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107. Durán, Jorge

Cantor nacido en la ciudad de San Juan el 19 de enero de 1924.

Su nombre real era Alfonso Jesús Durán, habiendo despuntado desde niño su vocación por el canto, cuando integraba el coro del Colegio Don Bosco al que concurría en su ciudad natal.

En 1941, ya con el nombre artístico con el que se lo conocería definitivamente, debutó cantando tangos en lv5 Radio Los Andes de San Juan y, al año siguiente, decidió trasladarse a Buenos Aires, donde debutó en un local conocido como Parque Colonial, situado muy cerca del Luna Park.

Poco después, se incorporó a la orquesta del bandoneonista Jorge Fernández, con el que actuó en radio El Mundo, y al finalizar el ciclo radial de esta agrupación ingresó a La Tropilla de Huachi Pampa, celebrado conjunto folclórico que conducía don Buenaventura Luna, con quien realizó giras por el interior del país y actuó en el festival de la Vendimia del año 1943 en Mendoza.

Su regreso a la música ciudadana se produjo en 1944, en ocasión de incorporarse a la orquesta de Emilio Balcarce, con quien actuó en la confitería Reviere durante varios meses de ese año.

El 1º de enero de 1945 ingresó a una de las grandes orquestas de la época, la de Carlos Di Sarli, con la que debutó en el disco dos días después, grabando para el sello rca Victor el tango Que no sepan las estrellas. Esta primera etapa de Durán con El señor del tango se prolongó hasta 1947, lapso en el que participó en un total de veinticuatro temas, el último de ellos, la milonga Pueblera, el día 14 de enero del aludido año. Entre esas excelentes grabaciones, son especialmente recordadas las de Porteño y bailarín, Hoy al recordarla, Sueño de juventud, Mañana no estarás, Vieja luna, Un tango y nada más, Duelo criollo y Otra vez carnaval. Luego de actuar en el teatro Solís de Montevideo, se produjo la primera desvinculación entre Di Sarli y Durán, quien en ese mismo año actuó como cantor de la orquesta de Horacio Salgán, presentándose en el bar Marzzoto.

Además, poco antes de finalizar el año 1947, cantó el tango Nostalgias, acompañado por la orquesta de Juan Carlos Cobián, en un film documental referido a la historia del tango.

En 1948, regresó a la orquesta de Di Sarli, en este caso formando rubro con el cantor Oscar Serpa. Como es sabido, a fines de ese mismo año, El señor del tango disolvió transitoriamente su agrupación, por lo que Durán en 1949, se desempeñó con la de Pedro Laurenz, con la que actuó en el cabaret Marabú y en el salón La Enramada.

En 1950, ingresó a la orquesta de José Basso, junto con el cantor Oscar Ferrari. Con esta agrupación, en la que permaneció hasta el año 1953, grabó para el sello Odeon y formó parte del primer conjunto de tangos que se presentó ante las cámaras de televisión, actuando en el recientemente inaugurado Canal 7, ubicado entonces en Ayacucho y Posadas, en el barrio Norte de Capital Federal. Su primera grabación con Basso, realizada en 1950, fue la del tango Anoche a las dos, de la que hizo una memorable versión.

Otros de sus grandes éxitos en esta etapa de grabaciones fueron Martirio, Mamboretá, Tomo y obligo, En la vía, Melodía de arrabal y un muy buen tango del director con letra de Francisco García Jiménez, titulado Anteayer, que no tuvo sin embargo el éxito que la calidad del tema y la interpretación de orquesta y cantor merecían.

No puede dejar de mencionarse además el registro a dúo realizado con Oscar Ferrari del mundialmente conocido vals Ronda de ensueño, de Raúl Capablanca e Ivanovici, adaptado al ritmo de vals ciudadano por Eduardo Rovira.

En 1954, Durán se incorporó a la Orquesta Símbolo Osmar Maderna que dirigía el violinista Aquiles Roggero, con la que actuó en la confitería Adlon, y grabó para el sello Pampa el tango Pordioseros, único registro concretado con esa agrupación, circunstancia que no impidió que ese tema se constituyera en uno de los grandes éxitos de su trayectoria como cantor.

En 1955, ingresó a la orquesta del pianista Francisco Rotundo, con quien se presentó en audiciones de radio Belgrano y grabó, también para el sello Pampa, el difundido tango de Gardel y Le Pera Sus ojos se cerraron además del vals Poema para mi madre, cuya música y letra pertenecen al mencionado director. Esos registros fueron realizados el 6 de diciembre de dicho año.

Luego de realizar una breve gira como cantor de la orquesta de José Basso a comienzos de 1956, en abril de ese año se incorporó por tercera vez a la orquesta de Carlos Di Sarli, ahora compartiendo el rubro de cantores con Roberto Florio hasta 1958, y a partir de este año y hasta la disolución definitiva de la orquesta a comienzos del año siguiente, con el joven vocalista Horacio Casares.

En estos años, la formación de Di Sarli con sus cantores actuó en el local del Chantrecler y en audiciones en radio El Mundo, además de animar los bailes del club Comunicaciones, en el barrio de Agronomía.

