, España la redujo desde 1.3 % del PIB al entorno del 1.2 %, a la vez que la inversión privada se redujo también, en el entorno del 50 % de esta inversión.

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Esto no quiere decir que no se debe potenciar la capacidad emprendedora de las personas desde los primeros niveles educativos. Pero no se puede esperar a que esto se haga para sensibilizar y formar a los universitarios ya que no se puede dejar ni una sola promoción más sin formación emprendedora.

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Este apartado ha sido desarrollado por I. Ortega e I. Soto (Deusto Business School).

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El término apareció publicado por primera vez por A. Tansley en la revista Ecology en 1935. Sin embargo, su acuñación vino motivada por una sugerencia de Clapham para referir al conjunto de elementos físicos y biológicos de un entorno considerados como una unidad (Willis, 1997).

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Han pasado más de 250 años desde que los economistas empezaron a interesarse por el emprendimiento. En este tiempo prácticamente todos los grandes economistas, desde Cantillon a Hayek, han tenido su propia concepción acerca del emprendedor sin que en la cada vez más consolidada disciplina del entrepreneurship haya llegado todavía a un consenso sobre la naturaleza del fenómeno. A pesar de que los aspectos individuales siguen centrando el interés de buena parte de la comunidad científica, los modelos de ecosistema o eclécticos en los que los rasgos psicológicos y biográficos de los emprendedores se conectan con los factores del entorno tienden a ganar influencia. Ejemplos de estos enfoques son los desarrollados por Michael Hay y William Bygrave en 1997 en el marco del Global Entrepreneurship Monitor (Reynolds, Hay y Campa, 1999) o los formulados por autores como Audretsch y Thurik (2001) para analizar las dinámicas de la entrepreneurship economy.

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Según la revisión de la literatura sobre la función empresarial que hace Moscoso (2008), el menor dinamismo emprendedor se debe a las particularidades de la historia económica de España, existiendo una pluralidad de factores como la cultura heredada de la época ilustrada, la particular estructura empresarial del país o los obstáculos a la libre competencia en no pocas actividades.

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La edición 2017-2018 del Informe GEM España muestra exhaustivamente la evolución en las opiniones de los expertos acerca de las condiciones del entorno entre 2005 y 2017.

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Para Audrestch y Thurik (2001) asistimos desde el último tercio del siglo pasado a una transición que parte de la que llaman managed economy, dominada por la gran escala empresarial, para desembocar progresivamente en los países desarrollados en la que denominan entrepreneurship economy, en la que la actividad emprendedora es causa y efecto de competitividad (Audretsch y Thurik, 2004).

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La tarifa plana se aprobó en el Real Decreto 20/ 2012 de 13 de julio teniendo como único beneficiario autónomos menores de 30 años. Posteriormente la Ley de Emprendedores amplió el ámbito de aplicación de la tarifa plana a todos los nuevos autónomos, con independencia de su edad.

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Es especialmente destacable la labor realizada a favor del espíritu empresarial en las aulas por entidades sin ánimo de lucro como la Fundación Créate, Junior Achievement o el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE). Solo el programa Explorer de esta última entidad llega cada año a más de mil jóvenes emprendedores en más de 50 entidades educativas y su modelo se está exportando a Portugal y América Latina.

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GAD3(2016). Radiografía de la universidad española. Liderazgo emprendedor e innovación en la universidad española. https://www.gad3.com/single-post/1-de-cada-5-estudiantes-quiere-ser-empresario

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Son especialmente llamativos los resultados de los estudios realizados por la Fundación Universidad Empresa entre 2008 y 2009, según los cuales menos del 3% tenía intención de montar un negocio al terminar su formación. http://www.fue.es/HTML/IMAGES/50545212/91151064634.pdf

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VUCA es un acrónimo procedente del mundo militar que se corresponde con las voces inglesas correspondientes a volatilidad, incertidumbre, cambiante y ambiguo.

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Son varios los trabajos de investigación que se hacen eco de la apertura de una nueva etapa en las políticas de fomento empresarial: por ejemplo, Lundström y Stevenson (2001, 2002, 2005), Wennekers y Thurik (1999), Verheul et al.(2002), Audretsch et al. (2007). Es en estos momentos cuando surge la política de emprendedores en sentido estricto: la acción pública ya no se dirige exclusivamente a quienes han tomado la decisión de crear una empresa, sino que busca difundir la cultura emprendedora en el conjunto de la sociedad. Esta orientación estratégica comprende la actividad administrativa general, de forma que el alcance de las actuaciones públicas a favor del emprendimiento va mucho más allá de la órbita directa de los interesados, abarcando ámbitos como el sistema educativo, la cultura empresarial y los valores de la sociedad.

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Ya en 2005 el Consejo Económico y Social llamó la atención sobre la necesidad de elaborar una estrategia coordinada que unificara, integrara y vertebrara todas las actuaciones. Cinco años después, cuando se hizo el mencionado censo de plataformas de la DGPYME la situación se había agravado debido a la prioridad dada a los emprendedores en los programas de gobierno por una clase política apremiada a buscar soluciones para el rampante desempleo.

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La propia DGPYME (2010) llamó la atención sobre estos riesgos en su diagnóstico del apoyo a los emprendedores. Entidades como el Círculo de Empresarios o la Red GEM han seguido insistiendo en lo perentorio de añadir racionalidad a esta situación.

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En particular, señalan que «la simple acumulación de programas no basta para configurar una política y, de hecho, podríamos llegar a la conclusión de que la convivencia de un número tan elevado de estos es precisamente el síntoma más inequívoco de su ausencia» (Velasco y Saiz, 2007).

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Labeaga y Muñoz (2013) señalan que, hasta fechas recientes, la práctica de la evaluación en la Administración Pública española en cualquier ámbito de intervención ha sido una experiencia poco común. De hecho, los escasos ejemplos de implantación han sido consecuencia de un factor exógeno: los requerimientos impuestos para el acceso a los fondos comunitarios, los cuales principalmente descansan en el método del análisis coste-beneficio.

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Es lo que se conoce como adicionalidad o deadweight. Uno de los pocos ejemplos de incubadoras que han aplicado este tipo de evaluación basada en escenarios contrafactuales es la Red de Viveros de Empresas del Ayuntamiento de Madrid (Ortega, 2012).

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Además del mencionado del Ayuntamiento de Madrid, aquí podríamos citar la investigación de Ferreiro sobre las balanzas fiscales de los viveros asociados a las cámaras de comercio gallegas (2016) y la de Casado et al. (2017) referida a la contabilidad social del conjunto de programas de Andalucía Emprende.

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La OCDE (2018) pone el ejemplo de Estados Unidos y Reino Unidos, dos de los países cuya tradición administrativa hace pensar que este aspecto debería estar más evolucionado que en el resto. Así, según un informe de la Oficina de Transparencia de Estados Unidos 39 de los 53 programas de impulso emprendedor acometidos por distintas agencias federales bien solo han emitido un informe de impacto de sus actuaciones bien nunca han llegado a publicar uno (GAO, 2012). De igual forma, el equivalente al Tribunal de Cuentas del Reino Unido concluye que ningún análisis de resultados aportado por la administración británica en materia de pymes y emprendedores llega a acreditar una incidencia real en los destinatarios (NAO, 2006).

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Los gestores de programas cuentan para acometer la evaluación con un amplio arsenal de métodos: desde el análisis coste-beneficio clásico de las infraestructuras hasta el SROI para la evaluación de proyectos ejecutados por entidades sin ánimo de lucro, pasando por enfoques más propios del sector privado como el sistema de ratings o el cuadro de mando integral. Retolaza et al. (2016), además de proponer un nuevo método basado en contabilidad social de las instituciones, recoge una relación exhaustiva de metodologías.

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La Fundación COTEC para la Innovación y Deusto Business School han presentado recientemente un marco metodológico que hibrida el análisis coste-beneficio y el conocido como Social Return on Investment destinado precisamente a apoyar a directivos y técnicos responsables de las actuaciones. Este método y su herramienta online están disponibles en www.roiemprendedores.com.

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Centro Internacional Santander Emprendimiento (2017). Emprendimiento corporativo en España. Gacelas y elefantes bailan juntos sin pisarse. http://cise.es/gem/resumen-ejecutivo-informe-emprendimiento-corporativo.pdf

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No deja de ser reseñable por la importancia que mantienen en determinados sectores de la economía nacional que corporaciones públicas como Correos, RTVE o Renfe no hayan sido ajenas a esta tendencia, habiéndose dotado en los últimos años de áreas concretas dirigidas a fomentar el intraemprendimiento y/o la innovación abierta.

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Es preciso tener presente que, según datos del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, las pymes representan el 66,6% del empleo del país. Dirección General de la PYME (2018). Cifras Pyme, enero 2018. http://www.ipyme.org/es-ES/ApWeb/EstadisticasPYME/Documents/CifrasPYME-enero2018.pdf

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Foro Económico Mundial (2016). Europe’s hidden entrepreneurs. Entrepreneurial employee activity and competitiveness in Europe. Global Entrepreneurship Monitor y Foro Económico Mundial. http://www3.weforum.org/docs/WEF_Entrepreneurship_in_Europe.pdf

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Datos del informe Emprendimiento corporativo en España: Gacelas y elefantes bailan juntos sin pisarse (CISE, 2017).

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COTEC(2017). ¿Por qué crecen las gacelas? Relación entre innovación y empleo en empresas de alto crecimiento. http://informecotec.es/media/INFORME-GACELAS_2017.pdf

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Este apartado ha sido desarrollado por I. de Pablo (Universidad Autónoma de Madrid)

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Las estadísticas sobre este fenómeno son muy poco fiables e inconsistentes, bien porque las oficinas nacionales de estadística no recogen estas actividades emergentes, bien porque los propios trabajadores no son conscientes de su situación y no se identifican con esta nueva modalidad de relación contractual-profesional. Los estudios más fiables los están realizando las grandes consultoras como Ernst&Young «Global contingent worforce study» (https://gigeconomy.ey.com) y McKinsey «Independent work: choice, necessity and the gig economy» (https://mck.co/2EBqTYT)

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Según la OCDE se considera empresa de alto crecimiento aquélla que tiene diez o más empleados en un año determinado, y que tiene un crecimiento medio en plantilla del 20% medio anual durante tres años (Eurostat-OECD Manual on Business Demography Statistics, 2008). Sin embargo, la Unión Europea tiene un criterio más laxo (EU 439/2014), pues las tipifica como aquellas empresas con al menos 10 empleados al comienzo de su crecimiento y con un crecimiento promedio anualizado de empleados superior al 10% anual, durante un período de tres años. Este es criterio adoptado en este documento.

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El método más utilizado para analizar el entorno empresarial se conoce como PESTEL, como evolución de la PEST propuesta originalmente por Aguilar, F.J. (1967): «Scanning the business environment», MacMillan. Por su expresión en inglés se identifican las siguientes dimensiones del entorno: Político, Económico, Social, Tecnológico, Ambiental («Environment ») y Legal.

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El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) es un proyecto de investigación internacional que mide, con una misma metodología, la dinámica del fenómeno emprendedor en un elevado número de países en todo el mundo. Puede verse más información a nivel internacional en https://www.gemconsortium.org y a nivel España en http://www.gem-spain.com

La fiscalidad del emprendimiento

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