De esta época, han quedado inolvidables registros discográficos con la voz de Durán realizados para el sello rca Victor hasta enero de 1958, y para el sello Phillips durante el resto de este último año, las que por otra parte fueron las postreras de esta gran agrupación.

Entre la efectuadas para rca Victor han quedado magníficas versiones de A la luz del candil, Sonatina, Muriéndome de amor, Dónde estás, Lo que me hablaron de vos, No me hablen de ella y Duele más, este último el único tango compuesto por el excelente violinista Simón Bajour, quien lo suscribió con el seudónimo de Tito Simón, siendo la letra de Reynaldo Yiso. El último registro para ese sello fue el del tango Buenas noches, Buenos Aires, realizado el 16 de enero de 1958.

Ya en el sello Phillips, Durán participó en las grabaciones de los tangos Dónde estás, Si nos queremos todavía, Nubes de humo, No la maldigas, por Dios y Por quererla así.

En 1959, junto con Roberto Florio y el acompañamiento de la orquesta dirigida por el pianista Orlando Trípodi constituyó el rubro denominado Orquesta Florio–Durán, dirigida por Orlando Trípodi. Para formarla, Trípodi, quien actuó como pianista y arreglador del nuevo conjunto, convocó a los bandoneonistas Tomás Giannini, Osvaldo Rizzo (Pichuquito), Héctor Corali y Orlando Trujillo; a los violinistas Fernando Suárez Paz, Armando Husso, José Nieso, Raúl Domínguez; José Cattanzaro, Osvaldo Rodríguez, Mario Grossi y Jorge Braña, y al contrabajista Juan Carlos Vallejos.

La orquesta grabó doce temas en 1959 para el sello rca Victor, publicados en un disco larga duración, el que fue reeditado en un compacto por el Buenos Aires Tango Club, en el año 2004. Durán participó en seis de esas grabaciones, entre ellas tres realizadas a dúo con Florio.

Además, entre 1959 y 1961, animaron numerosos bailes en clubes, hasta que promediando este último año, Florio se alejó del conjunto con motivo de viajar a los Estados Unidos.

Se constituyó entonces el binomio Durán–Trípodi, de efímera duración, lo que no les impidió de todos modos grabar cuatro temas más para el mismo sello, dos de ellos cantados por Durán —Trampolín y Flor del valle, esta última otra de sus grandes creaciones— y los dos restantes en forma instrumental.

En 1962, al regreso de Florio de los Estados Unidos, ambos, junto a Floreal Ruiz, se incorporaron a la orquesta de José Basso, en lo que para Durán representó un reingreso a la agrupación de la que se había desvinculado nueve años atrás.

La formación de Basso grababa ahora para el sello Music Hall, actuando también en el Marabú y en el Glostora Tango Club, la histórica audición que se irradiaba diariamente de lunes a viernes por radio El Mundo.

En esta segunda etapa con Basso, Durán dejó versiones impecables de los tangos Desorientado, Frente al mar, El último café y A la luz del candil, tema este último que ya había llevado al disco como cantor de la orquesta de Di Sarli.

A partir de 1964, año en el que se desvinculó de la orquesta de Basso, Durán prosiguió su carrera como cantor solista, realizando numerosas presentaciones en locales nocturnos de Buenos Aires y el interior del país, además de concretar una gira de un mes y medio de duración por Chile, en 1968.

Al regresar a Buenos Aires fue convocado por Armando Pontier, junto con Alberto Marino, para que ambos en carácter de cantores invitados de la orquesta del mencionado director, participaran en la grabación de un disco larga duración editado por el sello rca Victor. Durán, en la oportunidad, vocalizó cuatro temas: Si se salva el pibe, Pa’ mí es igual, Yo soy el tango y La última.

Luego efectuó algunas grabaciones con la orquesta de Oscar de la Fuente, también como cantor invitado y en 1971 registró doce temas para un disco larga duración acompañado por guitarras, en el que entre otros temas incluyó Hágame el favor, Dejame vivir mi vida, Por limosna no Acquaforte, El batidor, el vals Alicia —perteneciente a Guillermo Desiderio Barbieri, con letra de Eugenio Cárdenas— y una nueva versión de Pordioseros, el tango compuesto también por Barbieri que diecisiete años antes había grabado con la Orquesta Símbolo Osmar Maderna.

Operado al año siguiente de las cuerdas vocales, de ahí en más comenzó a espaciar notoriamente su actividad de cantor. Ingresó por entonces como empleado de la Cámara de Diputados de la Nación, desempeñándose en la Comisión de Turismo y Deportes de la misma. Su nueva actividad laboral no le impidió, sin embargo, seguir haciendo algunas presentaciones, como las que concretó en los locales El Rincón de los Artistas, Patio de Tango y Tango Bar, local del mismo nombre que aquella emblemática confitería que existiera hasta dos décadas antes en la avenida Corrientes.

También periódicamente realizó giras por el interior del país, presentándose en varias oportunidades en su provincia natal.

Este excelente cantor, a juicio de quien esto escribe ubicable en una primerísima línea dentro de los que prestigiaron al tango, falleció en Buenos Aires el 20 de agosto de 1989, a los 65 años de edad.

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